?lvaro Benito: “Empecé en Chicle con máscaras: no quería condicionar el proyecto”
El analista y exfutbolista habla con AS de sus dos pieles con la guitarra y ante un micrófono: la que lleva desde hace más de 20 a?os con orgullo y éxito y esta nueva que es como trasladar “Muse al castellano”. Con aroma de Héroes del Silencio.
Cuando uno tiene a ?lvaro Benito (Salamanca, 1976) delante solo puede escuchar. Sentarse, mirarle, lanzarle una pregunta y oírle. Nadie lo hace como él. Hablar. Con esa claridad. De su boca siempre brotan las palabras como agua trasparente. Es un Da Vinci moderno. Un tipo brillante en todo lo que emprenda. Ya sea fútbol, banquillo, radio, televisión o música. Un genio. Además de un tipo fantástico.
Una gravísima lesión cuando se instalaba en la élite del fútbol y el Real Madrid le convirtió en músico a tiempo completo. Brillando igual. Como con la pelota, con un micrófono o una pizarra de entrenador. Desde hace más de 20 a?os al frente de Pignoise, hace un tiempo que ese traje lo alterna con el de Chicle, banda con un sonido distinto, Muse al castellano. Uno vuela, el otro crece, los dos bajo su amparo, los de un genio en todo lo que toca y hace y que una ma?ana se sienta con AS ante un café en Malasa?a para contarse desde todos sus ángulos. Con las dos pieles que bullen en su cuerpo entintado, como dos ramificaciones de ese tatuaje en su mano que grita ‘rock’ en gruesa negrita. El 25 de marzo de 2025 se subirá al escenario del Movistar Arena, antes WinZink, con Pignoise acompa?ado de varios amigos (Hombres G, Rulo, Marlon…), en un concierto anunciado en un vídeo con Maldini y Carlos Martínez, como se hace con los grandes partidos. El 10 de abril lo hará en la Sala Villanos, antigua Caracol, con Chicle. La luz de la grabadora se pone en rojo. ?lvaro Benito habla y, como siempre que lo hace, lo mejor en sentarse y abrir mucho los oídos. Como el resto de sentidos.
?Le cuesta mucho desenfundarse del nombre de Pignoise cuando se sube al escenario como Chicle?
Hace mucho que musicalmente estoy más cerca de lo que ofrezco con Chicle. Me gusta el haberme puesto un reto diferente porque Pignoise, cuya piel me encanta y llevo desde hace mucho encima con orgullo, no me lo supone como músico e instrumentista, sí como compositor. El seguir haciendo canciones tras muchas ya de éxito, que sigan cautivando a la gente…, ?y a mí! Pero quería ponerme uno a nivel de instrumentista y con Chicle digamos que lo tengo. También a nivel vocal y de compositor.
A nivel vocal, dice. Precisamente resulta curioso que no parece la misma persona quien canta para Pignoise que para Chicle. ?Cómo lo hace?
Sí, sí (sonríe). Pues mira, cuando empecé a cantar con Pignoise, no sabía, no lo había hecho en mi vida y salió lo que salió. Al principio peor, luego ya evolucionó. Es más hablado, menos interpretado. Y con Chicle ha sido una búsqueda. De muchas clases de canto. Que sonara natural, no impostado. Coherente.
?Y no le resulta difícil pasar de un registro a otro?
Me es comodísimo cantar con las dos. He encontrado un registro con Chicle en el que yo también interpreto bien y no queda raro o forzado.
Es que no parece que salen las dos voces de las mismas cuerdas vocales.
Lo que no tenía sentido es que alguien me reconociera. Si no el proyecto de Chicle hubiese muerto en la primera estrofa. “Host..., el de Pignoise cantando en otro sitio”. Muerte.
O que sonara a Pignoise.
Aunque el envoltorio fuera muy diferente, como es, si la voz es la misma, para mí es muerte.
?Y cómo se consigue eso?
Con trabajo. Cantar es un proceso de mucho. Mejorarla, ejercicios, cantar mucho. Lo hago todos los días en casa. Me grabo mis canciones. ?Estoy siempre cantando! Si no voy en el coche con los ejercicios. Yo soy muy currante (sonríe). Ha sido un proceso largo porque obviamente quería separarlo mucho. Que nadie dijera: “Está haciendo una voz muy rara para que no se parezca a lo otro”.
“Musicalmente estoy más cerca de Chicle que de Pignoise”
?lvaro Benito
De hecho, cuando empezó con Chicle, aparte de no contárselo a nadie, iba siempre con máscara para que no le reconocieran, ?no?
Empezamos desde el anonimato porque yo no quería condicionar en nada el proyecto. Porque sé que soy un condicionante. Soy yo. Tengo un grupo de música ya de éxito. No quería ni llevar allí a fans de Pignoise ni que sus detractores me echaran la cruz por ser yo. El grupo no tiene la culpa de que esté yo. Y por eso el anonimato. ?Qué pasó? Que era un entorpecimiento total…
?Cómo era eso de tocar con máscara?
Un co?az... Ahora, hablando contigo, tendría que llevarla. Imagínate el co?az… que sería llevar eso eternamente. Y cuando me la quité es que nadie dijo: “El Pignoise”. La prueba estaba superada. Entonces trajo algo bueno, el decir, lo hemos sacado anónimamente y nadie ha dicho: “Es la voz de este tío”. De hecho decía la gente que era Noni, el de Lori Meyers.
?Cuándo se quitó la máscara?
Nos dimos cuenta de que no había manera de funcionar de una manera cómoda. Era ponerse un lastre más. Ya es muy difícil desarrollar un grupo de cero, darse a conocer, súmale el impedimento de tener que llevar la máscara para todo. Cómo hacer los conciertos, cómo te la pones, qué tipo, que no quede cómico, ridículo… Eran demasiadas trabas que nos poníamos a nosotros. Dijimos: “Pues quien no quiera escucharme porque soy yo que le den”. Así de claro.
Y como siente que la gente está recibiendo Chicle.
Tenemos un feedback super positivo. El grupo es original. No hay muchos en castellano con, estilísticamente, lo que hacemos. Es un grupo de largo recorrido. De que la gente lo vaya conociendo, le vayan gustando las canciones, el directo. Lo entiendo como una carrera de fondo. Pero sé que mola. Me ha gustado es que el feedback de la prensa especializada ha sido muy bueno. Seguramente inesperado para ellos que yo, el de Pignoise, el futbolista que con un grupo que decía que hacía punk haya hecho esto.
“En el deporte de élite pasas de ser un crack a un jugador muy mediocre por llegar un segundo tarde o no a una pelota”
?lvaro Benito
?Cuánto lleva Chicle dentro de usted?
Más de diez a?os. En 2013 sacamos un disco con Pignoise, ‘El tiempo y el espacio’, en el que hicimos una ruptura con lo anterior. Ahí empieza. Nuestros fans no lo entendieron. Las radios no lo quisieron. Era raro. Y ahí yo entendía que tenía que separar. Que Pignoise debía mantener su esencia dentro de una evolución lógica y empezar a desarrollar esto. En 2018 grabamos un disco, con Chicle, y cuando me entregaron las mezclas no me quedé satisfecho y fue ahí cuando me dije: “Voy a producirlo yo”. Empecé a desarrollarlo a nivel de sonidos y desde ahí sí que fue un intensivo. Al principio era más lirico, lo he suavizado, y en 2021 estaba listo. Queríamos hacer una locura: sacar seis EPs, diez de seis canciones con un intervalo trimestral.
Guau.
Era una locura y, al igual que lo de las máscaras, dijimos: “No tiene ningún sentido”. Aunque sigamos sacando canciones, pero con un periodo de tiempo más natural.
Usted cuando estaba en el Real Madrid ya tocaba la guitarra pero nadie lo sabía…
Tenía una en mi casa. Siempre ha habido porque mi padre la toca.
?Si?
Siempre ha sido un loco de la música.
?Qué se escuchaba?
Sobre todo rock. Mi padre tiene muchos discos de The Beatles, los Stones… Cuando empecé a indagar, escuché mucho pop espa?ol. Héroes del Silencio y Los Rodríguez, Radio Futura, Gabinete Caligari, Duncan Dhu, Los Hombres G… En la radio podía sonar Heroes y Aerosmith, Depeche y Pet Shop Boys, Madonna y Los Secretos. No había problemas de estilos. Cuando apareció Depeche en mi vida me hice un loco, con 13 a?os. Y luego ya Nirvana. Ese fue el cambio definitivo. Cuando cayó el Nevermind en mis manos tenía 14. Lo compré el a?o que me ficha el Madrid el Cadete A y me vine a estudiar y a jugar a fútbol aquí.
Y en el vestuario lo de hablar de tocar la guitarra como que no.
Lo sabía mi compa?ero de piso. Pero no había ningún pensamiento ni siquiera de ser un buen guitarrista. Era un tema de fliparte. Tú con la distorsión, un ampli peque?o y un pedal. Pero hace como siete, ocho a?os, estaba en el Cien por Cien, un bar de música espa?ola en Madrid, y se acerca una chica y me dice: “Tú no te acordarás, pero cuando yo estaba de prácticas de periodismo, te hice una entrevista en la ciudad deportiva y una de las preguntas era: ‘?Si no fueras futbolista a que te habrías dedicado?”. Y me contó que le había respondido: “Pues seguramente tendría un grupo de música” (ríe).
Porque usted iba para estrella del Madrid pero de repente tiene esa gravísima lesión que le cambia la vida… Y la reinicia.
Sí. Total.
Tenía 24 a?os. Es muy joven. Con una vida encaminada. ?Fue la guitarra su salvación?
Al principio no hubo salvación. Muchos a?os de estar impedido para estar de pie siquiera. No podía. Vivía pegado a una bolsa de hielo. Rehabilitando de sol a sol. A?o tras a?o. Sometiéndome a una operación tras otra, sin fin.
“Después de tres operaciones y dos a?os y pico de recuperación tras mi lesión, en Estados Unidos, un médico me dio los porcentajes de las probabilidades que tenía por delante. 70% de poder hacer vida normal. Un 35% de hacer deporte. Un 15% como profesional. Ahí me puse a llorar. Entendí que mi vida como futbolista se había terminado".
?lvaro Benito
?Cuántas veces pasó por quirófano?
Nueve. Después de tres y dos a?os y pico de recuperación, fui a Estados Unidos y allí el doctor me dio porcentajes de las probabilidades no solo de volver a hacer deporte, también vida normal.
?Y cuáles eran?
Un 70% las últimas. Y para hacer deporte, un 35%. Y para profesional, un 15%. Y ahí me puse a llorar. Cuando le oí. Porque entendí que mi vida futbolista había terminado. Volví a jugar pero, claro, el futbolista de antes al de después erab el día y la noche. En el deporte de élite pasas de ser un crack a un jugador muy mediocre por llegar un segundo tarde o no a una pelota. Aterricé en el planeta tierra. Empecé a tocar la batería, me compré una y la tocaba solo por matar las horas postrado en la cama. Pero tampoco todavía. Hubo un clic cuando nos juntamos los tres de Pignoise. Ahí empecé a hacer canciones. Sin tener ni idea de armonía ni nada y, host..., todos dijeron: “Pues tienen algo”. Y de hecho, al principio, cuando ya grabamos las primeras maquetas e íbamos por las compa?ías a ense?arlas, todo orgullosos, nos decían: “Jod..., sois muy malos (ríe), pero las canciones tienen algo”. Siempre he tenido esa capacidad creativa de hacer melodías chulas, hasta cuando no sabía. Iba un poco por instinto, buscando la progresión de los acordes.
?Aprendió de manera autodidacta?
Absolutamente.
Y en una época sin Youtube.
Ahora ya tengo profes. Cuando estoy un poco estancado. O buscas cosas por Youtube. Otro tipo de técnicas. Pero por ejemplo la composición, sí que es una cosa autodidacta y ahora ya tengo la armonía en la cabeza. Yo ya pienso en una melodía y sé en qué acordes está reposando. Ya es una cosa de locos de tantas horas de vuelo. Y ese fue el primer proceso. El clic fue ese, el de la composición. El darme cuenta de cómo me gustaba hacer canciones. Sigue siendo lo que más me gusta. Empleo el 80% de mi tiempo libre en hacer canciones (en este momento cierra los ojos y todo desaparece alrededor. Este bar en la linde de Malasa?a. El hilo musical. No tiene una guitarra entre las manos pero como si la tuviera. La está tocando. Rasgando en sus cuerdas imaginarias una melodía en su cabeza).
Dice: “En Chicle me he complicado la vida voluntariamente”. Y es verdad. Tiene Pignoise, la tele, la radio, el triunfo.
Que va, que va.
Poco tiempo tiene para usted.
Sí, es lo que me apasiona. Mis exparejas siempre me decían: “Estás todo el día en tu zulo”. Y es que es verdad. Mi día perfecto es uno en el que no tenga nada que hacer, levantarme, desayunar, hacer deporte y ponerme con la música hasta que acabe. Si descanso un rato lo hago viendo documentales o entrevistas a artistas en Youtube o tutoriales de guitarra.
?Cómo ha cambiado la música desde que empezó con Pignoise?
Mucho. Con sus cosas buenas. Lo democrática que es ahora. Cualquiera puede darse a conocerla de una manera barata, porque grabar en casa lo es. Puedes ponerlo en redes y que eso emocione a la gente. Antes hacerlo en un estudio valía un dineral. Lo que pasa que es mucho más difícil captar la atención porque la oferta es tan brutal…
150.000 canciones nuevas todos los días.
Ahora todo el mundo quiere que el artista esté todo el día ahí ense?ando cosas, no sé. A los que hemos crecido sin esa exposición no nos gusta. Entiendo que, ahora, dile al chaval de 14 a?os que es mejor no tener exposición. ?l lo ve como algo natural, pero el artista pierde algo de misterio. Yo no quiero ver a Enrique Bunbury como entrena en el gimnasio. No quiero. Es absurdo. Pero también es cierto que la música en directo atraviesa mejor salud que nunca. Ahora a la gente le encanta. Un concierto, un festival. Eso antes no sucedía tanto.
Están haciendo muchos festivales con Pignoise. ?Antes también?
No, no. Ha cambiado la forma de ganarte la vida. Antes era mucha gira de Ayuntamientos. Nosotros lo vivimos unos cuantos a?os todavía. El fin, pero unos a?os ya. Hacías giras de ciento y pico conciertos que era muy bonitas pero terribles en cuanto a cansancio. Yo no hablaba. Había a?os que en julio cantaba 23 días; en agosto, 25; y en septiembre, 26. Y yo, de concierto en concierto, callado. Con una pizarra.
?En serio?
Claro. Lo escribía todo. Es que, si no, no puedes cantar 25 días seguidos. O 90 en 100. Ahora ha cambiado. Afortunadamente todos los festivales tienen una logística a nivel de producción muy buena y dan soporte a todos. A grupos consagrados e incipientes. Creo que es una herramienta muy buena. También tiene la parte negativa, que no todo el mundo va con el interés musical, que tiene una parte festiva, pero siempre creo más en la parte positiva que negativa. Mira, Arde Bogotá ha crecido por los festivales. Viva Suecia. Y es maravilloso que bandas espa?olas crezcan así. Sexy Zebras, que me parece de puta madre que les empiece a ir de puta madre ahora, se lo merecen. Se lo han currado desde abajo. Y si no hubiera esos festivales es muy difícil darse a conocer. Porque al final, poco a poco, en salitas peque?as no tienes la difusión de que, de repente, te vean 5.000 personas, 4.000, 10.000. Y, al final, el boca a boca…
?Tiene Chicle muchos festivales este verano?
Algunos. Muchos no porque de momento el grupo no es conocido. Poco a poco. Yo soy consciente de que va a costar porque todavía yo, igual que el día de ma?ana puedo ser un buen motor, de momento es: “Este tío, ahora otro grupo…”.
Pues se equivocan.
Yo estoy convencido que, a la gente que lo escuche, le va a gustar, que lo vea, pero al principio es normal, hasta los promotores. “Este tío… Pero este tío es el de Pignoise, ?qué hace?”. Siempre hay esa descolocación. Soy consciente de que esas barreras hay que derribarlas, pero poco a poco. Esto es un reto personal mío y persistiremos. El primer balance hay que hacerlo en dos a?os. Cuando ya hayamos hecho tres discos. Porque vamos a sacarlos. Tengo el material ya. A por ello.
?Cómo se cuida la voz?
Durmiendo bien. Si puedo me voy muy temprano a la cama. Si no tengo radio ni nada. A las diez.
?Cómo fue que Pignoise terminara en ‘Los hombres de Paco’?
De lo más casual. En ese momento habíamos sacado ya dos discos. El segundo nos lo distribuyó una compa?ía de la que ahora no me acuerdo el nombre. No llegamos firmar el contrato con ellos. La semana anterior nos reunimos con el presidente. “Oye mira, no puedo hacer nada más por el grupo, no lo quieren en las radios, no le veo salida, me cuesta mucho promocionarlo. El contrato está sin firmar: ahí tenéis la puerta”, nos dijo. Y nosotros, que llevábamos ya cinco a?os picando piedra, desde que yo dejé el fútbol, teníamos dos discos autofinanciados y la cosa no funcionaba.
?Pensó en ese momento que se había terminado la música también?
No, no. Fíjate que estábamos de tocar donde fuera. Bares de colegas, teloneros de no qué… Y justo la semana siguiente lo hacíamos de Modestia Aparte en Alcorcón, porque Fernando es amiguete. Y en la prueba de sonido, me acuerdo, estábamos sentados en un bordillo, los tres hablando, porque ahí nosotros teníamos una dedicación absoluta, ensayamos todos los días, un montón de horas, dijimos: “La cosa no ha fructificado. N0 vamos a dejarlo, pero, por lo menos, no lo vamos a tener como algo profesional. Seguimos tocando porque nos gusta, pero sin tomárnoslo tan a pecho”. Hicimos el concierto y, justo después, nos vino un hombre que grababa en Globomedia y nos dijo: “Me ha gustado mucho el grupo. ?Me pasáis un CD?”.
“La historia de Pignoise y ‘Los hombres de Paco’ fue rocambolesca... Y una bendita casualidad”
?lvaro Benito
Vaya.
La vida es mucho más casual que todo esto. Es que es increíble.
Menudo historión.
Es que el de Globemedia había ido a hablar con el manager de Modestia porque era también el de un grupo que se llamaba Los Cocodrilos, el que habían elegido para hacer lo de ‘Los hombres de Paco’.
?En serio?
Y fue allí para hablar de alguna movida y nos vio a nosotros y dijo: “Esto me ha molado”. Le dimos los CD y a los dos días o así nos llamó. “Nos ha gustado”. Os vamos a pasar la canción que hemos elegido como sintonía, que es de Mikel Erentxun, muy tranquilita. Nosotros le dimos una vuelta y grabamos una versión a lo Pignoise, que es la de ‘Nada que perder’. A los tres días me llama el mánager y me dice: “Tengo una noticia buena y una mala”.
La mala primero.
La buena.
?Cuál era?
Que nos habían elegido para hacer la sintonía.
?Y la mala?
Que tenía que salir yo como actor en la serie. Y yo digo: “Tierra, trágame”. Pero es que la historia tiene muchas más dobleces. Se dieron muchas más casualidades para que luego todo fuera como fue.
?Cómo cuáles?
La serie la ponen los domingos contra ‘Aída’ Y fracasa. ‘Aída’ tenía un 25%, un 26% de share. Una barbaridad. Al tercer capítulo, ‘Los hombres de Paco’ la quitan. La gente no se acuerda de esto. Y a la semana siguiente me llama ?lex pina, el creador de la serie, también de ‘La Casa de Papel’, ‘Los Serrano…’, un crack. “Antena 3 la ha quitado, pero cree mucho en la serie”. Me contó que lo mejor valorado era la música y que, cuando volviera, porque iba a volver, iban a meter al grupo como grupo de ficción en la serie... Se dieron todos los condicionantes. Fue una bendita casualidad. La historia es muy rocambolesca. Series hay cientos, miles. Música, igual. A veces la persistencia tiene su premio.
Entonces usted escuchaba Green Day, M80. La música de Chicle es muy distinta. Recuerda mucho a Muse. No hay grupos en espa?ol con ese sonido.
Tiene mucho de Muse, de The Smashing Pumpkins y también algo, yo quiero pensar, en tipo de melodía, voz, de Héroes, que a mí me encanta. Una mezcla de todo esto que, al cantar en espa?ol, ya se convierte en otra cosa.
?Cuántos discos tiene en su casa?
Miles. Me gasto el dinero en guitarras y música.
“En el vestuario del Real Madrid se escuchaba mucho la radio. Luego Alkorta era muy rockero. A Raúl le encantaba Offspring y La Polla Récords. A Redondo, Calamaro, Los Rodríguez...”
?lvaro Benito
?Cuántas guitarras tiene?
Mas de 25.
Cuando usted estaba en el vestuario del Madrid, ?qué música había de fondo?
Estaba la radio puesta. Casi siempre. Pero había de todo. Alkorta es super rockero, teníamos mucha afinidad en la música. Con Guti y Raúl iba a conciertos de rock. A Raúl le encantaba Offspring y La Polla Récords, iba con él mucho en el coche y el poniéndome siempre esas canciones. A Redondo le gustaba mucho Calamaro, que eso también lo compartíamos, Los Rodríguez... Había de todo.
Ahora en un vestuario todo es reggaetón.
Ahora sí. Y es una pena. Yo he entrenado seis a?os a chicos de 18 y, a veces, me quedaba en gimnasio con ellos y les decía: “Hoy la música la pongo yo”. Porque si no te ponían reggaetón. Y sonaba Queen y no sabían ni quién es. ?sea, Queen. No te digo Arctic Monkeys o Muse. ?Michael Jackson! Alguno los conoce, pero otros ni idea. Hay una brecha brutal. Nosotros tuvimos un nexo musical con nuestros padres. Yo de ellos heredé toda la música de los 60, 70, 80. Y crecía con la oreja abierta. Escuchaba Nirvana, Depeche… Pero ahora, con la nueva generación, ya no hay eso. No quieren saber nada de tu música. Y, por supuesto, lo que escuchan ellos, yo no lo entiendo. No me entra, no soy capaz de apreciar esa música. No comprendo estilísticamente lo de cantar mal a propósito. Porque ya no es ni reggaetón, porque el originario es otra cosa, el folclore del de Puerto Rico es otra cosa. Lo que se hace ahora no sé lo que es. Me encantaría apreciar esta música pero no puedo.
?Qué canción de Chicle es su favorita?
Del disco me gusta mucho ‘Pantalón’. Es el tipo de canción que yo, ideológicamente, busco cuando estoy componiendo. De corta duración y compleja en cuanto los arreglos. La guitarra camina por un lado, la batería por otro. Está pasando algo raro ahí a nivel de compases que no sabes qué es, pero la melodía te atrapa y la letra también. En dos minutos te ha pegado un bofetón. Las canciones son muy cortas. Me cuesta mucho hacer una canción que no me canse a mí mismo que dure más de tres minutos y algo. Me sorprende que los Guns hayan sido capaces de hacer canciones de siete minutos tan magnificas. Es muy difícil hacer de una canción de ocho minutos en la que no sobre ninguna parte. Mi política como productor es: “Si una parte no es imprescindible me la cargo”. Busco canciones que hayan pasado en poco tiempo muchas cosas.
?Qué respuesta está recibiendo?
De momento, buena. Dentro de lo poco que hemos hecho. Es un comienzo. Hay que pulir cosas. Hay que mejorar. Pero estamos preparados. Estamos todo el día ensayando. Yo quiero estar en un concierto de Chicle relajado como lo estoy en uno de Pignoise. Lo que pasa es que con Chicle es mucho más complejo lo que hago. Llevo todo el peso de los solos, de los reefs, con la guitarra… Con la voz estoy muy cómodo por ejemplo.
Es quizá lo más complicado.
Porque al final es mi voz. Digamos que he aprendido a cantar (sonríe).
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