El Oporto derrota al Bate Borisov, que nunca tuvo fe

El BATE-Oporto estuvo a la altura de lo que se jugaban ambos conjuntos. Los locales apuraban su remota ¨²ltima posibilidad de meterse en octavos y los visitantes, ya clasificados, peleaban por asegurar la primera plaza. Objetivos menores, en definitiva, que se notaron en la intensidad con la que salieron al choque. Tampoco favoreci¨® el fr¨ªo, que pareci¨® congelar a los de Lopetegui en los primeros minutos, situaci¨®n que aprovech¨® el BATE para aproximarse t¨ªmidamente al ¨¢rea de los portugueses, aunque sin apenas peligro. Pasado el primer cuarto de hora, el Oporto empez¨® a meterse m¨¢s en el partido, con un Casemiro muy aplicado en defensa y en ataque. Sin embargo, al Oporto le faltaba la chispa de otros partidos, meter una marcha m¨¢s en los metros finales. Posesi¨®n y control, pero sin peligro. Un disparo desviado de Jackson tras un gran movimiento en la frontal del ¨¢rea fue lo m¨¢s destacado de los portugueses en los primeros 45 minutos.

La segunda mitad arranc¨® con el mismo gui¨®n. Hasta que en el 56¡¯, Herrera decidi¨® cambiarlo: Casemiro rob¨® un bal¨®n en campo rival y asisti¨® al mexicano, que con un potente derechazo bati¨® a Chernik desde fuera del ¨¢rea. El gol fue el mazazo definitivo para un BATE que nunca tuvo fe. Con los locales desenchufados y sin tensi¨®n, el Oporto domin¨® el encuentro a su antojo. La poca intensidad de los bielorrusos qued¨® patente en el segundo tanto portugu¨¦s: Herrera la deja de cara dentro del ¨¢rea y Jackson, solo, ajusta su disparo al palo largo. 0-2 y 25 minutos a¨²n por delante. El Oporto, que no quiso hacer sangre, se dedic¨® a tocar y tocar, hasta que en el 88¡¯ lleg¨® el 0-3 casi por inercia. Tello aprovech¨® la pasividad de la defensa para batir a Chernik tras una nueva asistencia de Herrera. El mexicano fue el mejor del encuentro: un gol y dos asistencias.

Esta derrota deja eliminado matem¨¢ticamente a un BATE que se jugar¨¢ la tercera plaza frente al Athletic en la ¨²ltima jornada.