Hassenforder: el campe¨®n mundial de la noche
El carism¨¢tico franc¨¦s fue profeta en su tierra, dos veces ganador de etapa en Colmar, a 37 kil¨®metros de su Sausheim natal y apenas a 11 km de Kaysers?berg.


Roger Hassenforder fue profeta en su tierra, dos veces ganador de etapa (1955 y 1957) en Colmar, a 37 kil¨®metros de su Sausheim natal y apenas a 11 km de Kaysers?berg, un pueblo con encanto votado por los franceses como su preferido en 2017, donde el carism¨¢tico exciclista inaugur¨® un restaurante con su nombre. La etapa del Tour de Francia pasar¨¢ este mi¨¦rcoles por all¨ª.
Hassenforder fue un ciclista que rebosaba calidad, que gan¨® ocho etapas y visti¨® cuatro d¨ªas el maillot amarillo en sus ocho participaciones en el Tour. "La clase en estado puro", dijo sobre ¨¦l F¨¦lix Levit¨¢n, el patr¨®n de la ronda francesa. "Un Bobet en cada pierna", en palabras del ilustre periodista Pierre Chany.
Leyendas. Pero m¨¢s all¨¢ de sus resultados y de una clase que no lleg¨® a exprimir del todo, Hassenforder fue un corredor carism¨¢tico, extravagante, bromista, juerguista¡ Los periodistas de la ¨¦poca le definieron como el campe¨®n del mundo de las 'bo?tes de nuit', de los clubes nocturnos.
Hassen coleccion¨® m¨²ltiples an¨¦cdotas y leyendas. Contaba, por ejemplo, que rob¨® siete pistolas a la Wehrmacht durante la Ocupaci¨®n, que enterr¨® en un cementerio. O que su recolecta como cazador ascend¨ªa a 1.657 jabal¨ªes. O sus temerarios juegos a la ruleta rusa, que una vez le reventaron una mano. O aquella vez que le peg¨® con la bomba a su director Magne. "Habla tanto como pedalea", dec¨ªa Levit¨¢n.
Su aterrizaje en el ciclismo estuvo a la altura del personaje que ser¨ªa despu¨¦s. El alsaciano viajaba en tranv¨ªa de Sausheim a Mulhouse, donde trabajaba como pintor, cuando se mof¨® de una carrera que se celebraba en la Plaza 14 de Julio. "Bocazas, s¨®lo tienes que intentarlo", le replicaron. Y Roger tom¨® la palabra. En la primera curva sufri¨® una ca¨ªda y se rompi¨® la boca. Pero volvi¨® a probar y probar, y en cada intento se sinti¨® mejor. "Tengo un don", pens¨®. Y aquel mismo d¨ªa se hizo ciclista.