Nada detiene a este Madrid
El equipo de Zidane tuvo m¨¢s acierto y gan¨® gracias a un autogol de Piqu¨¦, a un derechazo de Cristiano, injustamente expulsado, y a otro sensacional tanto de Asensio. Lamentable arbitraje de De Burgos, que regal¨® un penalti a Su¨¢rez.

Fue un Cl¨¢sico de explosi¨®n tard¨ªa. Empez¨® con son de amistoso y acab¨® resplandeciente, con un ventarr¨®n de ocasiones sobre ambas porter¨ªas, golazos de Cristiano y Asensio y un arbitraje horrible para el debate. El Madrid sali¨® perdiendo en la riada de desprop¨®sitos de De Burgos y gan¨® en el marcador con justicia y contundencia
No fueron Miami ni la Liga. Faltaron de salida el v¨¦rtigo y la sal en una competici¨®n en la que por un lado va la oficialidad y por otro la solemnidad. El Madrid, de turquesa; el Camp Nou, con m¨¢s turistas que Sitges; el drama habitual de los Cl¨¢sicos reducido a una comedia ligera. Demasiada agua en la sopa. El Madrid sali¨® sin Cristiano ni Modric, dos ¨®rganos vitales, y se acost¨® permanentemente sobre Isco, su verdadero hecho diferencial, y sobre Marcelo. Tambi¨¦n elev¨® su presi¨®n respecto al amistoso de Florida, pero se vio muy achatado arriba, por la indisposici¨®n permanente de Bale y la frecuente de Benzema. Ese apret¨®n del Bar?a a la salida de pelota oblig¨® al Madrid a buscarles en largo. Perdieron todas las partidas, con cartas y sin cartas. Aquel tr¨ªo excelente que un d¨ªa fue la bbC se presenta hoy como un pat¨®geno para el equipo.
Kovacic y Messi
El Bar?a ofreci¨® m¨¢s presencia al principio, pero hay un mundo entre Messi y el resto. Valverde ha solucionado el punto ciego de la presi¨®n sobre la salida de pelota del adversario y le ha devuelto al equipo esa ventaja posicional que le hizo gigante, pero sus futbolistas no son los de los a?os de las luces. As¨ª que el Madrid se defendi¨® sin apuros, aprovision¨¢ndose bien atr¨¢s, con Ramos y Varane sin desatenciones y Carvajal poniendo el factor energ¨¦tico. Kovacic arrim¨® el hombro en la primera vigilancia de Messi. Ah¨ª hay algo m¨¢s que un suplente ejemplar.
Ese choque de imperfecciones igual¨® mucho las oportunidades, que se dispararon cuando apareci¨® la fatiga. Un tiro forzado de Luis Su¨¢rez y una falta y un remate sobre la marcha de Messi resumieron las del Bar?a, que no fueron clamorosas, ante del descanso. En el Madrid, Isco, todocampista, firm¨® un remate al lateral de la red tras adornarse con dos recortes y Bale tampoco tuvo tino en un zurdazo sobre la marcha que rechaz¨® Ter Stegen y en un cabezazo casi de coronilla. Necesita urgentemente cambiar su metabolismo porque ya no le quedan demasiados escondites. En el Camp Nou jug¨® como segunda punta, el puesto que un d¨ªa quiso negociar por el club, sin encontrarle ¨¢ngulos muertos a la zaga del Bar?a. Su irrelevancia es cada d¨ªa m¨¢s visible, m¨¢s visto el estir¨®n de Asensio, pero con todo estuvo por encima de Benzema, muy bajo de latidos.
En la parte final de la primera mitad subi¨® la agitaci¨®n, porque Jordi Alba se alarg¨® mucho por la izquierda, pero Luis Su¨¢rez ha pasado por ¨¦pocas m¨¢s fruct¨ªferas y Deulofeu sigue pareciendo ese genio que lo ha dejado todo a medias, en el Bar?a y fuera de ¨¦l.
De la calma a la tempestad
Un accidente dio la vuelta a los acontecimientos. Isco fue pisando la orilla del ¨¢rea hasta que apareci¨® Marcelo, cuyo centro lo mand¨® Piqu¨¦ a su propia puerta. El madridismo no hubiese elegido otro autor de haber sido consultado en refer¨¦ndum. Y entonces s¨ª salt¨® por los aires el partido. El Bar?a se sinti¨® obligado a rectificar y el partido se llen¨® de espacios para el Madrid. Deulofeu err¨® una magn¨ªfica oportunidad. A Carvajal le sac¨® bajo los palos el segundo tanto Jordi Alba despu¨¦s de que Benzema desmayara a Piqu¨¦. Keylor le par¨® un cabezazo a Luis Su¨¢rez. Y en medio de ese ajetreo lleg¨® Cristiano.
El partido era claramente del Madrid, que definitivamente ha sido tomado por sus centrocampistas, Kovacic (fue una l¨¢stima su lesi¨®n) e Isco especialmente. Pero el Bar?a mejor¨® con su revisi¨®n en el banquillo. Denis Su¨¢rez fue mucho m¨¢s que Deulofeu, Sergi Roberto ofreci¨® m¨¢s vigor que Iniesta. En tres minutos Cristiano fall¨® una chilena y le anularon un gol, la tuvieron Marcelo y Busquets y De Burgos vio penalti en un piscinazo de Luis Su¨¢rez que no perdon¨® Messi. Ah¨ª s¨ª est¨¢bamos ante un Cl¨¢sico en plenitud. M¨¢s cuando Cristiano remat¨® espectacularmente una contra del Madrid y vio luego la segunda tarjeta injustamente (la primera fue por quitarse la camiseta) por una simulaci¨®n que solo vio De Burgos, que no est¨¢ para partidos de este calado. Con diez, Asensio congel¨® el Camp Nou con otro golazo. No hay freno para este Madrid ni en Europa ni en Espa?a.