Ni un d¨ªa de paz
Gilbert gan¨® y Valverde ara?¨® segundos antes de la temible Bola

Habr¨¢ quien se extra?e si digo que Valverde es, a dos d¨ªas del final, el ciclista m¨¢s fuerte de la Vuelta. Sorprender¨¢ a quienes est¨¦n todav¨ªa impactados por el recital de Contador y es posible que genere cierto asombro, tambi¨¦n, entre el propio Valverde y su equipo, el Movistar, el m¨¢s s¨®lido y esc¨¦ptico de la carrera.
Lo que sucedi¨® ayer no se puede interpretar como una casualidad; fue un s¨ªntoma. En una jornada plena de escaramuzas, pero sin gran batalla aparente, Valverde le quit¨® 17 segundos a Contador: ocho de la meta, seis del sprint intermedio y tres del corte final. Es posible que mirara m¨¢s a Purito que al l¨ªder, y estoy convencido de que le preocupaba m¨¢s la victoria de etapa que ninguna otra cosa. El hecho es que, en v¨ªsperas de la Bola del Mundo, Valverde es segundo a 1:35 del maillot rojo y cuenta con 46 segundos de ventaja sobre Purito.
Al igual que pas¨® en la primera semana, Valverde se ve empujado por su talento. Entonces, pese a verse l¨ªder, dud¨® de sus fuerzas por lo cargado del calendario. La tentaci¨®n ahora ser¨¢ darse por satisfecho con su magn¨ªfico rendimiento y con un segundo puesto inesperado hace tres d¨ªas. Sin embargo, la oportunidad llama a su puerta de campe¨®n y ser¨¢ dif¨ªcil que la rechace. Todos flaquean, menos ¨¦l, y la falta de presi¨®n le hace correr m¨¢s ligero y con mejor perspectiva. Si hoy lo intenta, si al menos lo prueba con determinaci¨®n, la Vuelta habr¨¢ disfrutado de su pirueta final, en¨¦simo salto mortal sin red.
Pero no adelantemos acontecimientos, no hasta el pr¨®ximo p¨¢rrafo. Lo de ayer fue un terrible desgaste que sumar a los anteriores. El recorrido dise?ado por Perico Delgado ten¨ªa todo el picante posible, pero a la jornada le fall¨® la ubicaci¨®n. Tras la exhibici¨®n de Fuente D¨¦ y en v¨ªsperas de la sierra madrile?a, no hab¨ªa ni aliento ni viento adecuado, siempre en contra.
La escapada de Toribio y Galdos (nada que ver con Don Paco) anim¨® la etapa hasta que la le?a se prendi¨® sola. Para entretenernos el retraso, bastaron ellos y el chino Cheng, el primero que disputa una Vuelta. Se le vio en cabeza, rod¨® por el suelo, sonri¨® a c¨¢mara y lleg¨® en ¨²ltima posici¨®n, m¨¦ritos suficientes para ser declarado como el corredor m¨¢s combativo de la jornada.
Valor.
Despu¨¦s, cuando la p¨®lvora marcaba el camino, Saxo Bank quiso controlar la carrera. Apenas lo logr¨®. Movistar sac¨® los tanques y el Katusha de Purito se apunt¨® al bombardeo. Contador entendi¨® en ese instante que no habr¨¢ un d¨ªa de paz hasta la Cibeles. La grandeza de su haza?a, si llega a buen puerto, ser¨¢ haber ganado sin ser el m¨¢s fuerte.
Gilbert entr¨® en meta por delante de Valverde y Purito, pero no caben lamentos si tu novia se marcha con Brad Pitt; suerte, cari?o. Hoy ser¨¢ distinto. Hoy est¨¢ en juego el mundo, la Vuelta m¨¢s hermosa que se recuerda y se recordar¨¢.