CUARTOS | SUECIA 0-INGLATERRA 2
Vuelve un imperio
Inglaterra vuelve a una semifinal de un Mundial 28 a?os despu谷s gracias a los goles de Maguire y Dele Alli. Pickford salv車 tres goles de Suecia.

En un encuentro m芍s f芍cil de lo esperado, Inglaterra alcanz車 su primera semifinal de un Mundial desde 1990, la tercera de su historia. Y lo hizo confirmado que lo que est芍 ocurriendo en Rusia no es casualidad y se parece a un gui車n de una pel赤cula de Ken Loach. Los h谷roes fueron inesperados: un portero que solo lleva dos a?os en la 谷lite tras seis cesiones, una de ellas en la quinta divisi車n; un central que lleg車 a jugar en League One (Segunda B) y Allan Russell, el especialista a bal車n parado del cuerpo t谷cnico de Southgate. Tres desconocidos que con modestia, trabajo, atenci車n y fe en la idea est芍n a dos partidos de poder ganar el Mundial.
Cont車 Harry Kane esta semana que Russell ha sido crucial en la marcha del equipo. Con el primer tanto de ayer (un c車rner sacado por Ashley Young y rematado por Maguire) eran ah赤 ocho tantos de diez marcados a bal車n parado, cinco de c車rner. El peligro huele a eso que se siente antes de un saque de esquina de Ashley Young o una falta de Trippier. Allan es conocido por su obsesi車n por el detalle, su insistencia en probar las jugadas ※una vez m芍s, chicos§. Y como este grupo es de los que saben que el trabajo da frutos, nadie protesta.
Hasta ese primer gol, Inglaterra supo jugar el encuentro, algo que no ha tenido en a?os. Est芍n pasando dos cosas at赤picas con Inglaterra. En el pa赤s en el que en la grada solo se experimentan dos sentimientos (el 谷xtasis y la depresi車n, acentuados m芍s que nunca por el extremismo que crea las redes sociales) la selecci車n ha decidido basar su juego en la calma, en el orden, en la paciencia. Cada uno est芍 en su sitio, y aunque los movimientos de los cuatro de arriba no son fluidos porque cada uno de su padre y de su madre, van mejorando, y cuando pierden el bal車n nadie se esconde. No cargan ni con un solo pasajero, todos quieren formar parte de lo que est芍n logrando.
Adem芍s, pese a contar con una prensa que gusta de crear expectativas il車gicas, Southgate ha conseguido que se acent迆en las virtudes (el bal車n parado) y se escondan los defectos (falta de fluidez en la fase ofensiva). No se juega a partir de lo que se podr赤a ser, sino de lo que se es. Suecia no fue ni peor ni mejor que en otros partidos. Se plant車 con el habitual 4每4-2 que le permite el escaso talento individual de los suyos y tuvo las cuatro ocasiones de cada encuentro. Solo que se encontr車 con un portero que en el mejor momento de su carrera. Pickford, m芍s bajo de lo que marcan los c芍nones modernos, tiene tal potencia de piernas que llega a todo, por abajo, por arriba, cuando le chutan de lejos, de cera. Y el caso es que da la sensaci車n de que Inglaterra puede dar todav赤a m芍s.
Por ejemplo, Dele Alli. Le falta claridad pero sigue teniendo el reloj a punto y llega a la hora desde atr芍s para jugadas como la del segundo gol, un centro medido a la primera de Lingard. Con 2-0 el partido dio para poco m芍s porque se aplic車 ese control emocional que ha descubierto Inglaterra y que le hace tan funcional. Y candidata.