El octavo terrorista fue visto cerca del estadio
Fuentes del Ministerio del Interior belga no descartan que Abdeslam tuviera como objetivo atentar durante el partido de Espa?a.

El B¨¦lgica-Espa?a fue suspendido porque la ¨²ltima vez que se vio a Salah Abdeslam, el terrorista huido de los atentados del viernes en Par¨ªs, fue el s¨¢bado junto al estadio Rey Balduino, en Bruselas. Sus secuaces se inmolaron en las puertas del Stade de France. La Polic¨ªa de B¨¦lgica teme que el yihadismo radical haya decidido atentar en los estadios. Un cambio de estrategia que se fragu¨® en el barrio belga de Molenbeek, nido del Estado Isl¨¢mico en Europa.
Fuentes del Ministerio del Interior belga no descartan que Abdeslam tuviera como objetivo atentar durante el partido de Espa?a, motivo por el que fue cancelado. As¨ª lo confirm¨® el viceprimer ministro, Didier Reynders: ¡°El partido se suspendi¨® por motivos de seguridad. La amenaza terrorista es real¡±.
La Polic¨ªa belga obtuvo la declaraci¨®n de dos detenidos que sit¨²an a Salah Abdeslam en Bruselas. Uno de ellos, Mohamed Amri, confes¨® que el s¨¢bado dej¨® a Abdeslam cerca del estadio. El otro detenido, Hamza Attou, afirm¨® que le llevaron hasta el barrio de Molenbeek. El barrio belga segu¨ªa ayer tomado por la Polic¨ªa y por los medios de comunicaci¨®n. La alcaldesa de la Comuna de Saint Jean Molenbeek, el barrio en el que naci¨® Kompany, el jugador del Manchester City, es Fran?oise Schepmans que lamenta ¡°la estigmatizaci¨®n del barrio¡±.
Integraci¨®n. ¡°Hemos fallado en las pol¨ªticas de integraci¨®n¡±, dice Schepmans para justificar que su dominio sea el punto de Europa donde se concentran m¨¢s terroristas por kil¨®metro cuadrado. Ha habido vecinos de Molenbeek involucrados en los atentados de 2004 en Madrid; en el asalto al Museo Jud¨ªo de Bruselas, en 2014; en el ataque a Charlie Hebdo el pasado enero y en los sucesos del viernes en Par¨ªs. Demasiada casualidad. Pese a que ello ofenda a decenas de miles de musulmanes que viven all¨ª y que se desmarcan del yihadismo. Entre ellos Mehdi, que tiene una tienda de frutas y verduras. ¡°No todos se dejan contaminar por ideas radicales. Aqu¨ª hay m¨¢s gente buena que mala, pero debemos aceptar que tal concentraci¨®n de terroristas en nuestro barrio indica que algo malo pasa¡±. La misma conclusi¨®n a la que ha llegado el primer ministro de B¨¦lgica, Charles Michel. ¡°Es evidente que hay un v¨ªnculo entre los ¨²ltimos atentados terroristas y Molenbeek. No tenemos la situaci¨®n bajo control¡±, se?al¨®. El titular de Interior, Jan Jambon, tampoco le puso pa?os calientes al asunto: ¡°Tenemos un problema gigantesco¡±. Una enorme f¨¢brica de Citro?n marca la entrada a Molenbeek. Un estrecho canal separa los dos mundos. A un lado, la Bruselas m¨¢s cosmopolita. Al otro, como dice el taxista portugu¨¦s que nos lleva hasta all¨ª, ¡°un trozo de Islam¡±. Lo primero que te encuentras al entrar en Molenbeek es una mezquita. No es nada extra?o. En el barrio hay 21, entre ellas la m¨¢s grande de la capital belga. A pocos metros la comisar¨ªa de Polic¨ªa, con las banderas de B¨¦lgica y Francia a media asta. Otro vecino, Ayoub, que regenta una peluquer¨ªa, se lamenta. ¡°Nunca nos quitaremos la mala fama. Estos terroristas han dejado el barrio se?alado para siempre¡±. La prueba, las decenas de televisiones de todo el mundo que trabajan sobre el terreno.
Algunas se concentran frente a la casa donde viven los padres y el hermano del terrorista Salah Abdeslam, Mohamed. ¡°Si mi hermano me est¨¢ escuchando le ruego que se entregue a la Polic¨ªa¡±, dice Mohamed ante los micr¨®fonos. Hasta hace poco regentaba un bar que fue clausurado por tr¨¢fico de drogas. Los gendarmes franceses encontraron jeringuillas en el hotel Alfortville, al sur de Par¨ªs, en el que se aloj¨® Salah antes de los atentados. Otra v¨ªa de investigaci¨®n. Otro problema. El 44% de los j¨®venes del barrio est¨¢ en paro. Han crecido la delincuencia, el consumo y el tr¨¢fico de drogas. Todo junto es un caldo de cultivo para los reclutadores de yihadistas, que han encontrado una cantera de terroristas en Molenbeek.