Espa?a vuelve a explorar sus l¨ªmites ante Estados Unidos
Gasol, tocado en el gemelo, forzar¨¢ para intentar la haza?a esta tarde (20:30 tve1). ¡°Es lo que nos queda, ganarles¡±, se sincera Navarro.


Estados Unidos siempre ha sido un motivo de superaci¨®n para Espa?a. A la derrota en Atenas (2004), la selecci¨®n respondi¨® con el Mundial de Saitama (2006). A la final de Pek¨ªn, con los Eurobasket de 2009 y 2011, los dos primeros de su historia. Y a la de Londres, en lo que las cr¨®nicas recogieron como la despedida de una generaci¨®n, tan lejos se ve¨ªa R¨ªo, con una reinvenci¨®n m¨¢s en Lille. Gasol y su pandilla no ganaron el ¨²ltimo Eurobasket de 2015 como un fin, sino como un medio para alcanzar este momento: volver a cruzarse con Estados Unidos en R¨ªo. ¡°Es lo que nos queda, ganarles¡±, se sincera Navarro mientras accede a hacerse una foto con Felipe y Calder¨®n con una palabra de fondo que define a este grupo: ¡°amigos¡±.
La generaci¨®n del 80 no quer¨ªa marcharse sin una cuarta oportunidad de explorar sus l¨ªmites y aqu¨ª est¨¢. Gasol, Navarro, Calder¨®n y Reyes, ayudados por nuevas oleadas de jugadores de brillante trayectoria m¨¢s ese torbellino que viene por detr¨¢s, Willy Hern¨¢ngomez, preparados para intentar dar r¨¦plica a una selecci¨®n de marcianos. Esta vez, con un m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Pau Gasol tiene una contractura en el gemelo derecho producida en el partido ante Lituania que le mermar¨¢. Veremos cu¨¢nto.
¡°Sentimos respeto por Espa?a, por su cultura, con jugadores capaces de acudir doce a?os casi seguidos¡±, le dijo a este peri¨®dico nada m¨¢s empezar los Juegos Jerry Colangelo, presidente de operaciones de USA Basketball y alma-mater junto Mike Krzyzewski de la reconstrucci¨®n de los valores del equipo estadounidense. Admit¨¢moslo, son casi inabordables (ver uno por uno). Han ganado sus seis partidos este torneo con una media de 104,83 puntos y han encajado 80,83. Ya han dejado atr¨¢s las cervezas en Copacabana y las visitas al Corcovado. Estados Unidos, que cuenta con un Durant excelso, llega a estos torneos como si de una misi¨®n militar se tratase. Obligada a ser precisa y no fallar para dejar en lo m¨¢s alto la bandera estadounidense. Son m¨¢s altos (2,01 de media por 2,00 de Espa?a), m¨¢s r¨¢pidos y m¨¢s fuertes. Es necesaria una conjunci¨®n astral s¨®lo al alcance de una ciudad m¨¢gica como R¨ªo, una tormenta perfecta para firmar el d¨ªa m¨¢s grande de la historia de nuestro baloncesto.