La raz¨®n por la que Sandro Rosell casi recibe dos palizas en la c¨¢rcel: ¡°Me iban a dar de hostias¡±
El expresidente del FC Barcelona tuvo que lidiar con algunos de los otros presos: ¡°Un par de veces me amenazaron¡±.


Este martes, Sandro Rosell ha sido uno de los protagonistas de ¡®Viajando con Chester¡¯. El expresidente del FC Barcelona mantuvo una charla con Risto Mejide, donde habl¨® de su paso por la c¨¢rcel por la acusaci¨®n de blanqueo de capitales. Y es que estuvo unos meses en la c¨¢rcel madrile?a de Soto del Real, para despu¨¦s recalar en Brians 2, donde se encuentra en estos momentos Dani Alves.
En la prisi¨®n, el exdirigente cul¨¦ lleg¨® a ser amenazado en varias ocasiones por algunos de los otros presos, siendo la primera de estas por su antiguo cargo: ¡°Un par de veces me amenazaron, pero tuve la suerte de que los compa?eros salieron en mi defensa. Me iban a dar de hostias, una vez por ser presidente del Bar?a y otra por ser catal¨¢n¡±.
Un desencuentro en Madrid y otro en Barcelona
Pero, cuando de verdad pas¨® miedo fue cuando ¡°uno de ellos me vino y me dijo: ¡®O me pagas todo lo que yo pida hasta que yo quiera o te reventar¨¦'¡±. Un conflicto que ocurri¨® en Soto del Real y del que sali¨® ileso gracias a la presencia de algunos reclusos que eran aficionados del Barcelona: ¡°Hab¨ªa muchos colombianos, porque Soto del Real es una c¨¢rcel de delitos internacionales, por lo que ah¨ª est¨¢n todos los traficantes de coca¨ªna. Los colombianos me proteg¨ªan porque la mayor¨ªa eran del Bar?a. Ten¨ªa mucha relaci¨®n con ellos porque habl¨¢bamos de f¨²tbol¡±.
Pero, ya luego en la c¨¢rcel de Barcelona, en Brians 2, tuvo que lidiar con un nuevo desencuentro, cuando le intimidaron amenaz¨¢ndole con darle una paliza, aunque todo qued¨® en un susto. Unos desencuentros que no son ¡°como en las pel¨ªculas¡±, sino que son peleas ¡°controladas¡±.
Su d¨ªa a d¨ªa en la c¨¢rcel
Respecto a sus d¨ªas en la prisi¨®n, Rosell ha confesado que pasaban 15 horas al d¨ªa en la celda: ¡°Conoc¨ªamos muy bien la celda porque pas¨¢bamos quince horas al d¨ªa en ella, contando las ocho de dormir. Recuerdo un par de d¨ªas, en Soto del Real, que del fr¨ªo que hac¨ªa tuvimos que bajar, ponernos un anorak y los dos para arriba y para abajo para coger calor¡±.
Ahora bien, fuera de la celda la vida era muy distinta: ¡°Baj¨¢bamos a las ocho a desayunar, despu¨¦s junto a Joan busc¨¢bamos qu¨¦ actividad se pod¨ªa hacer. El objetivo era salir del m¨®dulo y despu¨¦s comida, celda, que eran dos horas de siesta, para entendernos, y por las tardes era el momento de cartas, libros, domin¨®, parch¨ªs, jugar un rato con los amigos, cenar y luego ya a dormir¡±.