Isco apunta, Cristiano dispara
Sensacional partido del malague?o y hat-trick del portugu¨¦s. El Madrid distancia al Atl¨¦tico, que s¨®lo apret¨® al principio de la segunda mitad, a nueve puntos</br><a title="Fiesta de celebraci¨®n del Atl¨¦tico de Madrid: recorrido y horario" href="/futbol/2018/05/17/uefa/1526583025_415313.html">Fiesta de celebraci¨®n del Atl¨¦tico de Madrid: recorrido y horario</a>


Dif¨ªcilmente encontrar¨¢ Zidane un partido que realce m¨¢s su figura. Fue el Madrid m¨¢s colectivo que se recuerda en tiempo, adornado por los goles de Cristiano, por un Isco de gran lujo, por dos centrales impenetrables y por un Kovacic crucial. Todo sac¨¢ndole un empate en intensidad al Atl¨¦tico, cuyo coraz¨®n fue enorme pero que acab¨® perdiendo a sus estrellas por el camino en el festival blanco y ahora se ve a nueve puntos de un l¨ªder de hierro.
Al margen de varios tomos en la historia del Atl¨¦tico, Simeone dejar¨¢ en el f¨²tbol espa?ol la singularidad de envolver cada partido con la atm¨®sfera de una final. M¨¢s en un derbi, m¨¢s en el ¨²ltimo de Liga en el Calder¨®n. Esa condensaci¨®n del ambiente le dio diez minutos de furia al Atl¨¦tico, con cuatro centrocampistas bien agrupados y dispuestos a que al Madrid se lo llevaran las aguas bravas. Pero ganado el asalto ambiental, perdi¨® el geoestrat¨¦gico.
Zidane plante¨® una restauraci¨®n en el Madrid, desmantelando ese ataque de tres que a menudo holgazanea sin bal¨®n y colocando a Lucas V¨¢zquez y Bale como centrocampistas perif¨¦ricos con una buena carga de trabajo e Isco como verso libre. La lectura del partido del malague?o fue ejemplar. Sirvi¨® de enganche con el Madrid al galope y de primera salida de pelota cuando el Atl¨¦tico apretaba las tuercas. Simeone puso a sus centrocampistas con tricornio sobre Modric, portador de la partitura. Al croata le esperaban ah¨ª. A Isco no. A su arranque de personalidad y a la incapacidad del Atl¨¦tico para detectarle se agarr¨® el Madrid para ir domando a un adversario en el que el sacrificio es rutina y no excepci¨®n.
Oblak le sac¨® un cabezazo a Cristiano tan sobre la l¨ªnea que el portugu¨¦s pidi¨® el libro de reclamaciones. Y poco despu¨¦s le detuvo un remate cruzado a Modric. La figura transgresora de Isco, no siempre bien entendida, no siempre en su verdadero papel, hab¨ªa apaciguado al Atl¨¦tico. A la lona, en cambio, lo mandar¨ªa Cristiano, que hab¨ªa extraviado el gol, hecho que por ins¨®lito en su carrera le desconcierta. En su caso es peor que lo que le pasa no saber explicarse por qu¨¦ le pasa. En el Calder¨®n, de golpe, se le abrieron el cielo y la barrera en una falta lanzada sin demasiada pericia pero que se col¨® por la rendija que abrieron Savic y Gabi. El roce en la cadera del montenegrino fue veneno para Oblak. Ocho minutos despu¨¦s estuvo a punto de repetir, en servicio estupendo de Isco.
El Madrid demostr¨® entereza en las estrecheces, hasta convertirse en una potencia sin bal¨®n. Varane y Nacho, sus centrales suplentes, arroparon estupendamente al equipo. Tambi¨¦n los laterales, esta vez auxiliados por Lucas V¨¢zquez y Bale. Y por Kovacic, que ha roto en magn¨ªfico centrocampista multiusos. Dio la impresi¨®n de que el Atl¨¦tico defend¨ªa un talante y el Madrid, un plan. Keylor se fue al descanso sin nada que parar porque todo muri¨® lejos de ¨¦l. Sin la pelota, con un d¨¦ficit estructural, el Atl¨¦tico lo fio todo a encontrar a alguno de sus velocistas, pero el Madrid del derbi tuvo piel de elefante, firmeza y atenci¨®n. Meti¨® bajo tierra a Griezmann y Torres y levant¨® una pared ante Juanfran y Filipe Luis.
El temporal rojiblanco
Del vestuario, tras el descanso, volvi¨® otro Atl¨¦tico. Tambi¨¦n otro Madrid. El equipo de Simeone recuper¨® los planos del partido, se apoy¨® en Carrasco y Koke, ensanch¨® el campo, le dio aire a la pelota, descoloc¨® al Madrid. Recuper¨® el f¨²tbol, en definitiva. Tuvo fiereza, pero tuvo sentido. En cinco minutos se asom¨® tres veces al balc¨®n del gol, con un disparo de Carrasco y dos de Griezmann. Y en cuanto Simeone intuy¨® que amainaba el temporal, tras dos remates de Carvajal y Bale, aviv¨® los fogones con los cambios: Correa y Gameiro. La caballer¨ªa ligera frente a un Madrid verdaderamente encogido, con sus centrales como redentores en medio de un Calder¨®n en llamas. Pero tambi¨¦n con un porvenir en la contra. El mundo de Cristiano, que sac¨® de pista en un sprint a Savic y esper¨® dentro del ¨¢rea a que le mandara imprudentemente al suelo. Cristiano frente a Oblak. Como en Mil¨¢n y con el mismo resultado. Luego Isco y Bale prepararon el tercero y Cristiano ech¨® el tel¨®n a un partido que dispara al Madrid en la Liga, que desesperanza al Atl¨¦tico, que relanza a Cristiano y que confirma a Isco como figura central del equipo. Asistir¨¢n pronto a su renovaci¨®n.