Lindsay Lohan, sobre su distanciamiento de Hollywood: ¡°Quise desaparecer¡±
La actriz se ha sincerado acerca de la presi¨®n que sufri¨® de joven y de c¨®mo los medios se centraron m¨¢s en sus excentricidades que en su trabajo.


Ten¨ªa tan solo 10 a?os cuando, tras interpretar a Alexandra Alli Fowler en Another World, suspir¨® y dijo ante los medios que se consideraba una veterana promesa en el negocio. No le faltaba raz¨®n: con tres a?os ya era modelo, con seis hab¨ªa protagonizado decenas de anuncios y comerciales y antes de los 15 era una insignia de Disney y del cine norteamericano. En sus a?os dorados, Lindsay Lohan fue de todo menos mayor.
En 2004, justo cuando sopl¨® las velas de su mayor¨ªa de edad, encumbr¨® su carrera con Mean Girls. Luego siguieron una serie de papeles que, si bien no eran malos, fueron apagando su trayectoria hasta que ella decidi¨® apartarse de Hollywood antes de que la industria, aquella industria de la que se dec¨ªa ella misma veterana promesa, le comiera. De esta desaparici¨®n, as¨ª como de su regreso a la gran pantalla con Irish Wish, ha hablado para Bustle.
¡°Ojal¨¢ esa parte no hubiera ocurrido¡±
Ahora se asoma a aquella ¨¦poca y no ve sino a una ni?a rodeada de una presi¨®n profesional y medi¨¢tica que hund¨ªa su pecho y apretaba sus pulmones. ¡°Siento que parte de mi trabajo qued¨® eclipsado por los paparazzi y todo ese tipo de cosas cuando era m¨¢s joven, y eso es algo molesto. Ojal¨¢ esa parte no hubiera ocurrido¡±, dice de c¨®mo la prensa influy¨® en aquel agobio.

La int¨¦rprete, que ahora tiene 37 a?os, achaca a esa presi¨®n el motivo de su distanciamiento de la industria. Se gener¨® un seguimiento de su persona que trascend¨ªa su trabajo y, a medida que Lohan iba conociendo el mundo de la fiesta, los medios se centraron m¨¢s en sus excentricidades que en su trabajo: ¡°Siendo que tom¨® vida propia, por eso quise desaparecer. Me dije: ¡®A menos que no haya una historia aqu¨ª, no se van a centrar s¨®lo en mi trabajo¡¯¡±.
Su decisi¨®n fue tajante y todav¨ªa hoy evita las intromisiones en su vida privada con estudiada rigidez y marca una distancia prudencial con los peri¨®dicos. Ahora es distinto, dice: ¡°Las redes sociales son tan diferentes ahora que cuando yo era m¨¢s joven, que todo el mundo tiene el control de su propia historia. No le presto mucha atenci¨®n [a las revistas], tampoco leo las cosas que salen, porque s¨¦ como funciona, as¨ª que no tiene sentido¡±.
Lo hace muy consciente de a qu¨¦ punto puede llegar la obsesi¨®n por ello. ¡°Si te sumerges en esas cosas, te pierdes y pueden afectarte mucho¡±, se sincera. Ya pas¨® una vez. No habr¨¢ segunda ocasi¨®n.
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