El Athletic se gusta en el derbi
El equipo de Valverde se pone a 4 puntos de la Real en la tabla. Se quit¨® la psicosis fuera en el mejor escenario posible. Marc¨® Ra¨²l Garc¨ªa, de penalti, y Williams tras un fallo de Odriozola.


El Athletic se fue de Anoeta a lo grande: con victoria, la Real a cuatro puntos (a uno del Villarreal aunque con un encuentro m¨¢s) y el sue?o de Champions no tan en la utop¨ªa. Y, de paso, con Be?at en el podio de un estadio que no es uno m¨¢s. No dej¨® navegar a un rival habitualmente abanderado por su centro del campo. Fue un derbi muy marchoso, con el equipo de Valverde ordenado, vertical¨ªsimo, alegre en la circulaci¨®n, sin disidentes y hasta con m¨¢s fervor que la Real. Solo Munian parec¨ªa desenchufado. Esta vez, ante un duelo de rivalidad provincial, con la meta europea en el horizonte, s¨ª hubo conjura rojiblanca a domicilio, con un bloque enorme en la lectura de juego, cuando puls¨® el bot¨®n de pausa o activ¨® el de hipervelocidad¡ Se acab¨® la psicosis lejos del abrigo de San Mam¨¦s. En el mejor escenario posible.
Valverde hizo una declaraci¨®n de intenciones desde el once de salida: Arrizabalaga, sin m¨¢s demora, a anidar bajo el marco. Es su apuesta y no est¨¢ para rodajes postraum¨¢ticos. Es un talism¨¢n, tiene flor y el cari?o de la afici¨®n. El chaval meti¨® una buena mano en un remate a bocajarro pero tuvo dos errores gruesos en la periferia del ¨¢rea peque?a. S¨ª prefiri¨® reservar de salida a Aduriz, por la lluvia incesante y lo r¨¢pido que estaba el campo, ya que ah¨ª se mueve como un cohete Williams, anclado de nueve. Hab¨ªa siete canteranos a un lado, el local, y nueve al otro. ?chale un galgo, 16 entre ambos equipos, a ver qui¨¦n puede pintar un cuadro parecido.
El derbi comenz¨® a todo tren, con la invitaci¨®n de la humedecida alfombra de Anoeta a desbocarse con el bal¨®n. Se sent¨ªa a gusto ah¨ª el Athletic, aunque el primer aviso fue txuri-urdin: Kepa hizo un recorte y control hacia dentro para cogerla en el ¨¢rea en el minuto diez, pero no le sali¨® bien y ese recurso origin¨® una ocasi¨®n de peligro por parte de Juanmi, que fue r¨¢pido a la presi¨®n. Todo discurri¨® muy igualado hasta pasado el primer cuarto de hora, cuando los visitantes agarraron las correas del derbi y galoparon a su lomo. Los tri¨¢ngulos de la sala de m¨¢quinas Xabi Prieto, Zurutuza e Illarramendi sosten¨ªan un pulso precioso con Be?at, San Jos¨¦ y Ra¨²l Garc¨ªa. El momento m¨¢s feliz del Athletic estaba por llegar. En el minuto 17, una peinada de Ra¨²l Garc¨ªa tras pase largo dej¨® un lujo de pelota a Be?at, que se la devolvi¨® y oblig¨® a parad¨®n de Rulli, tras sacar el pie como si tuviera una pierna extensible. Con la posesi¨®n, los leones hicieron sufrir a la Real, porque este equipo con sello Eusebio padece sin bal¨®n. Cinco minutos despu¨¦s ambos protagonistas se aliaron de nuevo en una falta, pero el bal¨®n sali¨® fuera por estrecho margen. Lo rondaba el Athletic, cuando otros d¨ªas no gritaba ni ese uyyy.
Una mano clara de Illarra permiti¨® al omnipresente Be?at sacar de nuevo un bal¨®n que pein¨® Laporte y lleg¨® a Yeray; Xabi Prieto meti¨® un pie absurdo y provoc¨® un penalti tonto. Rulli pis¨® el punto de penalti para despistar a Ra¨²l Garc¨ªa, pero este, con cierta fortuna porque casi se la caza el meta argentino, emboc¨®. Portazo a casi 500 minutos sin ver puerta fuera en Liga. En jugada iba casi una vuelta, faltaba una semana, desde el Bernab¨¦u (Lekue), pero ese es otro cantar.
La Real sali¨® m¨¢s convencida en el segundo tiempo. El Athletic se palpaba e intu¨ªa que hab¨ªa que parar el partido, que Be?at y San Jos¨¦, gran trabajo del navarro, aglutinasen el juego, porque el enemigo crec¨ªa desde la posesi¨®n. El primero avanz¨® unos metros para aparecer m¨¢s y tratar de cincelar esos ¨²ltimos pases. Coloniz¨® el eje del campo y poco a poco fue moldeando un conjunto redondo. Estaba pendiente la carta de Aduriz y su poder de magnetismo en piel propia e intimidatorio en la ajena. Frente a eso, la Real dej¨® sensaci¨®n de que depende mucho de Zurutuza.
Una cesi¨®n horrible de Odriozola habilit¨® a Williams, listo y escurridizo como una anguila, para robarla y firmar un golazo. Hab¨ªa que meterla. El canterano es un p¨¦simo vecino: ha marcado dos a la Real este a?o y uno al Eibar, ese es su bot¨ªn de tres goles. Aduriz sali¨® para la media hora final, para meter pausa, aguantar y generar faltas. Despu¨¦s se pos¨® a ras de c¨¦sped, en forma de ocasiones de gol, el vendaval que arreci¨® y andaba de gira por todo el estadio. El propio I?aki tir¨® un ca?o a I?igo Mart¨ªnez, al que le ven¨ªan todos los aviones, y el cuero golpe¨® en Navas, que involuntariamente mand¨® al poste golpe¨®. Poco despu¨¦s Aduriz encar¨® a I?igo y otra vez neg¨® la madera, no alcanz¨® el rechace Williams por poco. En el minuto 71, Anoeta se encendi¨® por una muy leve carga de Navas sobre B¨®veda en el ¨¢rea al rematar un gol que no fue dado por v¨¢lido. Del convoy de Eusebio solo hab¨ªa al final migas. Como un remate de I?igo al larguero tras c¨®rner. Escaso material contra un Athletic bien sostenido en el andamio del medio campo.