El Bilbao se pasea en Europa entre gritos de "Arrinda vete ya"

A falta de buenas noticias en lo estructural y lo econ¨®mico, el Bilbao por lo menos pudo alimentarse de un c¨®modo paseo europeo. Tras la derrota severa ante el Estrella Roja en Belgrado, el equipo de Pueyo machac¨® a un lastimoso Panionios (de lo peor que se ha visto en la historia continental de la capital vizca¨ªna) y reactiva seriamente su esperanza en la segunda fase de la Eurocopa. El Nizhny visita Miribilla la semana pr¨®xima y ah¨ª est¨¢ la llave de muchas opciones para ambos, dando casi por hecho que el Estrella Roja ser¨¢ uno de los que pasen a los cruces de octavos de final y que el Panionios es la perita en dulce del grupo.

Mumbr¨² no jug¨® por molestias en la rodilla. Tampoco import¨® mucho. En el tercer acto se pas¨® de un 47-33 a un 67-35 (20-2) y hubo tiempo para sumar a la fiesta a Sergio S¨¢nchez. M¨¢s adelante entr¨® Samb. El inter¨¦s de la cita estaba tambi¨¦n en la platea. El efecto Miribilla ha sufrido un enfriamiento global. Lejos quedan los tiempos de llenazos y de caldera en el pabell¨®n ecol¨®gico. Ahora est¨¢n los fieles, posiblemente los que poblaban La Casilla en lo que parece la prehistoria de la franquicia. Los cuatro mil que han quedado en Europa, eso s¨ª, son gente muy identificada y entregada, que hace pi?a con la sufrida gente empleada por el club. Cada gesto se sinti¨® como un homenaje: cuando un jugador se tiraba por un bal¨®n, la gente se encend¨ªa, cuando Grimau sali¨® por faltas el pabell¨®n recuper¨® su vieja solera.

Arrinda, el m¨¢ximo responsable, lleg¨® a Miribilla poco antes de arrancar el partido. Curiosamente se abraz¨® con Elejalde, uno de los intermediarios del grupo que quiere tomar las riendas, y ambos se fueron a un lugar discreto a hablar. Iniciado el partido, desde la zona de la ¡®Pe?a Hirukoa¡¯, se escuch¨® t¨ªmidamente el "Arrinda vete ya". Mediado el segundo cuarto los coros cobraron m¨¢s densidad: "Arrinda vete ya", clam¨® de nuevo, esta vez parte de la grada, tapada con algunos pitos. El consejero delegado permaneci¨® impasible. Abandon¨® unos instantes m¨¢s tarde su ubicaci¨®n, cerca del banquillo local y regres¨® al descanso.

El p¨²blico sigue a muerte con el equipo, al que quiso arropar con sus gargantas ahora que ¨¦ste no tiene la certeza de ning¨²n futuro, y no par¨® de animar. El Panionios no tuvo verg¨¹enza torera y quiz¨¢ se sum¨® al homenaje a los Hombres de Negro. El Bilbao firm¨® tres buenas entradas en cuarto y al tercer golpe, el Panionios se cay¨® como un toro bajo la espada. Tiene a McCollum, s¨ª, y su alter ego Carter, pero a partir de ah¨ª su ataque es nulo. El primero, un base de enorme calidad, se fue con 28 puntos y la ovaci¨®n del respetable. Las diez p¨¦rdidas en un suspir¨® les conden¨® y el Bilbao encontr¨® respuesta en todos sus jugadores. Grimau jug¨® con la soltura anotadora que no se recordaba desde sus tiempos de Lleida. El 87-50 tras una canasta un tanto extra?a de Markota fue la m¨¢xima distancia. A partir de ah¨ª, todo fueron sonrisas. Con otro par¨®n, ya m¨¢s serio a falta de dos minutos para acabar, en la que m¨¢s de la mitad de los asistentes recuperaron el "Arrinda vete ya". Cuarenta minutos de alivio que taparon una agon¨ªa de vuelta a la cabeza de todos cuando las luces se apagaron. La cruda realidad.