Mario Balotelli anda suelto
Dos goles del exuberante delantero clasifican a Italia, que barri¨® del mapa a una Alemania desconocida e impotente. La final, el domingo a las 20:45 horas en Kiev.

Italia tradicional competidora ¨¢spera y funcionarial, ha mutado en bella mariposa que revolotea alrededor de los rivales para luego picarles cual avispa. Prandelli ha armado un equipo consistente alrededor de un bal¨®n que acaricia Pirlo, acelera Cassano y acomete Balotelli, quien ayer reivindic¨® su desconcertante poder¨ªo. Alemania, por contra, tropez¨® otra vez con Italia, desaprovechando su descomunal talento.
De arranque Italia defendi¨® asim¨¦trica, con dos centrales diestros y dos laterales zurdos improvisados: el central Chiellini en la izquierda y el sinistro Balzaretti en la derecha. En Alemania, L?w situ¨® a Kroos en el carril del 8. El respeto marc¨® un inicio en el que Hummels y Schweinsteiger perdonaron. La azzurra tocaba, la arrogante Mannschaft pegaba. Hasta que Chiellini sirvi¨® un bal¨®n a Cassano (el mejor jugador del torneo de espaldas y uno que mejora todo lo que toca), ¨¦ste regate¨® a Hummels magistralmente en una baldosa y sirvi¨® un apetecible centro al ¨¢rea que Balotelli devor¨®. Alemania, sonada, respondi¨® con disparos de ?zil y Khedira.
Pero volvi¨® a ocurrir. Italia, con Balotelli acostado a la derecha y Cassano a la izquierda, recuper¨® el bal¨®n en un c¨®rner en contra. La pelota lleg¨® a Montolivo, que lanz¨® un pase al espacio, donde apareci¨® Balotelli para clavarla en la escuadra. Italia prolongaba su hist¨®rico dominio. Dos ganchos de Balotelli mandaban a la lona a Alemania. Primo Carnera tumbaba a Max Schmelling en la pelea que nunca tuvo lugar.
Divertimento. El plan de Prandelli funcionaba, el de L?w, fracasaba estrepitosamente. Jogi dej¨® en la ducha a G¨®mez, pesado como un elefante, junto al indolente Podolski. En su lugar, Klose sali¨® a proponer desmarques y Reus a encarar con descaro. Alemania comenz¨® a pisar el ¨¢rea rival tejiendo juego, pero Italia, fiel a su historia de tradicional competidora ¨¢spera y funcionarial, repleg¨® filas y redobl¨® la guardia. Los teutones bailaban alrededor de la azzurra sin r¨¦dito. Apenas un zapatazo de Reus que Buffon sac¨® con ayuda del larguero. Prandelli apuntal¨® la medular con Motta. Alemania perec¨ªa desquiciaba ante una Italia en otra fase final. Van demasiadas. El penalti final s¨®lo alarg¨® la agon¨ªa teutona.
E Italia, que lleg¨® a la Eurocopa salpicada por un esc¨¢ndalo de ama?os, como ocurri¨® en el 82 y en 2006, comienza a verse campeona. Hasta se gusta con el bal¨®n en los pies, abanderando un divertimento tantos a?os denostado, gobernada por la celestial clase de Pirlo y el descomunal Balotelli, que anda suelto.