La reacción de un soltero tras ver a Elsa Anka en ‘First Dates’
Eladio va al programa de Cuatro en busca de una mujer divertida y a la que le guste el sexo y lo que se encuentra es una sorpresa aún mayor.


Eladio se llevó anoche una de las grandes sorpresas de su vida al acudir a First dates. El exjugador cubano de béisbol se presentó como un hombre que llevaba más de medio siglo en Espa?a, tras salir de la isla caribe?a a los tres meses de empezar la revolución. Casado en hasta cinco ocasiones, confesó haber tenido mucho éxito con las mujeres. Y la mujer que le presentaron no le defraudó.
Sin quitarse su gorra beisbolera en ningún momento (dijo que solo lo hacía para ducharse y dormir), explicó que quería una mujer alegre, divertida y a la que le gustase el sexo. Y le presentaron a Susana, una argentina bonita y bondadosa que vive en Espa?a desde hace veinte a?os, después de haber sufrido un atraco en su país que marcó su vida: “Les dije a mis hijas: nos vamos para allá, quiero morir de vieja y no a manos de un jovencito”.

Pero, aparte de encontrarse con su Susana, antes de la decisión final Eladio se llevó una sorpresa aún mayor, y es que el soltero alucinó al ver a su amor platónico durante a?os: Elsa Anka. Tal fue su asombro que no se creía que fuese ella. ?l se acercó a la barra del bar para hablar con quien pensaba que era su hija y allí se deslumbró con la belleza de la presentadora, por la que siempre había suspirado.
Cómo terminó la cita entre Eladio y Susana
Eladio, un mujeriego confeso, explicó que siempre había estado rodeado damas y que para él eran muy importantes. “Me gustaban la mía y la de los demás”, indicó, sin entrar a dar detalles sobre si había sido infiel a sus esposas. Eladio se quedó impresionado al ver a su cita, Susana, a quien le había ido “remal” en el amor. “Tiene muy buen cuerpo”, dijo él.

Entablaron rápido conversación sobre sus orígenes, pero a ella le echó para atrás la edad de él, 81 a?os, aunque le gustó lo agradable que era: “Le he visto mayor, me pareció como mi papá”. Otro de los inconvenientes para la argentina era la distancia entre ambos, ya que él vive en Málaga y ella está afincada en Elche. No obstante, él se mostró más que dispuesto: “Si una mujer me gusta, voy al fin del mundo”.
En la decisión final, Eladio manifestó que quería seguir conociéndola, porque le había parecido una mujer bella por dentro y por fuera, pero la diferencia de edad pesó mucho para ella, quien le dijo que no podían tener más que una bonita amistad.