En el Molin¨®n, a tres puntos de la gloria
Los aficionados rojiblancos preparan el partido como una final.

La gloria o el infierno ser¨¢ el final del partido para un Sporting que se juega la vida ante un Recreativo que se resiste a ser un convidado de piedra en la bajada del tel¨®n liguero en El Molin¨®n.
El campo gijon¨¦s registrar¨¢ un ambiente festivo, que ser¨¢ la prolongaci¨®n de la alegr¨ªa que se respiraba ayer en Mareo, con medio millar de aficionados, con gaitero incluido, aunque en el vestuario hay consigna de no caer en la euforia, con una postura de respeto m¨¢ximo a un rival que llega a Gij¨®n en plena crisis provocada por el descenso que consum¨® la pasada semana.
El Sporting afronta el encuentro ante el Recreativo con el objetivo de sumar tres puntos que le permitan asegurar la permanencia sin tener que depender de otros marcadores. A los rojiblancos le vale hacer lo mismo que Osasuna, pero si los navarros ganan al Real Madrid est¨¢n obligados a sumar tres puntos, ya que en posibles empates con el Betis o el Getafe certificar¨ªan su descenso.
Frenar la ansiedad.
Preciado trata de frenar la ansiedad en sus jugadores, motivada por un ambiente espectacular, algo nunca vista hasta hace poco en el campo gijon¨¦s. Ni en la ¨¦poca dorada en la que el Sporting disput¨® el t¨ªtulo de Liga al Real Madrid (1979), jug¨® dos finales de la Copa del Rey (1981 y 1982) y se familiariz¨® con la Copa de la UEFA, El Molin¨®n vivi¨® un aspecto similar, con una afici¨®n volcada con el equipo. El vestuario da imagen de saber lo que se necesita para evitar el descenso, aunque los artistas que salten al terreno de juego no quieren estar pendiente de lo que pase en otros campos, aunque la referencia de Osasuna ser¨¢ inevitable.
Si en el bando local sobra euforia, en el visitante se ve una imagen desoladora, en la que el incentivo an¨ªmico no existe y s¨®lo las primas de los rivales directos del Sporting son un aliciente para medio vestuario. Lucas Alcaraz pide profesionalidad a sus jugadores en el ¨²ltimo partido de la Liga, en v¨ªsperas de castigos dictados desde el Consejo de Administraci¨®n, como el regreso en autocar y los entrenamientos que no se sabe cu¨¢ndo finalizar¨¢n.
Aparentemente, el Sporting tiene a su favor todos los factores. Los propios derrochan ilusi¨®n, adem¨¢s de una presi¨®n abrumadora que acorralar¨¢ a los que viene de visitantes. Los ajenos mezclan bajas con crisis. Pero faltan 90 minutos en los que est¨¢ en juego el paso a la gloria o el casta?azo hacia el infierno para los jugadores rojiblancos, sin que los recreativistas quieran pasar por meras comparsas, aunque para ellos el partido sea de tr¨¢mite, salvo la suculenta prima.