Washington Wizards: ha llegado la hora de hacerse hombres
A los Wizards se les ha acabado el recreo y es su momento para mostrar a la NBA que con Wall y Beal son capaces de luchar de t¨² a t¨² contra los mayores.

A todo el mundo le llega la hora de hacerse mayor. Es ley de vida. Puedes pasarte un rato jugando y correteando, yendo de borrachera y asistiendo con cara impasible al ¡°eres listo, pero tienes que esforzarte m¨¢s¡± de los profesores, pero tarde o temprano la vida te alcanza y te dice que ya no eres un cr¨ªo, que t¨² ver¨¢s lo que haces a partir de ahora pero que hay consecuencias derivadas de tus actos. Ese d¨ªa le ha llegado para estos ilusionantes Wizards.
Desde el mismo momento en que eligieron con el n¨²mero uno del draft a John Wall sab¨ªan que este momento llegar¨ªa. Desde el a?o 2010 le han permitido todo tipo de diversi¨®n y de adaptaci¨®n al medio. Le han dicho que se esfuerce un poco m¨¢s, o que juegue con la pelota un ratito en el jard¨ªn, que se lo pase bien y firme con marcas de zapatillas. Todo vale porque, bueno, es que es joven y se est¨¢ formando. Pero el padre tiempo est¨¢ imbatido y, por eso, han llegado las notas, las graduaciones y es hora de ponerse a producir de verdad.
Y en esas est¨¢ la franquicia. Tiene claro que ha juntado a dos talentos especiales con Wall y Bradley Beal, y consideran, tanto la direcci¨®n como los aficionados, que ya la obligaci¨®n manda que, al menos, aquel que quiera eliminarles en playoffs tenga que sudar tinta china.
Es una situaci¨®n nueva por aquellos pagos. Hay que entender que llevan toda una vida sin arrimarse a nada ni remotamente parecido y sin tener la cantidad de talento que tienen ahora y, no, la ¨¦poca de Gilbert Arenas, Caron Butler y Antwan Jamison no era ni remotamente parecida a esta.
Ahora lo que est¨¢ en juego es convertirse en el segundo equipo del Este, que es un puesto que de tan sobado, de tan vac¨ªo, parece que es digno para casi media docena de aspirantes. En Washington han estado muy cerca y no se entender¨ªa un paso atr¨¢s. Adem¨¢s, hay un elefante en la habitaci¨®n del que es mejor hablar cuanto antes para que desaparezca: Kevin Durant. La megaestrella es agente libre este verano y es nativo de Washington; en la franquicia hay la esperanza de que se pueda pelear por su fichaje pero eso requiere de varias circunstancias que han de coincidir siendo la primera de ellas, y fundamental, que los Wizards sean un equipo atractivo. Van a competir con grandes ciudades, mercados y leyendas como son los sospechosos habituales de Los Angles o Nueva York, m¨¢s la propia Oklahoma, y para conseguir al gran pez hay que poner un cebo inmenso: el de ser el segundo mejor equipo del Este.
Juego exterior
John Wall tiene la capacidad para dominar esta liga desde el puesto de base. La NBA vive una ¨¦poca gloriosa en la posici¨®n de director, as¨ª que es complicado establecer un ranking con ellos pero Wall, por talento, tiene que estar en cualquier conversaci¨®n al respecto. El problema es que no ha tenido la continuidad suficiente, m¨¢s bien destellos, como para estar en lo m¨¢s alto. Este a?o se le va a pedir ese paso adelante que su velocidad, manejo de bal¨®n y capacidad f¨ªsica indican. No obstante, puede que m¨¢s importante que ¨¦l, al que se da por descontado, sea Bradley Beal a la hora de medir el rendimiento del equipo. Porque Beal podr¨ªa mejorar hasta convertirse en uno de los mejores escoltas de la Liga, un All Star perenne, con un juego de ataque devastador. La pareja hace salivar a los Wizards, s¨ª, pero a¨²n m¨¢s por su potencial que por su realidad, y eso ha de cambiar ya. Gary Neal y Ramon Sessions podr¨ªan darles buenos minutos de descanso pues ambos se han mostrado v¨¢lidos para la liga en otras ocasiones, pero el que de verdad ilusiona en Washington, en cuanto a la segunda unidad, es el rookie de la universidad de Kansas Kelly Oubre, otro muchacho con un enorme potencial para jugar en el puesto de alero. Alan Anderson, Martell Webster y Jared Dudley completan una rotaci¨®n exterior que tiene muy buena pinta por la mezcla entre veteran¨ªa y juventud y por una profundidad nada desde?able.
Juego interior
M¨¢s problemas tiene el equipo en el juego interior. Desde el mismo momento en que se hicieron con Nen¨¦ parecieron mostrar el cl¨¢sico arrepentimiento del comprador que sobrepaga. Pero no ten¨ªan muchas m¨¢s opciones, la verdad, porque estaban flojos en la pintura y el mercado no les ofrec¨ªa grandes soluciones. Sobre el papel, Nen¨¦ y Gortat forman una pareja fiable e importante, pero de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica se pierde mucho en este caso pues ya son varias las ocasiones, los momentos, en los que dejan al equipo colgado. Unas veces por problemas f¨ªsicos, muy notables en el caso del brasile?o, y otras por no responder como se esperaba de ellos. No es que tenga mejor pinta para este a?o el grupo, pero s¨ª que hay un elemento de esperanza: Otto Porter. El jugador, que pas¨® sus primeros a?os en la Liga sin pena ni gloria, y lejos de la fama con la que se le drafteo, tuvo instantes para la esperanza. Es demasiado fino para jugar por dentro, pero la nueva moda en la NBA de los quintetos bajos le favorece para poder jugar como cuatro, algo que parece que ocurrir¨¢ cuando quieran correr y ser m¨¢s imprevisibles. Gente como Khris Humphries, Drew Gooden o DaJuan Blair, con muchos a?os de mili encima, y en muchos destinos diferentes, m¨¢s Josh Harrellson, dar¨¢n profundidad a una unidad que no pasa del ¡°esto es lo que hay¡± y que est¨¢ para ayudar a los de fuera a ganar partidos m¨¢s que para ser ellos los que tengan que decidir la suerte de los encuentros a favor de los Wizards.
Claves
1. Wall y su capacidad para ser un base ¨¦lite. Tiene el talento y el f¨ªsico, y es hora de pedirle que tenga la continuidad, algo para lo que parece predispuesto. Puede ser un a?o de crecimiento que le meta de lleno en conversaciones en las que a¨²n no ha estado y en las que deber¨ªa establecerse.
2. La aportaci¨®n de Bradley Beal. Es muy evidente citar a Wall y Beal como las dos grandes claves de los Wizards este a?o, pero es que no tiene sentido reinventar la rueda cuando es tan obvio que pueden ser una de las parejas m¨¢s letales de cuantas pueblan los backcourt de la Liga.
3. La actitud de Randy Wittman. El hombre sabe que no le quedan muchos recursos para mantenerse en su actual puesto de trabajo y eso va a afectar a su forma de entrenar y de preparar los partidos. Es probable que el aspecto emocional vaya a tener m¨¢s peso que el t¨¢ctico.
Entrenador: Randy Wittman
Randy Wittman se ha instalado como uno de los sempiternos candidatos a ser el primer despedido de la temporada. Y es que Wittman es acusado de no haber sabido sacar el suficiente jugo a una plantilla que parece m¨¢s talentosa que sus resultados. Como dec¨ªa en la entrada, se ha acabado la juventud y llega la ¨¦poca de las exigencias, y con el primero con el que las habr¨¢ es con el entrenador. De hecho, a poco que sople el viento desfavorable se ver¨¢ en la calle. Aunque esto ya se ha dicho en otras ocasiones y ha conseguido sobrevivir a lo que parec¨ªa inevitable. De su relaci¨®n con Wall y Beal depender¨¢ gran parte de su ¨¦xito o fracaso, pero no es f¨¢cil trabajar sabiendo que est¨¢s se?alado por la afici¨®n como uno de los lastres del equipo.
Estrella: John Wall
El¨¦ctrico, est¨¦tico, felino... John Wall es todo lo que imagin¨¢bamos que podr¨ªa ser cuando fue elegido con el n¨²mero 1 del draft. Y m¨¢s: poco a poco ha ido mejorando su lectura del juego en est¨¢tico y ya no es s¨®lo el base m¨¢s r¨¢pido de la NBA: tambi¨¦n es uno de los mejores.