Hay f¨²tbol entre las trincheras (1914)

Tambi¨¦n en Navidad ha habido f¨²tbol. En Navidad recibi¨® el Madrid a los comunistas del Partizan de Belgrado, nada menos, en 1955, en la primera Copa de Europa, para ganarles 4-0. (A la vuelta las pas¨® canutas, sobre la nieve de Belgrado, v¨¦ase el dia 29 de enero). En Navidad jugaba el Bar?a, durante muchos a?os, un partido matinal, con el prop¨®sito, que entonces se ve¨ªa loable pero que hoy ser¨ªa indefendible, de que el padre se llevara a los hijos mientras la madre preparaba tranquila la comidad de Navidad. Eran partidos en los que invitaba a equipos extranjeros y de gran atractivo en tiempos en que apenas se ve¨ªa otro f¨²tbol que el propio.
Pero los m¨¢s c¨¦lebres partidos en este d¨ªa se disputaron en 1914, en plena Primera Guerra Mundial, entre las l¨ªneas de trincheras que separaban a las tropas inglesas de las alemanas. La feroz guerra tuvo una tregua navide?a, seg¨²n se fue sabiendo despu¨¦s por las cartas que enviaron los soldados de uno y otro bando a sus casas. En la noche del 24, en las trincheras de los alemanes se escucharon algunos villancicos cantados por los combatientes, singularmente el m¨¢s bello de todos, Noche de paz. En respuesta, tambi¨¦n se cantaron villancicos desde las trincheras inglesas. La sorpresa, seg¨²n describi¨® un brigada escoc¨¦s en carta a su casa, fue que a la ma?ana siguiente aparecieron, desarmados, andando por la tierra de nadie, soldados alemanes portando cajas de cigarrillos y algunos regalos. ??Qu¨¦ hacer? ¡ªse preguntaba el brigada en la carta¡ª. ?Dispararles? No se puede disparar a hombres desarmados.? Los soldados intercambiaron regalos y concertaron un partido de f¨²tbol para festejar el encuentro y la Navidad.
Lo mismo ocurri¨® en varias zonas del frente, seg¨²n testimonio de un reportero del Manchester Guardian, que en su cr¨®nica publicada el d¨ªa 26 describe c¨®mo ?cada acre de terreno ¨²til para el juego existente entre las dos l¨ªneas de trincheras fue ocupado por el f¨²tbol?. El d¨ªa de A?o Nuevo, un mayor del ej¨¦rcito ingl¨¦s explica que el d¨ªa de Navidad su regimiento, de nombre Saxons, jug¨® un partido contra un regimiento alem¨¢n, al que habr¨ªa vencido por 3-2. El mismo d¨ªa, otro oficial brit¨¢nico explica c¨®mo rechaz¨® la idea del partido, porque en su zona de operaciones el terreno entre ambas trincheras estaba demasiado roturado por los ca?onazos y no hab¨ªa manera de encontrar un espacio suficiente para ello. Multitud de muchachos escribieron con emoci¨®n a sus casas sobre los hechos de ese singular d¨ªa de Navidad. Uno de los relatos explica que en su partido hab¨ªa un trofeo en disputa, una liebre, que ganar¨ªa el equipo alem¨¢n.
Luego volver¨ªan los tiros. Aquella fue una guerra terrible que dur¨® casi cuatro a?os m¨¢s y dej¨® espantada a la humanidad. Pero el f¨²tbol hab¨ªa sustituido por un d¨ªa a las balas. La l¨¢stima fue que para el a?o siguiente la oficialidad de uno y otro lado de las trincheras tom¨® las disposiciones oportunas para que tal cosa no se repitiera, de manera que aquello qued¨® circunscrito a la Navidad de 1914.