Ronald Reagan lo predijo: La advertencia sobre la visi¨®n de Trump y sus aranceles que se hizo realidad
En el marco de la guerra arancelaria de Trump, resurgi¨® una advertencia de hace casi 40 a?os por parte del expresidente Ronald Reagan.


En lo que llam¨® el D¨ªa de la Liberaci¨®n o Liberation Day, el presidente Donald Trump anunci¨® una serie de aranceles rec¨ªprocos a decenas de pa¨ªses, con algunas excepciones como Canad¨¢ y M¨¦xico, que no pagar¨¢n aranceles para los productos cubiertos por el Tratado de Libre Comercio (T-MEC), pero s¨ª por los autom¨®viles importados a Estados Unidos.
En el discurso inaugural de su segundo mandato presidencial, el republicano adelant¨® que implementar¨ªa una ¡°reforma¡± del sistema comercial para ¡°proteger a los trabajadores y familias estadounidenses¡±. ¡°En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros pa¨ªses, aplicaremos aranceles e impuestos a pa¨ªses extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos¡±, dijo.
No obstante, desde que Trump comparti¨® este plan arancelario, incluso desde su campa?a presidencial, varios expertos y economistas han cuestionado la medida, ya que finalmente, los consumidores pagar¨¢n los costos extras de los aranceles.
En el marco de este conflicto, ha resurgido un discurso del expresidente estadounidense Ronald Reagan, que hace casi 40 a?os lanz¨® una advertencia sobre declarar una guerra comercial.
Ronald Reagan sobre los aranceles: ¡°A veces funcionan por un corto tiempo, pero solo por un corto tiempo¡±
En un discurso de 1987, sobre la visita del Primer Ministro de Jap¨®n y los aranceles impuestos a algunos productos japoneses, el presidente Reagan habl¨® sobre la resistencia a tomar ese tipo de medidas, ya que ¡°a largo plazo, tales barreras comerciales perjudican a todos los trabajadores y consumidores estadounidenses¡±.
En ese momento, el mandatario explic¨® que los semiconductores japoneses fueron un caso especial, ya que las empresas japonesas estaban incurriendo en pr¨¢cticas ¡°comerciales desleales¡±. No obstante, no quer¨ªa iniciar una guerra comercial.
¡°En todo el mundo existe una creciente consciencia de que el camino hacia la prosperidad para todas las naciones pasa por rechazar la legislaci¨®n proteccionista y promover la competencia justa y libre. Existen s¨®lidas razones hist¨®ricas para ello. Para quienes vivimos la Gran Depresi¨®n, el recuerdo del sufrimiento que caus¨® es profundo y doloroso. Y hoy, muchos analistas econ¨®micos e historiadores argumentan que la legislaci¨®n sobre aranceles elevados aprobada en ese per¨ªodo, conocida como el arancel Smoot-Hawley, profundiz¨® considerablemente la depresi¨®n e impidi¨® la recuperaci¨®n econ¨®mica¡±, dijo Reagan.
¡°Cuando alguien dice: ¡®Impongamos aranceles a las importaciones extranjeras¡¯, parece que est¨¢n actuando con patriotismo al proteger los productos y empleos estadounidenses. Y a veces funciona por un corto tiempo, pero solo por un corto tiempo. Lo que finalmente ocurre es que, primero, las industrias locales empiezan a depender de la protecci¨®n gubernamental en forma de aranceles elevados. Dejan de competir y de implementar los cambios tecnol¨®gicos y de gesti¨®n innovadores que necesitan para tener ¨¦xito en los mercados mundiales¡±, agreg¨®.
El expresidente tambi¨¦n se?al¨® que los aranceles elevados ¡°inevitablemente conducen a represalias por parte de pa¨ªses extranjeros y al desencadenamiento de feroces guerras comerciales¡±, que dan como resultado m¨¢s y m¨¢s aranceles, as¨ª como barreras comerciales cada vez m¨¢s altas y cada vez menos competencia.
¡°As¨ª que, pronto, debido a los precios artificialmente elevados por los aranceles que subsidian la ineficiencia y la mala gesti¨®n, la gente deja de comprar. Entonces ocurre lo peor: los mercados se contraen y colapsan; las empresas e industrias cierran; y millones de personas pierden sus empleos¡±, dijo Regan.
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