El Sevilla se lleva el Antonio Puerta venciendo al Roma
Correa y Mercado se lesionaron en el debut de Nolito, anot¨® el segundo gol, y Jes¨²s Navas. El primer gol del equipo hispalense fue de Escudero.


El Sevilla se llev¨® el noveno Trofeo Antonio Puerta tras imponerse al Roma de Monchi por 2-0. Escudero y Nolito hicieron los dos tantos sevillistas en una segunda mitad en la que banda izquierda de Nervi¨®n funcion¨® a las mil maravillas.
Aline¨® Berizzo un once con un ¨²nico fichaje, Banega. Sin embargo, la fatalidad se ceb¨® con el Sevilla en la primera mitad y dos hombres que apuntaban a titulares el mi¨¦rcoles en la Champions cayeron. Correa se fue por problemas musculares y Mercado con un golpe en la rodilla.
Nolito y Corchia, ahora s¨ª dos fichajes, los suplieron. En cuanto a juego, el orden se impuso sobre la creatividad y ambos equipos s¨®lo llegaron a porter¨ªa con tiros lejanos. Los italianos lanzaron buenas contras, pero ninguna culmin¨® en ocasi¨®n clara. A Sevilla y Roma parec¨ªa pesarles demasiado las piernas y ninguno quiso arriesgar m¨¢s de la cuenta.
El segundo acto comenz¨® m¨¢s animado. El romanista Defrel se top¨® con el palo de la porter¨ªa sevillista y Krohn Dehli replic¨® con un cabezazo picado. Fue la ¨²ltima acci¨®n del dan¨¦s antes de ser sustituido por Jes¨²s Navas, que arranc¨® una sonora ovaci¨®n de la grada sevillista. El palaciego incluso se re¨ªa de como atron¨® el c¨¢ntico con su nombre desde todas las gradas del S¨¢nchez Pizju¨¢n.
Con Navas en un flanco y Nolito en el otro, el partido adquiri¨® una velocidad que no hab¨ªa tenido antes. Las llegas a ambas ¨¢reas fueron constantes, hasta que Nolito ley¨® bien una jugada por la izquierda para aguantar la llegada de Escudero, que luciendo el brazalete de capit¨¢n hizo el 1-0. El Roma quiso llegar y tuvo acercamientos, pero el Sevilla contaba con la motivaci¨®n de un Nolito que quer¨ªa estrenarse con su nueva camiseta. Y lo hizo en el 89 con su cl¨¢sica jugada, recorte desde la izquierda y tiro cruzado con la derecha. El Trofeo Antonio Puerta se iba a quedar en Nervi¨®n y ni el postrero gol de Dzeko lo evit¨®.