Austin Reaves resuelve el duelo entre LeBron James y Stephen Curry

El cuatro partido de la espectacular jornada navide?a en la NBA (¡°la Navidad es nuestra¡±, bien lo dijo LeBron, y nada m¨¢s) vaticinaba una nueva edici¨®n del cara-a-cara que ha redefinido a la liga en la ¨²ltima d¨¦cada. Otro enternecedor duelo a metralla entre dos de los mejores jugadores de todos los tiempos. Cu¨¢nto se les extra?ar¨¢ cuando no est¨¦n, fue la conclusi¨®n del partido en el Chase Center. Y que en la Navidad s¨®lo se juega baloncesto. Y as¨ª fue. Pero irrumpi¨® un tercer protagonista: Austin Reaves. Triple doble (26+10+10) y una jugada definitoria, una reversible ante la tibia marca de Andrew Wiggins, que LeBron (31+10+2) dej¨® para ¨¦l. La transici¨®n tangible. Cuando ocurra, el baloncesto estar¨¢ en buenas manos.

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23-23 concluy¨® el primer periodo, un pre¨¢mbulo a la clavada del d¨ªa: la de Kuminga a Max Christie. Matazo seco con la mano derecha para resistir el doble marcaje de Christie y Hachimura. Un parcial de 12-2 meti¨® a los Warriors en la pelea mediado el segundo cuarto. Entremedias, Anthony Davis se march¨® para no volver, con un esguince accidental en el tobillo mientras caminaba a la pintura. El half time lleg¨® con una especie de tiroteo entre LeBron y Curry. Ambos pidieron pista para desenfundar su mejor arsenal. El reto mutuo, triple y triple, encendi¨® al Chase Center, aunque James dej¨® un par de disparos en el hierro. En el arre¨®n final de los angelinos, que siempre acompa?¨® Reaves, con su hiperactividad en el juego perimetral, el marcador acompa?¨® a la visita 55-52.

Kuminga puso oposici¨®n frente al dominio ¡®laker¡¯, que se adjudicaron el tercer parcial (24-29). Pero esto era LeBron-Curry, cap¨ªtulo mil. Siempre hay un final cat¨¢rtico entre tal par. Y lo hubo. Mientras Reaves se negaba al papel secundario, ¡®El Chef¡¯ y ¡®El Rey¡¯ calentaban motores. Una secuencia de baloncesto m¨¢gico dej¨® una tapa m¨ªtica de LeBron a Kuminga y un triple sideral de Schr?der, como los que tanto extra?a del Chase Center de Klay Thompson en catch & shoot. El partido perdi¨® orden l¨®gico mientras Curry enchufaba triples ol¨ªmpicos y LeBron orquestaba la revuelta. Ambos se intercambiaron golpes a distancia con 10 segundos de diferencia ya en el clutch (por debajo del 2:40 en el ¨²ltimo cuarto). Ah, la nostalgia.

¡®El Chef¡¯ comenz¨® a cocinar el pavo con gravy. Con los brazos de James estorb¨¢ndole bien en alto, emboc¨® en la esquina derecha un triple que suele ser irreal para el resto de los humanos. Lo de siempre. Acto seguido, uno frontal, m¨¢s ortodoxo, tras salir de la cortina de Christie y aprovechar el sellado al vac¨ªo que le hab¨ªa dejado a Green para anular a Reaves. 113-113. 6.3 segundos por delante. Pero la noche no la resolvi¨® LeBron, que super¨® esta Navidad a James Harden como el segundo jugador con m¨¢s partidos de 30 puntos+10 asistencias en la NBA (104 vs. 103). Austin Reaves, pidi¨® la pelota, valent¨®n, para llevarla desde el saque lateral hasta las redes de los Warriors ante la escolta de Wiggins. Una bandeja en reversa casi de tr¨¢mite, aunque resolutoria. LeBron prepar¨® la alfombra y Reaves se rob¨® la Navidad de San Francisco. A la s¨²plica final de Curry le sobraron un par de cent¨ªmetros y le falt¨® tiempo. Entraba y era el pandemonium. Demasiada emoci¨®n para un d¨ªa. Un final reivindicatorio ante la competencia: la Navidad s¨®lo es de la NBA. Y de Austin Reaves.

El 40% de triples no le bast¨® a los Warriors (8/15 para Steph). No siempre se podr¨¢. Luego quedar¨¢ Austin Reaves cuando algo falle. LeBron respira.