Un experto se?ala los riesgos de que los ni?os usen el m¨®vil y sentencia: ¡°Las consecuencias son alarmantes¡±
Javier Albares, m¨¦dico especialista, ha publicado un libro en el que profundiza los problemas derivados del uso juvenil de las nuevas tecnolog¨ªas.
En los ¨²ltimos a?os, el uso de las nuevas tecnolog¨ªas se ha expandido a un ritmo vertiginoso e imparable. Hoy en d¨ªa, resulta casi imposible caminar por la calle sin cruzarse con decenas de m¨®viles, ordenadores port¨¢tiles, auriculares inal¨¢mbricos y otros dispositivos electr¨®nicos que forman parte del paisaje cotidiano.
La era digital ha alcanzado todos los recovecos y grupos de la sociedad, incluyendo a los m¨¢s peque?os de la casa: los ni?os. Muchos j¨®venes pasan horas y horas enganchados a sus dispositivos electr¨®nicos, lo que implica una reducci¨®n en su tiempo de descanso y, por consiguiente, la afectaci¨®n de sus capacidades cognitivas y un mayor riesgos a sufrir problemas de salud.
Un problema que ha sido tratado por Javier Albares, m¨¦dico especialista en Neurofisiolog¨ªa Cl¨ªnica, en su ¨²ltimo libro: ¡°Las consecuencias del uso de pantallas en todos los niveles para esta generaci¨®n son alarmantes. Si a los cerberos en desarrollo de estos j¨®venes les quitamos horas de sue?o, les sumamos la hiperestimulaci¨®n del sistema nervioso y la desregulaci¨®n emocional, tenemos un c¨®ctel perfecto para que ese desarrollo no se produzca como deber¨ªa¡±, comienza.
A continuaci¨®n, trata la adicci¨®n juvenil al m¨®vil: ¡°Todas las generaciones est¨¢n enganchadas a esta droga, los adultos tambi¨¦n lidiamos con el mismo problema. Deber¨ªamos de ser un ejemplo para los j¨®venes, pero hacemos un uso excesivo de las tecnolog¨ªas igual que ellos y as¨ª es imposible hacerles entrar en raz¨®n de lo perjudicial que puede llegar a ser¡±.
¡°Las pantallas no las necesitamos¡±
Javier destaca que la infancia es una etapa ¨²nica e irrepetible en la vida, y lamenta que muchos j¨®venes est¨¦n eligiendo pasarla pegados a las nuevas tecnolog¨ªas. Esta decisi¨®n, advierte, les priva de vivir experiencias valiosas que, con el paso inexorable del tiempo, mirar¨¢n con nostalgia al darse cuenta de que no las vivieron y que, inevitablemente, no podr¨¢n recuperar.
¡°Las pantallas no son biol¨®gicas y no las necesitamos para tener una vida saludable. La industria se ha encargado de construir ese mito para distraernos de todos estos problemas y mantenernos m¨¢s tiempo conectados a todas estas tecnolog¨ªas¡±, ha concluido el m¨¦dico especializado.
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