Rub¨¦n Castro y Musonda pueden acelerar el despido de Neville
El Betis tambi¨¦n tumb¨® al Valencia con un tanto del ariete y la magia del belga, le coge en la tabla y le condena a luchar por la salvaci¨®n. Goles anulados a Molina y Mustafi.

Pinta de cad¨¢ver para este Valencia y tambi¨¦n de un entrenador, Gary Neville, que si no fuera por su amistad con Peter Lim ya andar¨ªa hace tiempo camino de Inglaterra porque no ha ganado un partido de Liga: a 12 alargan esa p¨¦sima racha los valencianistas. El Betis le gan¨®, le super¨® en la tabla y le traspasa los miedos y las prisas si es que estas no asfixiaban ya al equipo de Mestalla. Merino, confirmado sin reservas por el nuevo presidente ?ngel Haro, gana por contra su primer partido en esta nueva etapa y pone fin a una seriede nueve encuentros ligueros sin sumar de a tres. Heli¨®polis respira gracias al d¨¦cimo gol liguero de una estrella goleadora que vive malas rachas pero no se apaga aunque pasen los a?os: Rub¨¦n Castro.
A este Betis le alumbran Rub¨¦n, Ad¨¢n y su actitud. Ni siquiera la remodelaci¨®n invernal de su banda derecha, con los r¨¢pidos Montoya y Musonda titulares a las primeras de cambio, ha dotado de m¨¢s desequilibrio a un equipo que tuvo que esperar casi al descanso para hilar su primera jugada de peligro. Van Wolfswinkel tir¨® al mu?eco. Merino e decidi¨® alinear dos delanteros para tratar de paliar la falta de gol, pero como si pusiera 15: el problema es que le cuesta un mundo llevar la pelota a los puntas. Animoso pero tal vez abusando del bal¨®n, el chaval belga Musonda dej¨® en su debut algunos detalles de calidad. Agrad¨®: que es mucho para un chaval de 19 a?os.
A arreones, sin continuidad, el Valencia merode¨® el gol antes que el Betis. A la primera, Mustafi remat¨® mal solo que estaba como la una ante Ad¨¢n porque se crey¨® en fuera de juego. Poco despu¨¦s, Andr¨¦ Gomes mand¨® un chutazo cerca del palo izquierdo. El portugu¨¦s romp¨ªa l¨ªneas con facilidad pero le secundaban poco. Decepcionante el estreno en la titularidad de Cheryshev, m¨¢s trabajador que inspirado.
Jug¨® con m¨¢scara Barrag¨¢n. Una met¨¢fora de un equipo que se esconde, el de Neville. Que cuando quiere se impone a la mayor¨ªa de rivales pero que parece no querer. Si aprieta llegan ocasiones como la que fabricaron Gay¨¤ (suplente pero en el campo por una lesi¨®n de Siqueira) y Negredo a poco de la reanudaci¨®n. Su disparo, en gran posici¨®n, se fue desviado. Si desfallece, al equipo ch¨¦ le hacen un gol de donde parec¨ªa no haber nada: la coge Rub¨¦n, la pone a Musonda, ¨¦ste a Ricky y al holand¨¦s le sale un mal tiro pero una gran asistencia al astuto 24 (1-0, 50'): segunda conexi¨®n holandesa-canaria por cierto en los dos ¨²ltimos partidos.
Pudo empatar en dos ocasiones claras Negredo, la primera instantes despu¨¦s de que se inaugurase el marcador, pero el ariete madrile?o anda ausente, sin fe. Vargas la sac¨® bajo palos una pelota y el que s¨ª marc¨®, dentro del campo tras el rosario de cambios, fue Jorge Molina. Se lo anularon por fuera de juego, igual que ocurri¨® en los ¨²ltimos instantes con un cabezazo a la red de Mustafi. Si lo estaba era por muy poco, pero es que nadie rechist¨®. No hay ni car¨¢cter. Ad¨¢n, en el ¨²ltimo instante, le salv¨® el empate a Rodrigo. El portero es la otra pieza verdiblanca para creer en la salvaci¨®n.
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