La violencia como secuela de los t¨®picos
Cap¨ªtulo decepcionante para el Madrid en Riazor. Su ¨²ltima media hora fue colosal, pero insuficiente para derribar a un Deportivo que aguant¨® en pie de forma milagrosa. El 0-0 final hizo saborear a¨²n m¨¢s al Bar?a su c¨®moda goleada en Palma. As¨ª, la distancia entre ambos se dispara de nuevo a siete puntos con 39 por jugar.


Sergio Garc¨ªa olvida la estela de Iniesta
Sergio Garc¨ªa e Iniesta fueron compa?eros como juveniles. Tambi¨¦n de Selecci¨®n. Sus conexiones les hicieron destacar en el Mundial Sub-20 de 2003. Eran el 8 y el 9 de aquel equipo, dos talentos que el Bar?a cuid¨® y que Van Gaal hizo debutar al un¨ªsono en un partido de Champions. Pero despu¨¦s sus caminos se han ido separando. Sergio tuvo que abrirse hueco en clubes de menor rango y, pese a que tambi¨¦n alz¨® la Eurocopa de 2008, cada vez fue divisando la figura de Iniesta con menor nitidez. En el Espanyol tampoco ha variado esta tendencia, pero al menos ante la Real sac¨® a relucir su clase con un control y un gol de bandera. Eso s¨ª, ya sin Andr¨¦s por detr¨¢s.
Ser estudiante tambi¨¦n es posible en el f¨²tbol
Marcos Gull¨®n debut¨® como titular en el centro del campo del Villarreal en Santander. El madrile?o siempre se ha caracterizado por su sensatez. Los t¨¦cnicos alaban de ¨¦l esa cualidad para entender los partidos en un puesto en el que se requiere mucha inteligencia, adem¨¢s de potencia y calidad. Y esas inquietudes tambi¨¦n persiguen a Marcos m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol. De hecho, siempre ha sido un gran estudiante y a¨²n mantiene esa constancia cursando Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas en la Universidad de Castell¨®n. Acostumbrados a escuchar que algunas promesas dejan las aulas con tanta facilidad con la que se compran un descapotable, ¨¦l personaliza todo lo contrario. Y se agradece.
Aranzub¨ªa amain¨® el diluvio blanco
El Madrid se top¨® con un tit¨¢nico Aranzub¨ªa en esa media hora final de furia con la que el conjunto blanco arremolin¨® Riazor. Fue un abuso sin premio, como otras veces en las que los de Mourinho han terminado por jugar micropartidos de corta duraci¨®n por su inexplicable abandono de entrada. En Pamplona no tuvo sentido la reacci¨®n. En Almer¨ªa tampoco. Ni siquiera fue suficiente en Lyon. Pero en ninguno de esos escenarios se vio achicar agua como hizo el Depor el s¨¢bado. En plena tormenta emergi¨® la figura de Aranzub¨ªa, esta vez s¨ª protagonista por sus paradas y no por la inusual excentricidad de marcar un gol en vez de evitarlo. El riojano es un portero de excelentes garant¨ªas para la Primera Divisi¨®n. Quiz¨¢ en sus inicios se vio desbordado al vivir la ¨¦poca m¨¢s dura del Athletic en la ¨¦lite. Tambi¨¦n pag¨® por viajar en una v¨ªa paralela a la de Casillas en las categor¨ªas inferiores de la Selecci¨®n. Pero desde hace tiempo su jerarqu¨ªa se hace o¨ªr en A Coru?a. El Madrid lo experiment¨® con amargura.
La rentable magnitud de tener un suplente implicado
El Bar?a tuvo que tirar de fondo de armario en Palma. No acostumbra Guardiola a jug¨¢rsela con los integrantes del segundo vag¨®n de su plantilla. Y es normal. Cualquier decisi¨®n que altere su afinada orquesta siempre supone bajar la altura de este Bar?a. Por eso es loable la implicaci¨®n de secundarios como Keita. De ¨¦l dijo Pep en su d¨ªa que es "la mejor persona que jam¨¢s hab¨ªa conocido en el mundo del f¨²tbol". Lo manifest¨®, seguramente, porque nunca pone una mala cara ni gesticula por su situaci¨®n. Pero Keita entiende que ser suplente de Xavi, Iniesta y Busquets es tan normal como que lo fueran un panadero o un taxista. Ese requisito -de precio incalculable en un grande- permite que cuando sale de titular disfrute como nunca. As¨ª lo hizo en el Iberostar. Y as¨ª lo agradeci¨® el Bar?a.
Javi Varas: la cualidad de prosperar alg¨²n d¨ªa
Ser bueno en cualquier actividad es dif¨ªcil, pero ser cada d¨ªa un poco mejor que el anterior lo es a¨²n m¨¢s. Extrapolando esta idea al f¨²tbol, los hay que arrancan desde muy arriba y mantienen ese nivel y los hay que parten del subsuelo y prosperan pasito a pasito. Este ¨²ltimo caso es el de Javi Varas. A sus 28 a?os, el portero del Sevilla se encuentra por fin en la tesitura de poder pelearle la titularidad a Palop. Tarde, quiz¨¢. Pero esa disciplina hormiguera con la que progresa d¨ªa a d¨ªa le ha llevado a eso y a mucho m¨¢s. El Sevilla lo fich¨® cuando era juvenil, tambi¨¦n bastante tarde, y lleg¨® a cederlo al modesto San Jos¨¦, de la Regional Preferente. A partir de ah¨ª, de lo m¨¢s bajo de nuestro f¨²tbol, de los campos de tierra y los contratos semiprofesionales, comenz¨® a escalar categor¨ªas seg¨²n fue mejorando sus prestaciones. As¨ª hasta la exhibici¨®n del pasado s¨¢bado en el Calder¨®n. Todo un mundo. Un mundo recorrido a saltos.
El Levante tiene mayor rapidez con Jefferson
El Levante estuvo agudo el pasado mercado invernal al pensar en Jefferson Montero. El ecuatoriano era un simple accesorio en el Villarreal y el club granota le ofrece ahora la oportunidad de demostrar como cedido su val¨ªa con m¨¢s minutos y mucha menos presi¨®n. En sus primeras apariciones, entrando siempre desde el banquillo, ha dotado de una rapidez poco habitual al Levante. Ese vertiginoso factor abre el abanico de posibilidades para Luis Garc¨ªa, que ya contaba con potencia, astucia y habilidad mediante el resto de sus jugadores de ataque. Y es que Montero dej¨® con pena su querida Ecuador s¨®lo con el objetivo de triunfar. No en el Madrid, al que estuvo a punto de llegar en 2007, pero s¨ª en el Villarreal y de paso en el Levante. Velocidad tiene para hacerlo. Y mucha.
El personaje: David Navarro
Hay t¨®picos que persiguen a los centrales en el f¨²tbol, desde el que se practica en la calle al de los m¨¢s glamurosos escenarios. El m¨¢s sonado es que deben ser tipos duros, a poder ser sin afeitar, llenos de cicatrices y con vistosos tatuajes. En una ¨¦poca de recesi¨®n tras la retirada de Pablo Alfaro y Javi Navarro, el valencianista David Navarro ha adquirido ese protagonismo sin necesidad. Ante el Ahletic aprovech¨® un bal¨®n a¨¦reo en el centro del campo para sacar su codo a pasear. Impact¨® en la cabeza de Llorente, como era de esperar, provoc¨¢ndole una brecha que result¨® ser un mal menor. Tan lamentable como eso fueron las posteriores malas artes del central valencianista, que qued¨® en el suelo fingiendo un choque en vez de socorrer a su v¨ªctima. Por momentos record¨® a aquel David Navarro al que la UEFA suspendi¨® durante seis meses por agredir a Burdisso en 2007. ?l dice arrepentirse de aquello. No por lo visto ayer, desde luego.