El fin de una cultura precoz: as¨ª despidieron los Nets a Atkinson
Seg¨²n revela The Athletic, Durant, Kyrie y Jordan, fueron claves en el despido de Atkinson. La situaci¨®n explot¨® en una reuni¨®n posterior a la derrota ante los Grizzlies.


"Atkinson ha creado una cultura en los Nets". Fue una de las frases m¨¢s escuchadas desde que la franquicia neoyorquina anunci¨® el despido de su entrenador el pasado s¨¢bado, despu¨¦s de una holgada victoria ante los Spurs (139-120) y un mes antes de que empiecen los playoffs. Una sorpresa a todas luces que cuadra con la din¨¢mica de una franquicia a la deriva desde los fichajes de Kyrie Irving y Kevin Durant, pero una sorpresa al fin y al cabo si tenemos en cuenta c¨®mo y cu¨¢ndo se ha producido. Atkinson sale de los Nets como el mejor entrenador de la historia reciente de un equipo hundido en 2013 por la vilipendiada gesti¨®n del margante?Mija¨ªl Pr¨®jorov, como el hombre que ha sacado del pozo m¨¢s profundo a una entidad que vuelve a estar m¨¢s que perdida en su salida y que tiene por delante un futuro incierto, por mucho que tenga a dos estrellas adimensionales en sus filas.
Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett y Brook Lopez. Ese era el quinteto de los Brooklyn Nets en 2013. Cinco hombres que formaban parte de un equipo de Play Station y que demostraron dos cosas: que el talento no dura para siempre y que las prisas no son buenas. El traspaso, impulsado por ese playboy ruso que quiso hacerlo todo y no hizo nada, signific¨® a la larga una de las peores operaciones de la historia reciente de la NBA.? El 12 de julio de 2013, Pr¨®jorov y sus prisas mordieron el anzuelo de Danny Ainge y se llevaron a Pierce (36 a?os), Kevin Garnett (37), un Jason Terry (casi 36) venido a menos y DJ White a Brooklyn a cambio de varios jugadores (Gerald Wallace, MarShon Brooks, Kris Humphries, Keith Bogans...) y (lo m¨¢s importante) tres primeras rondas del draft (2014, 2016 y 2018) m¨¢s el derecho a intercambiar la de 2017 si ese era el deseo de los verdes. Una operaci¨®n que hipotec¨® a una franquicia que no levant¨® cabeza hasta la llegada de Atkinson.
Ni Jason Kidd ni Lionel Hollins consiguieron poner en marcha un proyecto tan talentoso como caduco y que acab¨® siendo ef¨ªmero. Tras el despido del propio Hollins y el breve paso de Tony Brown, que cogi¨® los mandos hasta el final de la 2015-16, llegaba un Atkinson con un buen curr¨ªculum acad¨¦mico, aunque sin experiencia como entrenador jefe. Ayudante de Mika D'Antoni en los Knicks y de Mike Budenholzer en los Hawks, el t¨¦nico cogi¨® un equipo sin alma y empez¨® a moldear los cimientos de un proyecto, que pas¨® de ser inexistente a prometedor en cuatro temporadas. Fue mejorando, logr¨® 20, 28 y 42 victorias, jugando el a?o pasado los playoffs y robando un partido en primera ronda a los Sixers. Se hab¨ªa creado una identidad, una cultura que conectaba con un p¨²blico que entiende el baloncesto y que est¨¢ empapado en glamour. Los Nets iban a alg¨²n sitio, con D'Angelo Russell como l¨ªder All Star, un grupo joven y talentoso (Dinwiddie, LeVert, Allen...) en claro ascenso y un techo dif¨ªcil de predecir.?
Del verano al desastre
La marcha de Russell y las llegadas de Kyrie Irving y Kevin Durant daban una nueva dimensi¨®n al proyecto. Por un lado, la sorpresa se apoder¨® de la NBA en uno de los movimientos del verano (Kawhi al margen). Ambas estrellas eleg¨ªan los Nets por delante de los Knicks y pon¨ªan entre los contenders a los neoyorquinos para los pr¨®ximos a?os. Sin embargo, la cautela pronto se apoder¨®a de buena parte de los analistas: Kyrie llegaba con la reputaci¨®n por los suelos tras poner los Celtics patas arriba, y Durant estaba lesionado del tend¨®n de Aquiles y su retorno era una inc¨®gnita. Pronto se hizo evidente que las dudas eran leg¨ªtimas. Las desconexiones de Irving con el grupo no tardaron en hacerse p¨²blicas, la din¨¢mica del equipo era irregular y determinadas situaciones en las que la franquicia era un ejemplo, como el trato de los lesionados y las relaciones con la prensa, cayeron en picado. Nadie sab¨ªa nada de las molestias f¨ªsicas de Irving, la plantilla mejoraba sin ¨¦l (como en los Celtics) y la cultura que se hab¨ªa creado parec¨ªa pender de un hilo. Los Nets estaban irreconocibles.
Todo ha explotado con el despido de Atkinson, y a partir de ah¨ª se han empezado a conocer algunos de los problemas que ten¨ªa el grupo y el d¨²o formado por Durant e Irving era se?alado como responsable de la marcha del t¨¦cnico. Un art¨ªculo escrito por Shams Charania y Alex Schiffer en The Athletic ha revelado que ninguna de las dos estrellas conect¨® con Atkinson y que la situaci¨®n explot¨® tras la ignominiosa derrota de los Nets ante los Grizzlies en Brooklyn por 39 puntos (79-118). Una postrera reuni¨®n hizo evidentes las grietas que hab¨ªa en la plantilla y la distancia con el entrenador, que pidi¨® a sus pupilos que hablaran libremente tras la derrota. "Fue una conversaci¨®n honesta donde todos trataron de hacer las cosas bien", revelaba Charania. Lo fuera o no, lo cierto es que los jugadores le exigieron a Atkinson que identificara mejor los roles y jerarquizada la plantilla.
Nadie rehuy¨® de decir lo que pensaba en la charla, donde tambi¨¦n se puso en evidencia el descontento de un DeAndre Jordan que esperaba ser titular y no lo ha sido en detrimiento de Jarret Allen. El p¨ªvot, que en verano se puso de acuerdo con Irving y Durant para aterrizar en los Nets, esperaba gozar de m¨¢s minutos, y parece que esta situaci¨®n tambi¨¦n ha ido en detrimiento del t¨¦cnico, que ha querido hacer las cosas a su manera y no ha cedido en sus esquemas defensivos y ofensivos por mucho de haber visto como su plantilla cambiaba. Poco amigo de jerarquizar el ataque ha intentado imponer el juego colaborativo y el reparto de tiros a los suyos, adem¨¢s de dar cabida a Allen en el puesto de 5 por delante de un Jordan ya veterano, algo acorde a la filosof¨ªa de una entidad que daba proyecci¨®n a los j¨®venes y no tanta a jugadores que fueron dominantes en el pasado pero que tienen que asumir, siempre desde el punto de vista de Atkinson, un rol distinto. La teor¨ªa sobre DeAndre ha dejado de ser tal cosa cuando?Jacques Vaughn, su reemplazo en los banquillos, le ha dado la titularidad nada m¨¢s llegar.?
Tras la reuni¨®n, en el seno de la franquicia se manejaban dos posibilidades: o Atkinson regresar¨ªa lleno de motivaci¨®n o perder¨ªa la confianza en s¨ª mismo. Lo cierto, es que las fuentes consultadas por The Athletic vieron al t¨¦cnico abatido y asegur¨¢ndole a todo el mundo que no quer¨ªa que nadie se inmiscuyera en su trabajo. De fuerte car¨¢cter, siempre ha querido hacer las cosas a su manera y as¨ª se lo hizo saber a Sean Marks, General Manager del equipo, el pasado viernes. Ambos tuvieron una acalorada discusi¨®n en la pr¨¢ctica matutina y de ah¨ª sali¨® la decisi¨®n definitiva de despedirle, algo que no estuvo claro hasta el s¨¢bado por la ma?ana. Hubo dudas hasta el ¨²ltimo momento; al fin y al cabo, significaba mucho para el equipo y era (y es) considerado uno de los mejores entrenadores de desarrollo de la Liga), pero los rumores de que Durant e Iving no quer¨ªan jugar para ¨¦l el pr¨®ximo curso pesaban mucho a la hora de tomar una decisi¨®n que se iba a llevar a cabo ahora o cuando teminara la temporada. La situaci¨®n se solucion¨® de la manera que quiso Atkinson y en los t¨¦rminos que exigi¨®. "Si me dej¨¢is ir, que sea ahora", pidi¨® el entrenador, que adelant¨® unos meses algo ya inevitable.?
Los Nets deber¨¢n afrontar ahora la parte final del curso con un nuevo entrenador, sin Kyrie (operado del hombro, no volver¨¢ este a?o) ni Durant y con un enfrentamiento en primera ronda contra los Bucks o los Raptors, dependiendo de si quedan s¨¦ptimos u octavos. Lo acontecido marca un nuevo cap¨ªtulo en la NBA de los jugadores empoderados y en la carrera de un Irving cuya reputaci¨®n pende de un hilo. Y Atkinson ahora sin equipo, ya piensa en el a?o que viene. "No le faltar¨¢ trabajo", dicen las fuentes consultadas. Popovich dijo lo mismo cuando le preguntaron: "Espero que alguien se de cuenta de su talento". De una forma u otra, los Nets y su ya ex entrenador separan sus caminos. Por culpa de quien sea, de Jordan, de Durant o una vez m¨¢s, de Kyrie. Ya ni nos sorprendemos.