Deontay Wilder regresa al ring tras dos derrotas, pero con el hambre de triunfo intacto
A los 39 a?os, Wilder vuelve al ring en Kansas en una pelea para redimirse
Hay boxeadores que caen y no se levantan. Otros que regresan porque necesitan el dinero. Deontay Wilder no encaja en ninguna de esas narrativas. O, al menos, eso es lo que ¨¦l asegura. Este s¨¢bado, en Wichita, Kansas, el excampe¨®n de peso completo del Consejo Mundial de Boxeo vuelve al cuadril¨¢tero para enfrentar a Tyrrell Anthony Herndon. No es una pelea estelar. No es un escenario de gala. Es, simplemente, una noche de trabajo. Pero tambi¨¦n es una declaraci¨®n de principios: a los 39 a?os, Wilder no est¨¢ acabado.
¡°No es un regreso. Nunca me fui¡±, dijo en entrevista con BoxingScene. ¡°La gente confunde los descansos con los retiros. Yo necesitaba parar. F¨ªsicamente, mentalmente, espiritualmente.¡±
Wilder no pelea desde junio de 2024, cuando fue noqueado por el gigante chino Zhilei Zhang en s¨®lo cinco asaltos en Arabia Saudita. Antes de eso, hab¨ªa perdido por decisi¨®n un¨¢nime frente a Joseph Parker. Son cuatro derrotas en sus ¨²ltimas cinco peleas. Pero tambi¨¦n un mensaje que ¨¦l quiere subvertir.
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— DAZN Boxing (@DAZNBoxing) June 2, 2024
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Su historia, como muchas grandes historias del boxeo, comienza en la adversidad. Originario de Tuscaloosa, Alabama, Wilder comenz¨® a boxear a los 20 a?os. No lo hizo por sue?o, sino por necesidad. Su hija, Naieya, hab¨ªa nacido con espina b¨ªfida y necesitaba tratamiento. Wilder abandon¨® sus aspiraciones como receptor en el futbol americano universitario y se subi¨® al ring. En solo tres a?os, clasific¨® a los Juegos Ol¨ªmpicos de Beijing 2008 y gan¨® una medalla de bronce para Estados Unidos.
Desde entonces, se convirti¨® en uno de los peleadores m¨¢s temidos de la d¨¦cada pasada. Entre 2015 y 2020, rein¨® como campe¨®n mundial del CMB, con una defensa del t¨ªtulo tras otra. Su marca profesional: 43 victorias, 4 derrotas, 1 empate, con 42 nocauts. Un porcentaje de KOs (95 %) que intimida. Pero tambi¨¦n una carrera marcada por la frustraci¨®n de no unificar cinturones. Anthony Joshua y Tyson Fury se convirtieron en las piezas faltantes de una hegemon¨ªa que jam¨¢s lleg¨®.
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El punto de quiebre fue Fury. Sus tres combates contra el brit¨¢nico dejaron a Wilder con una sola derrota antes de que las cosas se desmoronaran. En la trilog¨ªa, Wilder mostr¨® valent¨ªa, pero tambi¨¦n sus limitaciones. Despu¨¦s vinieron los silencios, las cirug¨ªas, las traiciones econ¨®micas que a¨²n lamenta y la necesidad de pausar.
¡°No se trata de callar cr¨ªticos. No lo hago por dinero. Esta vez es por m¨ª. Por primera vez en mi vida, puedo decir que soy ego¨ªsta¡±, afirm¨®. ¡°Siempre he protegido y provisto para otros. Ahora quiero hacer algo por Deontay Wilder.¡±
Las palabras resuenan distinto cuando provienen de alguien que ha sido acusado de tener una personalidad desbordante. El hombre que alguna vez grit¨® ¡°Quiero un muerto en mi r¨¦cord¡± parece hoy m¨¢s introspectivo. M¨¢s humano. A¨²n con fuego, pero no con el mismo combustible.
Su rival, Tyrrell Herndon, no es un contendiente de elite. Tiene un r¨¦cord de 21-5 (14 KOs) y pocas victorias destacadas. Es, a todas luces, un pelda?o de reconstrucci¨®n. La velada tampoco ha generado mucha atenci¨®n medi¨¢tica. Pero para Wilder, se trata de reactivar el cuerpo, de sacudir los reflejos y de prepararse para algo m¨¢s.
¡°Muchos se quedan en el ring hasta que se quiebran del todo¡±, explic¨®. ¡°Yo no quiero eso. Me tom¨¦ mi tiempo, me cur¨¦. Estoy listo para volver a hacer ruido.¡±
Su promotor, Shelly Finkel, ha insinuado que podr¨ªa volver a pelear contra un oponente top antes de que termine el a?o. Tal vez una revancha con Zhang, quiz¨¢s una ¨²ltima oportunidad de retar a uno de los campeones actuales. Wilder, que alguna vez fue el gran villano del peso completo, sabe que la industria no tiene memoria larga. Pero tambi¨¦n sabe que los nocauts la refrescan.
En un deporte que devora a sus propios h¨¦roes, Wilder se da una segunda oportunidad. No para salvar su legado, sino para honrar su propio viaje.
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