La Fiore gana con un gol del sustituto de Astori
Vitor Hugo, el futbolista que ha suplido al capit¨¢n fallecido, marc¨® el gol del triunfo de la Fiorentina y realiz¨® una emocionante dedicatoria a Astori.


¡°Hay hombres que nunca mueren. Hay historias que ser¨¢n transmitidas para siempre. Buen viaje, capitano¡±. La larga pancarta de la Curva Fiesole fue la definici¨®n perfecta para el inolvidable domingo del estadio Franchi, el primero sin su capit¨¢n, Davide Astori. El estadio, que debido a los malos resultados de la Viola ¨²ltimamente apenas se llenaba, hoy no presentaba ni una butaca libre.
Nadie quiso perderse un homenaje que ya es parte de la historia de la Fiorentina y del f¨²tbol italiano. Cuando los equipos saltaron al campo el ambiente era impresionante, conmovedor. Ni un aplauso, ni un grito, y no solo durante el cl¨¢sico minuto de silencio. Los 22 jugadores se acercaban al centro del campo y se podr¨ªa o¨ªr c¨®mo ca¨ªa un alfiler al suelo.
Luego lleg¨® la larga ovaci¨®n para Davide, al que tambi¨¦n se dedic¨® otro emotivo momento. Despu¨¦s de 13 minutos del arranque del partido, 13 como su dorsal, los futbolistas dejaron de jugar, para despedirse una ¨²ltima vez. All¨ª, la Curva Fiesole mostr¨® su bonito tifo, formado por miles de banderas, ¡°Davide 13¡±.
El t¨¦cnico del Benevento declar¨® que hubiese preferido descender a ganar ante la Fiorentina en un momento tan tr¨¢gico. Jugar tres d¨ªas despu¨¦s de los funerales del capit¨¢n fue raro, no pod¨ªa ser un partido como los otros. Y el gol que decidi¨® el enfrentamiento lo confirm¨®: Vitor Hugo firm¨® su primera diana en la Serie A con un maravilloso cabezazo, tras un c¨®rner de Saponara.
Hasta aqu¨ª todo normal, pero cuidado: Vitor Hugo sustituye justo a Astori, juega en su posici¨®n. Su dorsal es el 31, un 13 al rev¨¦s. Y marc¨® ese gol a la una de la tarde, las 13:00. Imposible no pensar que ese salto tuviese un empuj¨®n especial.
El resto del partido pas¨® con en la mente de todos las im¨¢genes de esta semana horrible y emotiva, que ha unido el f¨²tbol italiano en un enorme abrazo. El Benevento, en su desesperada situaci¨®n, al final intent¨® llevarse al menos un punto, pero el palo le neg¨® el empate a Coda, en el 89¡¯. Luego Badelj, que hered¨® el brazalete viola, con un latigazo desde fuera del ¨¢rea tambi¨¦n golpe¨® la madera. Ah¨ª se acab¨® Fiorentina-Benevento: tras el pitido final, los Viola cayeron casi todos al suelo. Ganaron, pero finalmente los venci¨® el dolor.
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