Fue el sol de los ¡®Teletubbies¡¯ y 20 a?os despu¨¦s nos hace reflexionar a todos por el paso del tiempo: ¡°Empezando temprano¡±
Jess Smith, la peque?a brit¨¢nica que daba vida al astro en la serie infantil, acaba de convertirse en madre a los 28 a?os.
Los noventa fue la d¨¦cada de un famoso programa infantil de origen brit¨¢nico que enseguida lleg¨® a Espa?a: los Teletubbies. Emitida por primera vez en 1997 por la cadena BBC, la serie r¨¢pidamente se convirti¨® en un fen¨®meno mundial, caracterizado por su estilo visual llamativo, su lenguaje peculiar y sus entra?ables personajes.
La serie giraba en torno a cuatro coloridos personajes que viv¨ªan en un paisaje verde y futurista: Tinky Winky, el m¨¢s alto, de color morado, con un tri¨¢ngulo en la cabeza; Dipsy, verde, con una antena recta, considerado el m¨¢s independiente; Laa-Laa, amarilla, alegre y en¨¦rgica, y Po, roja y la m¨¢s peque?a del grupo, con una antena circular, es dulce y valiente.
Aunque, en realidad, la m¨¢s peque?a de todos era la beb¨¦ sol, aquella ni?a sonriente que pon¨ªa cara al astro y que empez¨® a trabajar en la serie con apenas nueve meses, abriendo los cap¨ªtulos. Hoy, a sus 28 a?os, y gracias a sus publicaciones en redes sociales, hace reflexionar sobre el paso del tiempo, ya que este a?o se convirti¨® en mam¨¢. De hecho, ella misma jug¨® con su pasado, al hacer un fotomontaje con su peque?a dentro de un sol, como cuando ella misma era una televisiva beb¨¦: ¡°Empezando temprano¡±, rezaba la publicaci¨®n.
?xito mundial
El dise?o del programa estaba cuidadosamente creado para captar la atenci¨®n de los m¨¢s peque?os. Utilizaba colores vivos, sonidos musicales, efectos especiales simples y una estructura narrativa repetitiva. La intenci¨®n no era ense?ar conocimientos espec¨ªficos, sino fomentar la curiosidad, la interacci¨®n y la comprensi¨®n b¨¢sica del mundo a trav¨¦s del juego y la imitaci¨®n. Cada teletubby ten¨ªa una pantalla en el abdomen, que reproduc¨ªa v¨ªdeos de ni?os reales haciendo actividades cotidianas. Adem¨¢s, se comunicaban en un lenguaje simplificado y repetitivo, adaptado para el p¨²blico preescolar.
A pesar de su ¨¦xito rotundo, fueron objeto de cr¨ªticas. Algunos expertos en desarrollo infantil cuestionaron la utilidad pedag¨®gica del programa, mientras que sectores conservadores llegaron a criticar la supuesta ambig¨¹edad de g¨¦nero de Tinky Winky.
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