Golazo decisivo de Modric en el repaso de Croacia a Turqu¨ªa

A lomos de un Modric genial, autor de un gol de bandera, Croacia debut¨® con un mensaje autoritario hacia Espa?a y el resto de grandes selecciones, que ya saben que hay equipo en los de Cacic como para incluirlo en su selecto club de candidatas. Los croatas llegan potentes de motor y sin deterioro de ruedas a esta Eurocopa. M¨¢s bien tiene pinta de que puedan rodar como un deportivo y no como un utilitario.

A Croacia le empezaron a salir las cosas seg¨²n fueron levantando la mano sus principales artistas. Con Modric m¨¢s retrasado que en el Madrid y Rakitic m¨¢s adelantado que en el Bar?a, consecuencia del 4-2-3-1 de Cacic, demostr¨® orden con bal¨®n y continuidad en una idea. Su partido fue excelente, de hecho. La puerta la abri¨® casi siempre el mismo, el lateral derecho Srna. Enfrente tuvo a Arda y el veterano del Shakhtar supo defenderle como mejor funciona ante alguien as¨ª: atac¨¢ndole permanentemente. De sus buenos centros por la derecha empez¨® a aflorar el peligro croata, no tanto por Mandzukic como rematador sino por los rechaces que provocaba semejante bater¨ªa de compromisos para los centrales. Badelj tuvo el gol en uno.

El encuentro se puso serio. Cada salto a¨¦reo fue transformado en incidente diplom¨¢tico y volaron codos y cabezas. Turqu¨ªa empez¨® a notar que las patas se le resquebrajaban, pese a no sufrir. Sus opciones pasaban por una de esas olas de locura por las que tan bien surfea. S¨®lo pudo coger una, pero lo suficientemente peligrosa como para hacer a Subasic corregir sobre la l¨ªnea el remate de cabeza de Tosun.

Estaba el encuentro encerrado en una l¨¢mpara que s¨®lo un genio pod¨ªa frotar. Ese genio fue Modric, qui¨¦n si no, que empalm¨® al borde del ¨¢rea otro rechace de Babacan para dibujar un gol de los reservados s¨®lo a unos cuantos. La diferencia entre los dos equipos era mayor que esa, pero al menos el gol permiti¨® una digesti¨®n m¨¢s tranquila a Croacia en su debut. Terim meti¨® a Volkan Sen y cambi¨® de banda a Arda, al que la velocidad del partido le superaba como ¨²ltimamente. Tampoco hubo mucha reacci¨®n turca.

Srna sigui¨® excavando por la derecha como una tuneladora y pudo marcar dos veces, una de ellas con un lanzamiento de falta al larguero. Es en estos partidos cuando se extra?a que a sus 33 a?os Srna nunca haya jugado en una gran liga. Condiciones tiene como para haberlo hecho.

A Croacia no le bastaba con un trozo de tarta, la quer¨ªa entera. Incluso se sum¨® al convite Perisic por la izquierda con otro remate al larguero que pudo liquidar el encuentro. Si algo hay que criticar a los croatas en su debut fue la falta de pegada arriba para cerrar el choque antes. Turqu¨ªa estaba lejos de la orilla, pero a¨²n le quedaba fuerza para nadar. Lo intent¨® su t¨¦cnico quit¨® sin Arda, pitado por unos y otros, pero con Burak Yilmaz y la joven joya Emre Mor. No result¨®. Croacia, ilustre meritoria en otras ediciones, parece tener ya la voz lo suficientemente grave en esta. La voz de Modric, de hecho. La voz de una selecci¨®n que aspira a todo en Francia.