Un Madrid de diez
Cabral adelant¨® al Levante, pero un inocente penalti de Iborra, que fue expulsado, levant¨® a un buen Madrid, con un magistral ?zil al frente. Sexto hat-trick de Cristiano. Brillante Benzema.


La Liga es del Real Madrid y s¨®lo ¨¦l puede perderla. Al menos si mantiene la actitud, juego, intensidad y presencia f¨ªsica que mostr¨® ante el Levante, que marc¨® a los cinco minutos y desat¨® un vendaval del Madrid. Si no es capaz de superar al rival por juego, lo aniquila por agotamiento f¨ªsico y mental. El nivel de exigencia al que eleva el Madrid los partidos requiere una respuesta similar del contrario si no quiere ser pasado por encima.
El Levante lo sufri¨® en el Bernab¨¦u, pero dej¨® una imagen m¨¢s que digna, supo mantenerse en pie y nunca sac¨® bandera blanca. Si se rindi¨® fue porque le obligaron a ello. Le oblig¨® la actitud y el juego del Madrid, con el magistral ?zil y Benzema en primera l¨ªnea, y los goles de Cristiano, que celebr¨® un hat-trick, y del propio Benzema, que pusieron la firma a la avalancha ofensiva de su equipo. Con esa voracidad ofensiva compens¨® el Madrid sus lagunas en defensas, esos errores por falta de concentraci¨®n que pag¨® con los goles de Cabral y Kon¨¦, justo premio para el Levante.
El triunfo del Madrid, tan merecido como trabajado, le deja con una ventaja de diez puntos sobre el Barcelona, una distancia sideral dada la igualdad que ha marcado la trayectoria reciente entre estos dos equipos.
El encuentro se consumi¨® a una velocidad enorme, con algunos jugadores pasados de revoluciones, con mucho para disfrutar, pero tambi¨¦n con mucho que ver y que pitar, y Undiano Mallenco no siempre supo hacerlo. Cometi¨® dos errores de relieve. Anul¨® mal un gol a Benzema por fuera de juego que no era y perdon¨® la expulsi¨®n a Ramos, que decidi¨® solucionar sus disputas con Del Horno d¨¢ndole una patada sin estar el bal¨®n por medio despu¨¦s de que el lateral vasco hubiera soltado un manotazo. Los dos futbolistas mantuvieron un 'di¨¢logo' a base de manotazos y patadas. Fue el ¨²nico idioma en el que se entendieron durante el partido. Poco verbo y mucho genio. No se vio la mejor versi¨®n de Ramos, que fall¨® en los dos goles del Levante, como se equivoc¨® tambi¨¦n Pepe en esas dos acciones. S¨ª acert¨® Undiano en el penalti se?alado por mano de Iborra, que se gan¨® con esa acci¨®n su segunda amarilla.
Tambi¨¦n dej¨® el partido suficientes argumentos para el an¨¢lisis t¨¢ctico. El Madrid, ahora, es un equipo que prioriza la posesi¨®n del bal¨®n y consigue que los goles lleguen como una consecuencia del juego. Ese cambio de mentalidad ofensiva se ha convertido en el mejor escudo en defensa. Cuanto m¨¢s tiempo tengas la pelota en tu poder, menos te atacar¨¢ el rival. L¨®gico. La presencia de Granero junto a Xabi Alonso ayuda a ello. Como ayuda la nueva versi¨®n de ?zil, m¨¢s participativo, m¨¢s centrado e igual de genial, y de Benzema, en movimiento contin¨²o, una bendici¨®n para cualquier pasador.
Un minuto tard¨® el Madrid en mostrar su ambici¨®n, con un tiro de Benzema que se fue alto, y cinco tard¨® el Levante en alterar el ritmo card¨ªaco de los madridistas con el gol de Cabral. La participaci¨®n de Ramos fue fundamental. Perdi¨® el bal¨®n ante El Zhar y tuvo que derribarle, originando la falta de la que naci¨® el tanto. Adem¨¢s, pein¨® el centro de Farin¨®s, impidiendo que Pepe llegara a la pelota y permitiendo a Cabral cabecear a placer. Otra acci¨®n a bal¨®n parado p¨¦simamente defendida por el Madrid y otro gol en contra.
Lleg¨® despu¨¦s el gol mal anulado por Undiano a Benzema, que estaba en posici¨®n legal. ?zil combin¨® con Cristiano, ¨¦ste toc¨® de tac¨®n y el bal¨®n lleg¨® hasta Benzema, en posici¨®n legal, sin que Higua¨ªn lo tocara. El asistente y Undiano entendieron que el argentino prolongaba el bal¨®n. De haberlo hecho, s¨ª hubiera dejado a Benzema en fuera de juego.
Lo que se vio a partir de ah¨ª fue un asedio del Madrid, una avalancha ofensiva en la que descuid¨® la retaguardia, lo que permiti¨® alguna alegr¨ªa del Levante en territorio enemigo que exigi¨® toda la atenci¨®n de Casillas. El Madrid lleg¨® por todos los lados y de todas las formas posibles. Por las bandas y por el centro, por la velocidad de sus contragolpes y, sobre todo, por juego, por posesi¨®n, por paciencia, a base de tocar el bal¨®n hasta encontrar los huecos por donde atacar o fabric¨¢ndoselos para hacer da?o al rival.
Fall¨® Higua¨ªn una ocasi¨®n clar¨ªsima y repiti¨® poco despu¨¦s, con la misma suerte. Tom¨® el relevo Cristiano Ronaldo, con un disparo de falta que esta vez s¨ª cogi¨® porter¨ªa, pero que encontr¨® a Mun¨²a. A continuaci¨®n apareci¨® Benzema y en todas las maniobras ofensivas del Madrid, o al menos en las m¨¢s brillantes, emergi¨® la figura de ?zil.
El juego del Madrid se estrell¨® contra el muro del Levante hasta que Iborra ayud¨® a derribarlo con las manos. Un penalti tan absurdo como evidente por el que se gan¨® su segunda amarilla y la expulsi¨®n. Cristiano transform¨® el penalti. Justo premio a los m¨¦ritos del Madrid, que sali¨® de los vestuarios dispuesto a solucionar el encuentro. No tard¨® ni un cuarto de hora en lograrlo.
Con apenas cinco minutos consumidos, Higua¨ªn recibi¨® de Benzema, eludi¨® con sencillez la presencia de Ballesteros y envi¨® un bal¨®n al ¨¢rea que fue cabeceado a gol por Cristiano ante la pasividad de Javi Venta y Pallard¨®, sustituto de El Zhar en el descanso. Siete minutos despu¨¦s, Cristiano lanz¨® un ob¨²s que pas¨® por encima de Mun¨²a a enorme velocidad. El portugu¨¦s volvi¨® a demostrar que pega mejor al bal¨®n en movimiento que cuando lo tiene parado en las faltas.
El tiroteo continu¨® con el buen tanto de cabeza de Kon¨¦, que aprovech¨® la err¨®nea maniobra defensiva de Ramos y de Pepe, al que respondi¨® Benzema con un golazo de enorme clase. Un tiro elegante con rosca con el que eludi¨® las manos de Mun¨²a.
Ah¨ª baj¨® el ritmo el Madrid y se firm¨® una tregua t¨¢cita que aprovech¨® Mourinho para efectuar los tres cambios. Callej¨®n, Khedira y Kak¨¢ ocuparon el sitio de Higua¨ªn, Granero y ?zil, despedido con todos los honores y con el Bernab¨¦u puesto en pie.