Gallopin le coge el gusto al Tour y se impone en Oyonnax

Tony Gallopin disfrut¨® de su segunda jornada de gloria en esta 101? edici¨®n del Tour de Francia. Al maillot amarillo que se enfund¨® el pasado domingo en Mulhouse, y que luci¨® durante el D¨ªa Nacional de Francia, el activo corredor del Lotto ha a?adido la victoria de etapa en la und¨¦cima etapa: Besan?on-Oyonnax (188 km). Jos¨¦ Joaqu¨ªn Rojas fue el primer espa?ol: sexto. Vincenzo Nibali conserv¨® el maillot amarillo sin m¨¢s alteraciones que el fren¨¦tico descenso final desde la ¨²ltima cota de ?challon, que pill¨® despistado a Rui Costa, que cedi¨® un minuto y medio y pierde su plaza en el top-ten.

La escapada del d¨ªa estuvo formada por el suizo Martin Elmiger (IAM) y los franceses Anthony Delaplace (Bretagne) y Cyril Lemoine (Cofidis). Tres aventureros habituales. En el km 50 hab¨ªan acumulado siete minutos, pero no hubo generosidad en el pelot¨®n. A 47 km de la meta de Oyonnax, el campe¨®n helv¨¦tico ya rodaba solo, pero apenas ten¨ªa una ventaja de un minuto en el sube y baja final de la jornada. Era presa f¨¢cil.

Por detr¨¢s, los cazadores de etapas ve¨ªan su oportunidad. Primero saltaron Bakelants y Roche, ya liberado tras el abandono de Contador. Luego lo hicieron Gautier y Jes¨²s Herrada. Junto a Elmiger formaron un quinteto que ech¨® un pulso al pelot¨®n a falta de una treintena de kil¨®metros, en la zona m¨¢s ondulada de la jornada. En la ¨²ltima cota del d¨ªa (?challon, 3? categor¨ªa, 3 km al 6,6%), los fugados comenzaron a darse palos. Roche tom¨® ventaja y coron¨® en solitario, pero fue succionado por un grupo voraz en el descenso. Se hizo incluso un corte, provocado por el incombustible Tony Martin, que sorprendi¨® a Rui Costa.

Tras un peque?o reagrupamiento, con la carrera plenamente lanzada, salt¨® un viejo conocido: Tony Gallopin, quien tras vestir una jornada de maillot amarillo ha debido cogerle el gusto a la gloria. Rogers, Sagan y Kwiatkowski se le unieron. El pelot¨®n iba muy fragmentado. Gallopin contraatac¨® a dos kil¨®metros. Y esta vez s¨ª: el franc¨¦s cruz¨® victorioso la meta de Oyonnax, con el aliento del pelot¨®n en el cogote, pero con tiempo para alzar los brazos.

Una de las im¨¢genes de la jornada fue la de Andrew Talansky, mermado por las secuelas de ca¨ªdas anteriores, descolgado del pelot¨®n, pedaleando en solitario contra el dolor y contra el orgullo. Hab¨ªa perdido la estela del gran grupo a 82 kil¨®metros. No s¨®lo no le esper¨® nadie, sino que adem¨¢s se vio a su escuadra tirar. A 50 km ech¨® pie a tierra, se sent¨® en un quitamiedos, desolado, y habl¨® con Robert Hunter, su t¨¦cnico del equipo Garmin¡­ Y cuando todo apuntaba a otro ilustre abandono, volvi¨® a subirse a la bici y decidi¨® seguir con l¨¢grimas en los ojos. Lleg¨® a 32 minutos, dentro del control. Otro h¨¦roe.