HEAT 117 - PACERS 92 (4-2)
La rutina de jugar las Finales
LeBron James y Chris Bosh lideraron la exhibici車n de los de Spoelstra ante unos Pacers desarbolados y sin respuesta. Los Heat ya esperan a Spurs o Thunder.

Por cuarta temporada consecutiva Miami Heat disputar芍 las Finales de la NBA. Y lo har芍 con todo merecimiento tras ser mejor equipo y m芍s regular que los Pacers a lo largo de la final del Este. La paliza que le propinaron a los de Indian芍polis en el sexto encuentro (117-92) evidenci車 las diferencias entre ambos equipos, una met芍fora que ilustra las sensaciones ofrecidas por ambos a lo largo del curso. Mientras Indiana, el mejor equipo de la Conferencia en Liga Regular, se fue diluyendo conforme se suced赤an los meses y las grietas en el vestuario aumentaban; Miami opt車 por transitar con el freno de mano echado durante la regular season para, una vez llegados los playoffs, tener intacta la capacidad de poner una marcha m芍s cuando las circunstancias as赤 lo requiriesen y despejar cualquier posible inc車gnita creada en torno su rendimiento. Ahora, los Spurs o los Thunder son el 迆ltimo obst芍culo que queda por evitar en su camino hacia el three-peat.
Tras completar el peor partido de su carrera en la postemporada hace dos d赤as, LeBron James demostr車 que es un jugador de otro planeta. Sus detractores (cada vez menos, si es que a迆n los hay) pueden acusarle de ser un arrogante, de pecar de prepotente, pero lo que no podr芍n negar es su brutal impacto en el juego del equipo. Se ha convertido en un verdadero l赤der, un referente para todos y cada uno de sus compa?eros. El aut谷ntico monarca de este excelente ej谷rcito de jugadores que componen los Heat. Hace unas temporadas, quiz芍 LeBron hubiese optado por aglutinar en exceso el bal車n con el objetivo de completar una fabulosa actuaci車n individual, adornada con n迆meros de esc芍ndalo, para responder a una mala actuaci車n la noche anterior. Dar un pu?etazo encima de la mesa. La gran diferencia respecto al jugador de Cleveland?o al reci谷n?aterrizado en Miami es que hoy ya sabe que no tiene nada que demostrar, que para llevar a tu equipo a la victoria no es necesario querer realizar cada jugada por tu cuenta, lo que te hace llegar m芍s agotado f赤sica y mentalmente a los minutos finales, algo por lo que fue el blanco de las cr赤ticas tiempo atr芍s.?No era el jugador determinante que se esperaba en dichos instantes o en los partidos decisivos. Con el paso de los a?os, los palos recibidos y la experiencia adquirida le han permitido comprender realmente los entresijos del juego, alcanzar otro nivel. Sus 25 puntos, cuatro rebotes y seis asistencias no reflejan el abuso al que someti車 a unos Pacers impotentes. Su 8/12 en tiros de campo, am谷n de convertir nueve tiros libres sin fallo, supone su porcentaje de acierto m芍s alto (67%) en un partido decisivo de una eliminatoria en playoffs.
Precisamente fue &King* James, esta vez la labor de desestabilizaci車n de Stephenson no surti車 efecto (fue 谷l quien acab車 desquiciado y recibi車 una t谷cnica tras propinarle un manotazo a Norris Cole en una disputa por un bal車n suelto), quien se ech車 al equipo a sus espaladas al inicio del duelo ante la buena salida de los de Vogel. De la mano de un gran David West (junto a Paul George y quiz芍 Lance Stephenson los 迆nicos en salir bien parados tras el irregular curso del equipo), los Pacers establecieron un favorable 2-9 en los cuatro primeros minutos. Ah赤 se acabaron sus opciones. El primer cuarto concluy車 con un 22-4 de parcial. Una sangr赤a a la que contribuy車 LeBron con 11 puntos y a la que se fueron sumando los otros dos integrantes del &Big Three*: Dwyane Wade y Chris Bosh. De hecho fue este 迆ltimo el otro h谷roe de la jornada. Tras comenzar la serie a un nivel decepcionante, se ha rehecho para acabar contando con un papel absolutamente determinante. El ala-p赤vot (concluy車 el encuentro con 25 puntos, ocho rebotes y sin ninguna p谷rdida) tom車 el relevo anotador en el segundo cuarto, suponiendo un aut谷ntico dolor de muelas en la pintura rival junto a Chris Andersen. Al descanso, el tanteo era 60-34.
Tras la reanudaci車n, Paul George (ausente en la primera parte) despert車 con dos triples consecutivos. Ya era demasiado tarde, Miami no se amilan車 y respondi車 de inmediato, ampliando la brecha a 37 puntos (86-49) en medio del delirio de la grada del American Airlines Arena. Antes, los visitantes ya hab赤an bajado los brazos al verse desbordados en defensa y sin ideas y desacertados en ataque, con la zaga?heat incordiando en cada acci車n. Las caras de Larry Bird y Frank Vogel eran un poema. Al concluir el tercer cuarto, su equipo hab赤a sumado 58 tantos, por 57 del &Big Three* de Florida. El resto, hasta llegar a 91, proven赤a de unos compa?eros que esta vez s赤 respondieron y aportaron, destacando a Rashard Lewis.
Su inclusi車n en el quinteto supone un total acierto de Spoelstra ante la aparente superioridad en la pintura de Indiana. Al comprobar que incluyendo m芍s kilos (Haslem) West y en menor medida Hibbert segu赤an haciendo da?o, decidi車 reclutar al veterano ala-p赤vot tirador. T迆 me haces da?o por dentro, yo te voy a bombardear por fuera. Esto hizo que los emparejamientos interiores cambiaran y que Hibbert y Bosh se vieran las caras. El ex de los Raptors jug車 sus mejores encuentros con 谷l como defensor, al sufrir mucho para llegar a sus tiros abiertos y con sus penetraciones. A la vez, el &cinco* pacer no consegu赤a imponer su juego de espaldas. Tras un inicio esperanzador en el primer partido, su actuaci車n en la eliminatoria acab車 resultando decepcionante, como lo fueron sus 迆ltimos meses de una campa?a que empez車 como un tiro (el premio de Mejor Defensor parec赤a suyo en febrero).
Llegados a tal situaci車n, el 迆ltimo cuarto sobraba. De hecho, LeBron lo vio entero sentado desde el banquillo. Pronto le acompa?aron Bosh y Wade. Esto sirvi車 para que Paul George, con West ya dimitido tras ver la sexta falta, adornara sus n迆meros hasta llegar a 29 tantos, cuando luc赤a uno al descanso. Algo irrelevante. Una mera an谷cdota. Mientras tanto, en los Heat dio incluso tiempo para que?Greg Oden, quien fue el encargado de recibir de manos del propietario mayoritario de los Heat (Micky Arison) el trofeo de campe車n del Este, volviera a jugar en unos playoffs cinco a?os despu谷s. Fueron los cuatro y medio 迆ltimos minutos de un encuentro que se acab車 convirtiendo en una exhibici車n que sirve como una declaraci車n de intenciones de los ganadores del anillo las dos 迆ltimas temporadas.
Doce meses despu谷s, la sensaci車n tras el pase de Miami a las Finales es bien distinta. Si entonces muchos vieron a los Pacers como el equipo capaz de acabar con su hegemon赤a, dise?ado para competir contra ellos; ahora, y a la espera de los cambios que se produzcan en verano (y lo que suceda en las Finales), los de Florida se encuentran a varios miles de kil車metros de distancia de sus rivales en la depauperada Conferencia Este.?