Dan Beuttner, periodista de National Geographic, estudi¨® a fondo cinco regiones muy remotas en el mundo, Okinawa, en Jap¨®n; Loma Linda, en California; Cerde?a, en Italia; Ikaria, en Grecia, y Nicoya, en Costa Rica. Lugares que parecen esconder el secreto de una vida longeva. No s¨®lo eso, adem¨¢s del libro, The Blue Zones, tiene una hora un proyecto para dar a conocer qu¨¦ diferencia a estos lugares de otros en el mundo, y c¨®mo podemos alargar nuestra vida nada menos que diez a?os, que es lo primero que nos pregunta la web al entrar.

Sea como fuere, el periodista vive para este proyecto, y no s¨®lo nos da recetas, recomendaciones, sino que nos explica en nueve puntos c¨®mo podemos tener una vida mejor, m¨¢s sana y feliz. Para ello se ayud¨® de m¨¦dicos, antrop¨®logos, dem¨®grafos y epidemi¨®logos.

Hacer ejercicio

En estas zonas ir al gimnasio no es una constante, pero s¨ª hacen mucho ejercicio. Su vida es movimiento, y casi todo lo hacen andando, ir de un lugar a otro, estar con los animales, trabajar en un huerto, cortar le?a¡­ tareas del campo y del hogar que les mantienen en constante movimiento.

Bajar el ritmo

No tener prisa es una clave. Pararse varias veces al d¨ªa, hacer un alto, desconectar¡­ bajar las revoluciones del trabajo de la vida diaria para cargar el cerebro y el cuerpo. En todos estos lugares se practica la meditaci¨®n, la contemplaci¨®n, la oraci¨®n¡­ incluso la siesta nos ayuda a este objetivo. Un momento de relax para cargar todo el cuerpo.

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Tener un prop¨®sito en la vida

En Okinawa las personas tienen una palabra para esto: Ikigai, que se traduce como "La raz¨®n por la que te despiertas cada ma?ana". En algunos estudios sobre las caracter¨ªsticas de la gente feliz. En esta ciudad no existe una palabra para lo que conocemos como jubilaci¨®n, su vida transcurre sin tiempos que cumplir, siguen trabajando hasta que ellos decidan cu¨¢ndo es el momento de parar. Cada ma?ana al despertar preg¨²ntense cu¨¢l es su Ikigai.

Hara hachi bu, comer hasta estar satisfecho

No saturado. Hara hachi bu es una expresi¨®n que suele atribuirse a Confucio, y en la ciudad de Okinawa se utiliza para recordar que hay que comer hasta estar satisfecho, pero no saturado. Comer un 70-80 % de nuestra capacidad. En ocasiones ocurre que cuando comemos mucho, o demasiado, no nos podemos mover, estamos saturados, llenos, la digesti¨®n es muy pesada, nos da sue?o¡­ a estos japoneses, no.

Dieta a base de verduras y frutas

El ¨¦xito de 'Las zonas azules' se basaba en una caracter¨ªstica tambi¨¦n, su dieta, productos locales, de temporada, lo que d¨¦ la tierra, y llenos de color. No son vegetarianos, no hace falta, comen poca carne. Diferente es Loma Linda, una comunidad de adventistas que sigue una dieta totalmente vegetariana. Nos recomiendan efusivamente que si vamos a comer carne, que sea de animales de crianza libre, que se haya alimentado de pastos libres.

Una copa de vino

Una alegr¨ªa que nos dan, las uvas est¨¢n llenas de antioxidantes.

La espiritualidad

Ya sea religioso, espiritual, pero tener fe cada vez tiene mejores efectos positivos en las personas. Las emociones y los sentimientos juegan un papel clave en muchas enfermedades. La influencia positiva o negativa que ejercen las emociones en nuestro sistema inmunol¨®gico, el encargado de defender a nuestro organismo de agentes agresores, es fundamental. El fortalecimiento emocional se basa en la fortaleza espiritual, y a veces es desencadenado por el entusiasmo, optimismo, alegr¨ªa, amor, perd¨®n, caridad, integridad, autor-realizaci¨®n, etc.

La familia

En estas zonas analizadas, los habitantes centenarios viv¨ªan con sus familias.

Nuestro entorno

Qu¨¦ importante es rodearse de buenas compa?¨ªas. Si tienes deportistas a tu alrededor, har¨¢s deporte. Si tienes a tu alrededor gente que come muy sano, comer¨¢s m¨¢s sano. El optimismo se contagia, lo mismo que el pesimismo y lo mismo que ciertas conductas.