Un heroico LeBron (45+9+7) evita renqueante una derrota hist¨®rica
Tras 35 minutos seguidos en pista, LeBron se fue al vestuario con calambres. Volvi¨® y los Cavs, sufriendo, se clasificaron y jugar¨¢n ahora contra los Raptors. </br><a title="Cavs vs Celtics" href="https://us.as.com/us/2018/05/27/masdeporte/1527386712_589922.html">Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 7</a>


Era el partido de los nuncas. LeBron James nunca hab¨ªa sido eliminado en primera ronda de playoffs (13-0, ahora), de hecho nunca hab¨ªa jugado un s¨¦ptimo partido en esta primera eliminatoria. Nunca hab¨ªa perdido dos partidos seguidos con la posibilidad de pasar ronda. Y nunca hab¨ªa sido el ¨²ltimo en llegar a semifinales: sus Cavs aterrizaron con los otros siete equipos ya esperando (algunos jugando). Y nunca, desde luego, hab¨ªa necesitado tal carga de baloncesto, energ¨ªa y heroica para dar solo el primer paso en un Este del que ha salido vivo siete a?os seguidos. Para encontrar algo remotamente parecido hay que volver al 4-2 de 2008 ante los Wizards. Pero jurar¨ªa que ni entonces, ni en las peores versiones de plantilla de sus primera etapa en los Cavs, hab¨ªa estado tan horriblemente solo, tan poco y tal mal acompa?ado.
Todos estaban pendientes del que podr¨ªa haberse convertido en uno de los partidos m¨¢s se?alados de la NBA de la ¨²ltima d¨¦cada; sus rivales del Este, desde luego, y sus pretendientes para la pr¨®xima temporada. Otro nunca: LeBron podr¨ªa no haber vestido nunca m¨¢s la camiseta de los Cavs, sus Cavs, si los Pacers hubieran aplicado una l¨®gica que solo incumple LeBron: fueron mejor equipo que los Cavs en Regular Season y lo fueron tambi¨¦n durante buena parte de esta eliminatoria. Hasta el punto de que una temporada preciosa, en la que pasaron de objeto de burla tras el traspaso de Paul George a equipo revelaci¨®n, acaba con el regusto amargo de haber dejado escapar a LeBron, el destripador de aquel proyecto de Paul George, David West, Roy Hibbert... y George Hill, que ahora juega en los Cavs y que en pleno estado de emergencia tuvo que aparecer con la espalda maltrecha para ser decisivo en el ¨²ltimo cuarto a base de tiros libres (11 puntos totales) y defensa.
Los Pacers cometieron demasiados pecados como para destronar a LeBron en su cubil de The Q. Acabaron arrollados en el fango, la guerra de bayonetas, el cruce de golpes temblorosos de dos equipos agotados por una eliminatoria tremendamente exigente. Pero el mayor de todos, el capital, fue perder el partido y la serie (105-101 final) precisamente en los ¨²nicos cuatro minutos y medio en los que se sent¨® LeBron, con calambres despu¨¦s de 35 minutos seguidos en pista (llevaba 38 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias). Desde ese momento hasta la vuelta del Rey, visiblemente no al 100%, se pas¨® de un 75-74 a un 86-79. George Hill y un Kevin Love resucitado a tiempo (14 puntos en 12 tiros) hab¨ªan abierto la brecha que ya no se cerr¨®. El golpe definitivo a unos Pacers que hab¨ªan convertido en el tercer cuarto un 56-43 en un 58-61 ante un The Q aterrorizado. Su ¨²ltimo hachazo en una eliminatoria en la que han perdido cuatro partidos por 14 puntos totales.
Movido por la pura desesperaci¨®n, Lue recurri¨® a lo m¨¢s parecido a una versi¨®n competitiva de los Cavs que pod¨ªa recordar: sac¨® del museo de cera a Tristan Thompson y lo junt¨® en pista con LeBron, Love y JR Smith. Con m¨¢s m¨²sculo y m¨¢s espacios para LeBron, los Cavs mandaron con claridad en un primer tiempo enorme de LeBron (26 puntos, 11/16 en tiros) gracias a la flojera de un rival que les concedi¨® 17 tiros m¨¢s al descanso a base de p¨¦rdidas y debilidad en el rebote. Con LeBron jugando al poste y los dem¨¢s haciendo lo justo (bien Thompson, discretos los dem¨¢s titulares, horribles los suplentes), los Cavs no pegaron el estir¨®n definitivo y se vieron en desventaja, casi de repente, en el tercer cuarto, cuando se volvi¨® a ver que son un equipo con pocas fuerzas, escasas variantes, solo un plan llamado LeBron y mucha diferencia entre su mejor jugador (llamado LeBron...) y todos los dem¨¢s. Pero ah¨ª, con el marcador comprimido y LeBron en el vestuario, los Pacers se quedaron en blanco. Como cuando sales del portal y tienes que pararte unos segundos para acordarte de a qu¨¦ demonios hab¨ªas salido a la calle. Dejaron de jugar. Bogdanovic nunca apareci¨®, Oladipo (30+12+6) solo rompi¨® de verdad en el tercer cuarto y Collison rem¨® hasta donde pudo. Los Cavs, con cara de susto, cerraron el partido a base de empuje y de ir a la l¨ªnea de tiros libres (40 totales, 16 m¨¢s que los Pacers).
Se acab¨® una temporada maravillosa de los Pacers en la que se les ha escapado la caza mayor. Nunca un equipo de LeBron hab¨ªa parecido tan terriblemente asequible, tan absolutamente limitado y tan claramente mediocre en una primera ronda. Hizo falta que LeBron jugara m¨¢s de 43 minutos, los ¨²ltimos ocho y medio renqueante. Que sumara 45 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias y 4 robos. Que se exprimiera a un nivel que parece insostenible con tanto (?o no?) por delante. Incluso para ¨¦l. Hizo falta tanto que nadie deber¨ªa dar un duro por estos Cavs ante un rival colectivamente tan superior como los Raptors. Pero est¨¢ LeBron, la monta?a de m¨²sculo que comba toda l¨®gica y que tiene por delante, con el acompa?amiento que lleva y visiblemente agotado (?problemas musculares?), una de las tareas m¨¢s tit¨¢nicas de toda de su carrera. Pero eso no va a evitar que ahora mismo en Toronto est¨¦n temblando muchas piernas. Deber¨ªa ser la hora de los Raptors pero cuidado: siempre, siempre, es la hora de LeBron James. Desde ahora, 5-2 (y cinco triunfos seguidos) en s¨¦ptimos partidos.