Llull hace de Curry con un triple ganador desde 21 metros

El Incre¨ªble Llull, de nuevo ¨¦l. Lo ha vuelto a hacer. Triple ganador; y no uno cualquiera. Esta vez el base menorqu¨ªn riz¨® el rizo y emboc¨® el bal¨®n desde m¨¢s de 20 metros de distancia. S¨ª, no hay errata. Desde su campo, a la altura de su propia l¨ªnea de tres y escorado a la izquierda, con la afici¨®n del Valencia Basket que ya celebraba un triunfo atado. Una victoria que hubiera sido tambi¨¦n ¨¦pica, con canasta de Diot a 1,3 de la bocina.

Conocen el desenlace, ese final de thriller, aunque para saborearlo mejor hay que arrancar la historia por el principio, porque narrando c¨®mo empez¨® todo, el triplazo de Llull coge a¨²n m¨¢s cuerpo. Se agarra al paladar y al coraz¨®n. Pura emoci¨®n.

El Madrid ven¨ªa de ganar la Copa, y de lograr un triunfo vital en Alemania, en pista del Bamberg. Llegaba con los deberes hechos y descontando los d¨ªas que faltaban para recibir al CSKA este mi¨¦rcoles en otra batalla memorable por los cuartos de la Euroliga. Entre lo uno y lo otro, entre la fatiga acumulada y la tensi¨®n por lo que se avecina, no parec¨ªa probable que en la Fonteta vi¨¦ramos al mejor Madrid. A¨²n sin Rudy y con la baja por desgaste de Sergio Rodr¨ªguez. Y as¨ª sucedi¨® durante gran parte del encuentro, durante casi todo. Por el contrario, esper¨¢bamos al mejor Valencia, al del r¨¦cord de 28-0, al equipo de Dubljevic y Rafa Mart¨ªnez, al de Sikma, y eso tambi¨¦n ocurri¨®.?

A 15 minutos del final, los taronja venc¨ªan por 13 puntos (67-54). Iban camino de superar ampliamente los 100 tantos: 28 en el primer cuarto, 26 en el segundo, 25 en el tercero... Enfrente, el Madrid daba r¨¦plica anotadora (Nocioni 5 de 5 de tres ya al descanso), pero fallaba atr¨¢s. Laso hab¨ªa cambiado la rotaci¨®n, apostaba por Doncic (en su 17 cumplea?os) y por Ndour, en tarea presionante sobre Diot, mientras reservaba algo a Ay¨®n.

Pero olviden los condicionantes, el Madrid apur¨® sus opciones, como siempre, y lleg¨® vivo al ¨²ltimo minuto. Vivito y coleando por la labor de tipos como Rivers y Carroll. Talento competitivo descomunal para salir siempre a flote. Un triple de Sergio Llull a 62 segundos de la bocina pon¨ªa el 92-90. A 25 segundos, tras reparto variado de errores por ambos bandos (Maciulis hab¨ªa agotado los cinco segundos para sacar de fondo y Vives forzaba una penetraci¨®n precipitada), el Real recuperaba la posesi¨®n y... Llull volv¨ªa a aparecer para igualarlo todo a 92 con una entrada en la que cambi¨® el gesto para esquivar el tap¨®n. Su quinto punto seguido.

Quedaban poco m¨¢s de tres segundos y Pedro Mart¨ªnez pidi¨® tiempo muerto para que el Valencia sacara en cancha blanca. Diot recibi¨® y se fue hacia el aro. Canast¨®n ganador, o eso parec¨ªa. Porque lo que sobrevino despu¨¦s lo hubiera firmado el mism¨ªsimo Stephen Curry. Reyes cogi¨® el bal¨®n bajo su cesta, restaba apenas un segundo y tres d¨¦cimas, pero Llull se lo pidi¨® con avidez. Recibi¨® el menorqu¨ªn, avanz¨® con un bote y se levant¨® en vertical, bien cuadrado, desde m¨¢s de veinte metros, unos 21, calculamos. ¡°Fue un churro¡±, dir¨ªa luego. Pero se alz¨® con fe y concentraci¨®n, buena ejecuci¨®n para embocarla limpia. Cuando el bal¨®n cruz¨® la red hac¨ªa tiempo que el reloj estaba en cero despu¨¦s de segundos volando de pista a pista. Hubo revisi¨®n, aunque todo hab¨ªa sucedido dentro del tiempo. Canast¨®n antol¨®gico, insuperable.

De nuevo, como en el playoff de hace un a?o en Valencia y como en la reciente Copa, tambi¨¦n como en la de hace dos a?os en M¨¢laga, Llull lo hab¨ªa vuelto a hacer. El triunfo de la fe. Es un milagro meterla desde tan lejos, para ¨¦l y para cualquiera, pero fue justo ¨¦l. Como Curry. Ocho puntos en un minuto. Ganador.