El Madrid golea sin querer
Aprovech¨®, con oficio, un rosario de desdichas del Valladolid: un penalti fallado, dos goles anulados y un remate al palo. Benzema remolc¨® al Madrid.

El Madrid se siente ya en el and¨¦n de la gran purga y como tal se comporta. Incluso ganando, como en Zorrilla, donde dej¨® m¨¢s goles que razones y a un gran Benzema. De salida le asomaron todas sus cicatrices: falta de empe?o, ca¨ªda de moral, desatenciones varias. Y eso sin Marcelo ni Isco, principales acusados en la apertura de este juicio. Un gol que pareci¨® un accidente le meti¨® en el partido y a ¨¦l se agarr¨®. El Valladolid fue un dep¨®sito de infortunio: fall¨® un penalti, el VAR (Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez) le anul¨® un gol y Gil Manzano otro, el palo le quit¨® un tercero y su portero regal¨® uno crucial... No pudo ser y, adem¨¢s, fue imposible.
En 18 minutos, el Madrid hab¨ªa hecho un penalti, puesto en ¨®rbita por Alcaraz, y al Valladolid le hab¨ªan anulado dos goles por fueras de juego de palmo y medio. Aquello le suced¨ªa al equipo de Solari en casa de un grupo que hab¨ªa metido 20 goles en 26 partidos, que ya es pasar hambre. Esa es la cr¨®nica de situaci¨®n del equipo de Solari, jibarizado por la falta de objetivos, por las bajas, por la ca¨ªda de tensi¨®n y de ¨¢nimo, por los episodios de indisciplina, por el malestar general. Un equipo inconsciente de que a¨²n hay un trecho entre el fracaso y la hecatombe.
El Valladolid tuvo siempre un alto sentido del deber. Abri¨® el campo con Keko y ?scar Plano, apret¨® en cada disputa, se fortaleci¨® por el centro con Michel y Alcaraz, mand¨® el mensaje de que por honradez no iba a quedar. El partido fue suyo en el arranque. Tambi¨¦n el infortunio. Alcaraz fall¨® lastimosamente un penalti cometido por Odriozola, bland¨ªsimo en su marcajes. Cero de cinco lleva en penas m¨¢ximas el equipo pucelano. Un horror.
Luego marc¨® dos goles que pasados por el VAR resultaron ilegales en su grado m¨ªnimo. Llegaron desde las dos bandas para mostrar que el Madrid era un desastre perfectamente sim¨¦trico. Solari gesticul¨®, llam¨® a consultas a Kroos, que anda en servicios m¨ªnimos (se justifica tirando c¨®rneres y faltas), todo en su condici¨®n de entrenador zombi. No le sirvi¨®. A la cuarta marc¨® Anuar, que andaba en blanco, a pase de Sergi Guardiola, premio a la desgracia.
El gol que lo cambi¨® todo
La desgana result¨® selectiva. Modric, Odriozola, Reguil¨®n y Benzema fueron los m¨¢s patri¨®ticos. Kroos, el m¨¢s desapegado. Todos andan mal, pero algunos ni siquiera lo disimulan. Y, sin embargo, ese equipo con una crisis a cuestas que se anuncia por megafon¨ªa fue capaz de empatar en una jugada repleta de errores. Casemiro cabece¨® picado y mal un c¨®rner, Masip meti¨® su pu?o ante Nacho y s¨®lo movi¨® el viento y Varane coloc¨® instintivamente su pie para marcar. Donde no lleg¨® la elaboraci¨®n alcanz¨® la casualidad. Lo acus¨® el Valladolid, que lleg¨® aturdido al descanso.
El partido ya no volvi¨® a ser el mismo para los pucelanos, que perdieron dos ocasiones a la vuelta y regalaron un penalti, por zancadilla imprudente de ?scar Plano a Odriozola. En ¨¢rea propia los delanteros son nitroglicerina. Lo transform¨® Benzema. Por ah¨ª, por Odriozola, que se desata en cuanto cruza el medio campo, quiso salir el Madrid del apuro. Y en un remate de Benzema, a la salida de un c¨®rner, vio definitivamente la luz. Al Valladolid se le hab¨ªa escapado el tren. Con el paso de los minutos fueron sum¨¢ndose futbolistas a la causa. Mejoraron Asensio y Ceballos y fue a m¨¢s Modric, el jugador por el que respira el Madrid. Luego Sergi Guardiola extrem¨® su sequ¨ªa con un remate al palo, Casemiro vio dos tarjetas y Modric se colg¨® una medalla con un buen gol. Lo mereci¨®, aunque ya no hay cosm¨¦tica capaz de adecentar la temporada.