El fichaje que lo cambi¨® todo

El 24 de julio del a?o 2000, el f¨²tbol espa?ol entr¨® definitivamente en el siglo XXI. Aquel d¨ªa, m¨¢s de 200 periodistas acudieron al palco del estadio Santiago Bernab¨¦u para ser testigos de lo incre¨ªble? Y lo incre¨ªble, negado desde algunos foros hasta el ¨²ltimo minuto, ocurri¨®. Acompa?ado de Florentino P¨¦rez y de Alfredo Di St¨¦fano, Luis Figo despleg¨® una camiseta del Real Madrid con su nombre encima del n¨²mero 10. El fichaje se hab¨ªa consumado.
La promesa electoral que llev¨® a Florentino P¨¦rez a la presidencia del club pese a las dos Copas de Europa ganadas por Lorenzo Sanz era ya una realidad. Aquella presentaci¨®n fue el momento seminal de un modelo-proyecto-aventura que devino en lo que este diario bautiz¨® como equipo gal¨¢ctico.
Pero el fichaje de Figo no tuvo s¨®lo ese efecto efervescente en el madridismo de base y de las alturas, sino que condujo al ex equipo del portugu¨¦s, al eterno rival, al Barcelona, a un proceso de descomposici¨®n devastador. Mientras al Santiago Bernab¨¦u llegaban Zidane, Ronaldo o Beckham, por el Camp Nou aparec¨ªan Alfonso, Overmars, Bogarde, Rochemback, Geovanni? Mientras el Santiago Bernab¨¦u se llenaba con la Copa de Europa, la Intercontinental, la Supercopa, las Ligas; el Camp Nou se llenaba de deudas, de esc¨¢ndalos y de presidentes que entraban y sal¨ªan.
Ahora Figo se va al Inter de Mil¨¢n despu¨¦s de haber recogido en Madrid lo que vino a buscar: los grandes t¨ªtulos que se le hab¨ªan negado hasta entonces. Y es que Figo le debe mucho al Real Madrid, pr¨¢cticamente lo mismo que el Real Madrid del siglo XXI le debe a Figo. Un jugador que, aunque nunca bes¨® el escudo, siempre tendr¨¢ un hueco en la historia del madridismo.