Un sonrojo m¨¢s y un d¨ªa menos
La Real fue muy superior a un Madrid que jug¨® con diez 51 minutos. Golazo in¨²til de Brahim. Courtois par¨® un penalti. Marcelo volvi¨® a dar una mala imagen.


El Madrid est¨¢ loco por salir pitando de esta Liga, incluido Zidane, el ap¨®stol del final digno. ?l tambi¨¦n se ha pasado del acabar bien al acabar pronto. Zidane ha movido a este equipo pret-a-perder de todas las formas posibles sin ning¨²n resultado. La insistencia no ha curado a Marcelo ni Kroos. La intermitencia no ha hecho reaccionar a Isco ni Asensio. El des¨¢nimo se ha extendido entre titulares y suplentes. Ese malestar general reapareci¨® en Anoeta, en otra salida, donde la pandemia es m¨¢s apreciable. Lo aprovech¨® una Real magn¨ªficamente dirigida por Merino. Fue atrevida, vertical, tuvo acierto y se vio propulsada por la expulsi¨®n de Vallejo en el minuto 39¡¯.
En este a?o de condolencias, el Madrid ha encontrado con qu¨¦ adornar su fracaso: Vinicius y Brahim, dos regateadores, dos linces ib¨¦ricos, dos jugadores amigables para el p¨²blico y con el enorme margen de mejora que les otorgan sus respectivos 18 y 19 a?os. Dos jugadores sin complejos sobre los que Zidane pretende iniciar su pr¨®xima obra, convencido de que ya les han salido los dientes.
El de Anoeta fue el quinto partido consecutivo de Brahim y el segundo seguido como titular, los dos que lleva fuera Bale tras una temporada a por uvas. No es a¨²n un futbolista de gran presencia, pero s¨ª de grandes ocurrencias. En el minuto 6 dej¨® uno de los goles del curso, arrancando en tres cuartos de campo, limpi¨¢ndose a Merino, quebrando dos veces a Llorente y metiendo la pelota casi sin ¨¢ngulo por el palo de Rulli. Un gol equ¨ªvoco tras un inicio tambi¨¦n equ¨ªvoco del Madrid, cuya presi¨®n hambrienta sobre la salida de la pelota de la Real dur¨® un suspiro.
Con la ventaja se marcharon las buenas intenciones del Madrid, en el que volv¨ªan Benzema e Isco, que a Zidane le vale y al club no se sabe. A partir de ah¨ª regres¨® el equipo marchito de esta Liga.
La expulsi¨®n de Vallejo
La Real se recompuso en torno a la zurda de Mikel Merino y el empuje de otro juvenil que aprieta, Barrenetxea. Courtois detuvo las dos primeras llegadas y se vio fusilado al atardecer en la tercera: Willian Jos¨¦ se sacudi¨® a los dos centrales de un taconazo y Merino remat¨® la faena. La pareja B de centrales del Madrid se vio muy desbordada en el partido. Ni Nacho ni Vallejo supieron resolver cerca del descanso otra llegada de Oyarzabal y el remate final de Willian Jos¨¦, a puerta vac¨ªa, lo sac¨® con la mano el aragon¨¦s. Roja para el central, parada del penalti de Courtois a costa del propio Willian Jos¨¦ y Casemiro reconvenido a central por falta de defensas en el banquillo. Antes de aquello, Brahim y Benzema bordaron otra jugada de alta costura para la que no encontr¨® buen final Isco, solo ante Rulli. Eso era el Madrid, un equipo sometido, abandonado por muchos de sus pesos pesados (Marcelo, Kroos, Isco... los de siempre), pero vivo de milagro por las trastadas de Brahim y alg¨²n adorno de Benzema.
Con diez y la depresi¨®n a cuestas no fue capaz de aguantar el Madrid. El segundo gol de la Real volvi¨® a dejar sin salida a Marcelo, superado en el salto por Zaldua. A un descolocado Courtois acab¨® por matarle un resbal¨®n. Y ya con Lucas V¨¢zquez en el campo, Barrenetxea encontr¨® recompensa, aprovechando un rechace del palo a tiro de Oyarzabal. Otro joven, el lateral Mu?oz, ya hac¨ªa sospechar, con sus arrancadas, que aquello terminar¨ªa mal para el Madrid. Cuando lleg¨® al partido Vinicius, la derrota era irremediable. Y es que este Madrid en las ¨²ltimas es el que le ha abierto la puerta para el pr¨®ximo curso. Las crisis tambi¨¦n fabrican jugadores. Eso es lo ¨²nico que celebra el Madrid. Eso y que s¨®lo queda un partido.