H¨¦roes, obreros y mucha defensa: las claves de la lucha por el anillo
Warriors y Celtics se enfrentan desde esta noche por el trono de la NBA. Una serie a priori muy igualada, en la que los dos tienen motivos para sentirse con muchas opciones.


Las Finales de 2022 tienen, parece obvio, una pinta excelente. Se enfrentan dos hist¨®ricos, Warriors y Celtics. Dos de los tres equipos originales que est¨¢n en competici¨®n desde la llegada de la BAA en 1946, la precuela de la NBA. El otro es New York Knicks. Dos de los tres con m¨¢s Finales (siguen a los destacad¨ªsimos Lakers) y dos de los cuatro con m¨¢s anillos: los Celtics empatan con los angelinos en la cabeza (17) y los Warriors tienen los mismos que los Bulls. En 1964, un Celtics-Warriors (4-1 verde) marc¨® el primero de los dos duelos por el anillo entre Bill Russell y Wilt Chamberlain. En 1969, con este ¨²ltimo ya en los Lakers, volvi¨® a ganar, c¨®mo no, Russell.
Se enfrenta la vieja dinast¨ªa con la nueva, los Celtics que fueron los reyes de la primera era de la NBA contra estos Warriors que son el emperador 2.0 y que llegan a su sexta final en ocho a?os. Despu¨¦s de dos sin playoffs, apartados de los focos por las lesiones y la recuperaci¨®n (f¨ªsica y mental) tras esa heroica cabalgada de las cinco Finales seguidas: 2014-19. Estas dos franquicias tiene, as¨ª, las dos mejores rachas de Finales consecutivas disputadas: las diez de los Celtics (1957-66, con nueve anillos), esas cinco de los Warriors (ganaron tres).
Pero tambi¨¦n es una Final de presente, claro. Con una sensaci¨®n de igualdad que va m¨¢s all¨¢ de su proximidad en regular season: 53 victorias los Warriors, 51 los Celtics. Tras un inicio muy malo que se alarg¨® casi hasta mitad de curso, los Celtics fueron seguramente el mejor equipo de la NBA en los tres ¨²ltimos meses de fase regular. Los Warriors comenzaron muy bien pero pagaron despu¨¦s el peaje de las lesiones. En playoffs, cuando hac¨ªa falta, han sido el equipo m¨¢s dominante, con un excepcional nivel de juego y el aroma de certeza e inevitabilidad del viejo campe¨®n. Curiosamente, no ha llegado a la Final ninguno de los cinco primeros en la votaci¨®n por el MVP, algo que no pasaba desde el (olvidado, un combate por el t¨ªtulo entre ¨¦pocas) Pistons-Blazers de 1990. Y del Mejor Quinteto solo est¨¢ Jayson Tatum. Pero en cambio, s¨ª estar¨¢n en la pista unos cuantos futuros hall of famers y jugadores generacionales. Los que siguen si¨¦ndolo en la Bah¨ªa, los que quieren escribir su propia historia con el legendario verde de los Celtics.
Estas son algunas de las claves deportivas de lo que deber¨ªan ser unas Finales apasionantes:
?QUI?N SER? CAPAZ DE ANOTAR?
El viejo axioma que se ha convertido en t¨®pico dice aquello de que los ataques ganan partidos pero las defensas ganan campeonatos. Eso volver¨¢ a ser as¨ª ahora, se imponga el que se imponga. Celtics y Warriors fueron las dos mejores defensas de la regular season. 106,2 de rating los Celtics, 106,6 los Warriors. Y adem¨¢s el dato, aunque buen¨ªsimo, es enga?oso en ambos casos. Los Warriors iban a ritmo extraordinario hasta que se lesion¨® Draymond Green, que aspiraba en el primer tramo de temporada a su segundo premio de Defensor del A?o. Acab¨® jugando solo 46 partidos, pero su impacto fue, como siempre, b¨¢rbaro: 104,2 de rating defensivo para los Warriors con ¨¦l en pista, 112 en minutos sin ¨¦l.
Los Celtis, por su parte, arrastran en su dato su mal inicio de temporada: estaban 23-24 el 21 de enero. Pero en los ¨²ltimos 46 partidos de regular season (34-12 de balance, 73,9% de victorias) tuvieron el segundo mejor ataque de la NBA y el mejor net rating (un plet¨®rico +12,7). Pero, sobre todo, tuvieron la mejor defensa con diferencia: 105,2 de rating y un abrasivo 90 si se considera solo el juego en media pista, cuando el rival ten¨ªa que jugar en est¨¢tico.
Los Celtics, adem¨¢s, son el ¨²nico equipo con balance ganador contra los Warriors desde que Steve Kerr lleg¨® al banquillo en 2014: 9-7, un 56% de victorias. Siguen los Raptors con un 42,9% (9-12) y los Spurs con un 40% en muchos m¨¢s partidos por compartir Conferencia (14-21). Los verdes tienen el personal adecuado para hacer la vida imposible a los Warriors: jugadores para cambiar del base al p¨ªvot tras los bloqueos y dos interiores (Al Horford y Robert Williams) capaces de tapiar la zona, desde donde han liberado su ataque el¨¦ctrico los de la Bah¨ªa en playoffs. Que, no por casualidad, sufrieron m¨¢s en segunda ronda (vs Grizzlies) contra Jaren Jackson y Steven Adams que en la final del Oeste, contra unos Mavericks sin intimidaci¨®n debajo del aro.
Claro que, al mismo tiempo, los Warriors son un reto mucho mayor como m¨¢quina de atacar que Bucks (sin Khris Middleton) y Heat (sin Herro y con Lowry bajo m¨ªnimos). Y, en el otro lado de la pista, son un equipo con muchas variantes, experiencia y f¨ªsico para defender. Su dato en playoffs (sexta defensa, 111 de rating) es enga?oso porque han puesto y quitado el pie del acelerador a conveniencia (los Celtics son la segunda defensa de playoffs, por detr¨¢s de los Heat). Con un defensor hist¨®rico como Green, un Stephen Curry que hace mucho que dej¨® de ser un problema atr¨¢s y especialistas como Wiggins, Payton, Porter, Looney¡
LA FUERZA IMPARABLE CONTRA EL OBJETO INAMOVIBLE
Los Warriors no han perdido en casa en playoffs: 9-0 en el primer paso de las eliminatorias por el nuevo y rutilante Chase Center de San Francisco, que ruge en niveles que a veces (al menos en las gradas superiores) recuerdan al vetusto y atronador Oracle Arena. +133 total en esos nueve partidos, una media a favor de 14,7 puntos de ventaja. Y un dato demoledor, que casi garantiza el anillo si se suma un r¨¦cord hist¨®rico que sigue abierto para el equipo californiano: 26 eliminatorias de playoffs seguidas ganando como m¨ªnimo un partido a domicilio en cada una de ellas.
Los Warriors nunca han ido por detr¨¢s en una serie en estos playoffs¡ y los Celtics se han dedicado a remontar. Empezaron perdiendo contra Bucks y Heat, en ambos casos se vieron 2-1 en contra y, en la final de Conferencia, levantaron un 3-2. Adem¨¢s, est¨¢n 7-2 a domicilio, un dato excepcional. Incluidas dos victorias de alto voltaje, pendientes de no ser eliminados: el sexto partido en Milwaukee con 3-2 en en contra, el s¨¦ptimo en Miami. Los Celtics, adem¨¢s, est¨¢n 7-0 en estos playoffs despu¨¦s de derrota y desde enero solo han perdido dos partidos seguidos una vez¡ y porque cuatro titulares descansaron en el segundo. As¨ª que se enfrentan dos m¨¢quinas de competir, una que no pierde en casa y una que gana casi todo lo que juega fuera. Veremos qu¨¦ pesa m¨¢s.
LOS CELTICS TIENEN QUE JUGAR EN MEDIA PISTA
La defensa de los Celtics es, como dec¨ªan los datos en el primer punto, hist¨®ricamente buena. Especialmente cuando se organiza y ejecuta sus esquemas en cinco contra cinco. Cuando el rival no puede correr. Pero el problema de los de Udoka en los dientes de sierra (partidos brillantes, desapariciones inexplicables) que han tenido en estos playoffs es que han permitido mucho juego en transici¨®n a los rivales. En sus doce victorias para ganar el Este, 12,8 p¨¦rdidas de media. En sus seis derrotas contra Bucks y Heat, 16,3. Jaylen Brown suma 3 p¨¦rdidas por partido, Jayson Tatum 4,3 y en total, 77 en 18 partidos. 18 m¨¢s que cualquier otro jugador en playoffs. Entre las dos estrellas verdes, 7,3 p¨¦rdidas. Un dato clave para seguir la din¨¢mica de la serie: los Warriors tratar¨¢n de presionar (sobre todo a Brown) para explotar esas lagunas en la creaci¨®n y correr. Los Celtics intentar¨¢n controlar ese flujo de errores. Cuando lo han hecho en eliminatorias anteriores, han parecido pr¨¢cticamente imbatibles.
LA PUNTER?A DE LOS SECUNDARIOS
Es evidente cu¨¢les son los grandes nombres de esta Final: Stephen Curry, Jayson Tatum, Klay Thompson, Jaylen Brown, Draymond Green¡ pero, muchas veces y cuando la igualdad domina las eliminatorias, las apariciones o desapariciones del resto de jugadores son determinantes. Especialmente, en la NBA actual, desde la l¨ªnea de tres. Los Celtics tratar¨¢n de evitar que Stephen Curry tenga tiros c¨®modos, pero, llevamos a?os vi¨¦ndolo, eso genera situaciones de cuatro contra tres que los Warriors convierten, con un pasador tan inteligente como Green, en triples liberados que, ahora, deber¨¢n meter jugadores como Jordan Poole o ese Andrew Wiggins que ha tenido rachas cambiantes en el tiro en estos playoffs. Y que, en general, est¨¢ jugando a un nivel sobresaliente. Los Warriors, en defensa, trabajan mucho por porcentajes y se sienten c¨®modos dejando tirar a jugadores que saben que pueden hacerles da?o en partidos sueltos... pero que no ser¨¢n determinantes en eliminatorias completas. Marcus Smart y, sobre todo, Derrick White, tendr¨¢n tiros liberados. Si los meten, exigir¨¢n mucho a una defensa que contar¨¢ con su irregularidad para aplicar presi¨®n sobre las estrellas de los Celtics.
LA SALUD, SIEMPRE EN EL PUNTO DE MIRA
Los Celtics acabaron al l¨ªmite la final del Este. Robert Williams entra y sale del equipo tras una lesi¨®n de rodilla que amenaz¨® con dejarle sin playoffs. Marcus Smart tambi¨¦n ha flirteado con caer definitivamente y ha estado jugando, lo dijo despu¨¦s de eliminar a los Heat, a no m¨¢s del 60 o 70%. Para los Celtics el formato es ¨®ptimo: han tenido ahora tres d¨ªas completos de descanso y la Final permite m¨¢s tramos libres entre partidos despu¨¦s de un mes de mayo agotador: 14 encuentros, nada menos que contra Bucks y Heat, once de ellos con solo un d¨ªa libre. Eso s¨ª, el nivel de carga que acumulan suele ser letal en las Finales. Solo un equipo ha sido campe¨®n tras jugar siete partidos en las dos rondas anteriores a la Final: los Lakers de 1988, que sufrieron lo indecible (otro 4-3) para batir a los Pistons.
Los Warriors, por su parte, tambi¨¦n tienen problemas: Gary Payton, Otto Porter y Andre Iguodala son duda para el arranque de las Finales. Iggy tiene 38 a?os y su participaci¨®n no deber¨ªa ir m¨¢s all¨¢ de algunos minutos de calidad que podr¨ªan ser, en todo caso, importantes. Payton y Porter s¨ª son muy relevantes en la rotaci¨®n de los Warriors, especialmente en una serie en la que necesitar¨¢n aleros fuertes para apretar a Brown y Tatum. Si arrancan la serie sin ellos, ser¨¢ un h¨¢ndicap importante para Steve Kerr. En playoffs, los Warriors llevan 16 partidos y los Celtics, 18. Pero entre semifinales y final de Conferencia, los Celtics han jugado tres m¨¢s¡ y de una exigencia mayor.
LOONEY Y EL REBOTE DE LOS WARRIORS
Pese a ser un bloque grande y f¨ªsico, los Celtics no son un gran equipo reboteador. Bucks y Heat lo han explotado. En regular season, los de Udoka se mov¨ªan en el ecuador de la NBA (16?) en porcentaje de rebotes disponible que capturaban en defensa: 72,5. En playoffs, la cifra es incluso peor: 71,2. Ahora se enfrentan a unos Warriors que han pisado el acelerador en ataque en playoffs: mejor rating ofensivo (116,1) y m¨¢s puntos por partido (114,5 por los 107,1 de los Celtics). Por el nivel de Curry, las explosiones de Klay, la circulaci¨®n de bola y la inteligencia de Green¡ pero tambi¨¦n por su capacidad para generar segundas opciones gracias al rebote de ataque.
Andrew Wiggins y Kevon Looney suman 42 rebotes de ataque cada uno, m¨¢s que nadie en las eliminatorias. Looney est¨¢ jugando a un nivel alt¨ªsimo, con una incre¨ªble mejora como reboteador que fue vital en la serie contra los Mavs: el p¨ªvot captura el 21,6% de los rebotes que est¨¢n en el aire cuando ¨¦l est¨¢ en pista. Una de las 45 mejores cifras de la historia de los playoffs. Es sencillo: los Celtics no pueden permitirse conceder opciones extra despu¨¦s de firmar buenas defensas que fuercen fallos de los Warriors.
LA EXPERIENCIA Y LA GESTI?N DE LOS FINALES IGUALADOS
Aunque se salvaron en el s¨¦ptimo contra los Heat, los Celtics no han sido un buen equipo en estos playoffs en finales igualados. Su ataque ha tendido al colapso y a regresar a vicios del pasado (demasiado uno contra uno, ninguna fluidez) y eso les podr¨ªa haber costado m¨¢s caro si no hubiera sido porque muchas veces han hecho (a las mil maravillas) el trabajo antes: son el mejor equipo de los playoffs en el segundo cuarto (+17,2 puntos por 100 posesiones). Ahora se enfrentan al gran finalizador, un equipo con el talento y la experiencia para resolver esos finales en el alambre. Los Warriors son los mejores en los ¨²ltimos cuartos de estos playoffs: han superado a los rivales por 25,4 puntos por 100 posesiones. El mejor dato de cualquier equipo en cualquier cuarto. Han ganado los ocho partidos en los que han llegado por delante al final del tercer parcial¡ y cuatro de los siete en los que han llegado por detr¨¢s.
En clutch time (diferencias de cinco puntos o menos en los ¨²ltimos cinco minutos) los Warriors han sido letales: 79 puntos en 65 posesiones (121,5 de rating ofensivo). Cuenta el talento¡ y la experiencia: los jugadores de Kerr suman 123 partidos en Finales. En los Celtics, nadie ha jugado en ninguna serie por el t¨ªtulo. Los verdes no pueden permitirse un aterrizaje lento, partidos de aclimataci¨®n y adaptaci¨®n. Tienen que estar en su mejor nivel desde el principio o se meter¨¢n en un agujero del que contra estos Warriors es casi imposible salir.
LOS OTROS ASPIRANTES HEROES
Andrew Wiggins tiene 27 a?os. Fue n¨²mero 1 del draft en 2014. No uno cualquiera: uno de los m¨¢s celebrados y esperados de siempre. Nunca lleg¨® a explotar como s¨²per estrella aunque fue Rookie del A?o en 2015 y los Wolves le dieron en 2017 una extensi¨®n de cinco a?os y 148 millones de d¨®lares. Pronto se arrepintieron, y en 2020 enviaron dos picks (una el 7 del pasado draft: Jonathan Kuminga) con Wiggins a San Francisco para llevarse, principalmente, a D¡¯Angelo Russell. Wiggins cobra 31,5 millones esta temporada y tiene garantizados m¨¢s de 33 la pr¨®ximas. Su contrato pas¨® a ser considerado un activo t¨®xico¡ pero los Warriors apostaron por ¨¦l, no trataron de traspasarlo y visualizaron su potencial como reclamation project, un jugador al que recuperar.
Wiggins no solo ha sido all star (y titular) esta temporada. Ha entendido su rol, ha aprendido a atacar en el flujo del equipo, a no forzar sus tiros y a convertirse en un especialista del trabajo sucio: defensa, rebote¡ Y en playoffs ha explotado en ese rol de obrero con trazos de estrella, especialmente en una final del Oeste en la que hizo un excelente trabajo defensivo contra Luka Doncic. Concentrado, fuerte en el rebote, f¨ªsico en defensa y esforzado por el colectivo (y con alg¨²n destello del gran anotador que tendr¨ªa que haber sido), Wiggins ha pasado de posible problema a factor X: si est¨¢ al mismo nivel que en la final de Conferencia, puede ser un elemento desestabilizador decisivo para las cuentas de los Celtics.
Marcus Smart tiene un a?o m¨¢s, 28, y fue n¨²mero 6 del mismo draft, un curso (2014) que era uno de los m¨¢s prometedores en muchos a?os y ha quedado como decepcionante. El base tambi¨¦n ha cambiado su narrativa completamente esta temporada: Defensor Del A?o y un jugador esencial en los Celtics despu¨¦s de estar en el centro de muchas cr¨ªticas en los ¨²ltimos a?os y de sonar como baza para posibles traspasos. Con fuerza incluso, aunque ahora parezca lejos, en el primer tramo de esta temporada.
Smart ha crecido much¨ªsimo como generador, ha aprendido a tomar mejores decisiones, a complementarse con los jays (Tatum y Brown), a entender su rol en ataque. En defensa, siempre ha sido un jugador importante pero ahora es trascendental, y m¨¢s en un equipo de cambios muy agresivos en el que ¨¦l puede ejercer de perfecto defensor moderno, capaz de hacerse cargo de cualquier rival, del base al p¨ªvot. Smart tendr¨¢ que encargarse de Stephen Curry como rol esencial y tendr¨¢ tiros y momentos de responsabilidad en ataque, tramos en los que si anota ejercer¨¢ de desatascador. Como Wiggins en los Warriors, a la espalda de las estrellas pero con un papel muy importante, para bien o para mal, en una batalla que se decidir¨¢ en gran parte por qui¨¦n maximiza todas sus piezas¡ y minimiza al menos unas cuantas de las del rival.