En la sociedad de nuestros d¨ªas, tan marcada por los restaurantes de comida r¨¢pida, de productos severamente procesados y de no parar quieto de un sitio a otro, el movimiento ¡°Slow Food¡± cobra una importancia vital. A esto hay que a?adirle el contexto mundial de epidemia de obesidad que se est¨¢ extendiendo en todos los pa¨ªses, tambi¨¦n en el nuestro, en el que habr¨¢ el doble de obesos en los pr¨®ximos veinte a?os.

Mientras, ciudades como Amsterdam decidieron recientemente declarar la guerra a la obesidad infantil. Amsterdam tiene la tasa m¨¢s alta de obesidad en los Pa¨ªses Bajos, y eso ha preocupado a sus gobernantes. De 2012 a 2015, el n¨²mero de ni?os con sobrepeso y obesidad ha disminuido en un 12%. Adem¨¢s, esta ciudad ha hecho lo que nadie m¨¢s ha conseguido, porque la mayor ca¨ªda de obesidad ha sido entre los grupos socioecon¨®micos m¨¢s bajos, teniendo en cuenta que el nivel de educaci¨®n y la obesidad est¨¢n profundamente relacionados.

?Es el movimiento ¡°Slow Food¡± una alternativa para luchar contra la obesidad y la comida r¨¢pida? Su principal impulsor fue el italiano Carlo Petrini, que fund¨® una asociaci¨®n en 1986, al tiempo que Mc Donalds establec¨ªa una nueva filial de sus restaurantes en la Plaza de Espa?a de Roma. Como r¨¦plica a la tendencia ¡°fast food¡±, decidieron promover la lentitud en la comida, los productos naturales, las recetas locales y el sentido del gusto, el deleite de no tener prisa. Por ello, su s¨ªmbolo es un caracol.

Por lo que hemos podido leer en su web oficial, los sistemas de producci¨®n y consumo de alimentos de hoy en d¨ªa son perjudiciales para la Tierra, su ecosistema y los que lo habitamos. Por ello defiende la gastronom¨ªa a trav¨¦s de tres ejes:

1) Bueno. El sabor y aroma de un alimento es fruto de la competencia del productor y de las materias primas y los m¨¦todos de producci¨®n que utiliza, que en ning¨²n caso deben alterar su naturalidad.

2) Limpio. El medio ambiente debe ser respetado y sostenible. La agricultura, la ganader¨ªa, la transformaci¨®n, la comercializaci¨®n y el consumo debe tomarse en consideraci¨®n. Cada etapa en la cadena de producci¨®n agroindustrial, incluido el consumo, debe proteger los ecosistemas y la biodiversidad y salvaguardar la salud.

3) Justo. La justicia social deber¨ªa perseguirse mediante la creaci¨®n de condiciones de trabajo respetuosas para el hombre sus derechos. Por ello, debemos ser capaces de generar recompensas adecuadas a trav¨¦s de la b¨²squeda del equilibrio entre las econom¨ªas y la pr¨¢ctica de la solidaridad.

Actualmente, ¡°Slow Food¡± se ha convertido en un movimiento mundial que hoy involucra a millones de personas en m¨¢s de 160 pa¨ªses que trabajan para asegurar que todo el mundo tenga acceso a una alimentaci¨®n buena, limpia y justa.

Seg¨²n indican en su web oficial, ¡°Slow Food¡± considera que la alimentaci¨®n est¨¢ relacionada con muchos otros aspectos de la vida, incluidos la cultura, la pol¨ªtica, la agricultura y el medio ambiente. A trav¨¦s de nuestras elecciones relacionadas con el consumo de alimentos podemos ejercer una influencia colectiva sobre la forma en la que estos se cultivan, se producen y se distribuyen generando, en consecuencia, un gran cambio.

El proyecto m¨¢s importante llevado a cabo por ¡°Slow Food¡± es el ¡°Arca del Gusto¡±: un censo de productos alimenticios locales amenazados de extinci¨®n. En conexi¨®n con el Arca funcionan los ¡°baluartes¡±, proyectos sobre el territorio que tienen como objetivo sostener concretamente estos productos.