L. A., o el concierto del a?o en Madrid
El artista mallorqu¨ªn abre el Sound Isidro 2025 con un show inolvidable, y la mezcla de pasado y presente perfecta, en la Sala Shoko.
Los casi 500 que estaban en la Sala Shoko lo dir¨¢n: ¡°Yo estuve ah¨ª¡±. En el concierto que abr¨ªa el Sound Isidro 2025, festival durante los meses de abril, mayo y junio en la capital espa?ola bajo el auspicio de una marca como Vibra Mahou, la plataforma de m¨²sica de Mahou Cinco Estrellas que impulsa las experiencias en torno al directo. En el regreso de L. A. a los escenarios. L. A. o lo que es lo mismo, Luis Alberto. El artista mallorqu¨ªn inclasificable, capaz de reinventarse una y otra vez. Siempre con may¨²sculas. Nunca mejor sirvi¨® como adjetivo aquello de Lope de Vega: qui¨¦n lo prob¨® lo sabe. L. A. ha vuelto en lo alto con su ¨²ltimo disco, A Modern Odyssey. Aunque no suene al L. A. de 2018, aunque no lleve guitarra (al menos de inicio), aunque a su voz ahora lo envuelvan bases electr¨®nicas, aunque lo que sea. Ni Aitana ni AC DC. El concierto del a?o en Madrid ya ha pasado y ha sido esta noche de jueves en el Shoko. El de este artista mallorqu¨ªn que ha vuelto a subirse el tel¨®n mezclando el presente y el pasado en un fusi¨®n brutal. Para casi 500 privilegiados. Todos los presentes.
Ese es el aforo de la Sala Shoko. Esos eran a sus pies. Si alguien recordaba al L. A. del pelo largo y sombrero con ala que se olvide. Al escenario salt¨® un tipo con bigote, camiseta blanca y gorra verde, a juego con sus zapatillas. Su ¨²ltimo disco, A Modern Odyssey, alzaba el tel¨®n en un show en el que el pasado y el presente se dieron la mano mientras L. A. sudaba, de un lado a otro, entre las bases electr¨®nicas que acompa?an sus ¨²ltimas canciones. Y en el silencio que en la sala se instaur¨® cuando los dos m¨²sicos que le acompa?aban se fueron y toco uno de sus grandes hits, Stop the clocks, con la guitarra de nuevo en la mano, como en ese tiempo en el que la industria estaba a sus pies, su nombre en grande en los festivales, su tel¨¦fono sin dejar de sonar.
Ese momento en el que ¨¦l eligi¨® a su familia. Padre de tres hijos, prefiri¨® no perd¨¦rselos a las candilejas. Era 2018. En 2025 vuelve con un sonido distinto pero toda su esencia. Qu¨¦ dif¨ªcil es callar a casi 500 personas a la vez. Pero ¨¦l lo consigue. Cuando agarra esa guitarra y en ac¨²stico se toca ese tema, Stop the clocks, y no solo se paran los relojes, tambi¨¦n el aire, el tiempo, esas casi 500 personas que abarrotan la sala. ?l con su guitarra y esa sensaci¨®n. Este es el concierto del a?o en Madrid. C¨®mo puede ser que tanta gente contenga la voz y la respiraci¨®n a la vez, en un concierto ¨ªntimo lleno de gente. Pero ¨¦l lo consigue. En un momento lit¨²rgico.
Todo ha comenzado con Living by The Ocean para seguir con Perfect Combination y Some Other Space como declaraci¨®n de intenciones. Lo de antes y ahora en esa mezcla perfecta en el escenario que es ¨¦l. Todas las canciones de su ¨²ltimo disco, ese en el que se ha dado una vuelta de tuerca para regresar como se fue: poniendo al p¨²blico a sus pies. La gente baila, la gente canta, la gente graba, toda la gente lo hace con la piel de gallina, consciente de que no est¨¢ ante un artista normal o m¨¢s. Est¨¢ ante el artista total. Y mientras ¨¦l se derrama, ellos tambi¨¦n. Las canciones siguen pasando. Reach The Top, Miss You Again, Capri, Judy.
Pocas veces uno tiene la sensaci¨®n de estar ante un artista tan total. Que domine cada registro, gesto, tono de voz. Lo de L. A. esta noche es pasarse el juego aunque a ¨¦l le haya tocado volver a empezar. Elegir su familia. Ver crecer a sus hijos. Su Mallorca natal. Aunque no parara. Aunque de las candilejas y el tel¨¦fono cargado varias veces al d¨ªa se pasara al bosque con su familia, un disco en espa?ol y este soltar la guitarra para no dejar de moverse en el escenario, de un lado a otro, mientras sus ¨²ltimas canciones calan, ponen la piel de gallina. Como las viejas. Como ese Leave It All Behind que canta antes del bis, con bases y no guitarra, cuando se baja entre la gente que le abraza con los ojos mientras termina la canci¨®n m¨¢s perfecta que alguien ha escrito y tocado jam¨¢s.
Porque est¨¢ de vuelta. Porque es ¨¦l. Luis Alberto, L. A. Y porque haga lo que haga siempre pone la piel de punta. Como esta noche en el Shoko. El concierto del a?o en Madrid aunque a¨²n quede tanto, aunque el calendario a¨²n diga abril. Este que lo ha mezclado todo. Baile, letras, bases, guitarra y verdad profunda. Qu¨¦ dif¨ªcil es reinventarse. Qu¨¦ dif¨ªcil es bajarse cuando se tiene el mundo a tus pies. Qu¨¦ dif¨ªcil es volver as¨ª. Tan inmenso, tan grande, tan ¨²nico, tan L. A. Tan inclasificable como inmenso.
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