El radical cambio de Michael Conner: el ni?o que hac¨ªa de Forrest Gump y termin¨® en el ej¨¦rcito
Michael Conner Humphreys (1985) alcanz¨® la fama con tan solo ocho a?os, pero se alej¨® de Hollywood por voluntad propia y termin¨® alistado en el ej¨¦rcito. Ahora se desempe?a en discretas obras de teatro.


Hay rostros que se graban como fuego al primer chispazo, aunque jam¨¢s vuelva a crepitar la le?a de esa hoguera. El de Michael Conner Humphreys es uno de ellos. Era un ni?o de tan solo ocho a?os cuando se puso delante de una c¨¢mara, papel en mano, para interpretar al personaje de su vida. Por entonces quiz¨¢ no lo sab¨ªa, pero as¨ª fue. Su cara ha pasado a la historia del cine y a los anales de Hollywood por ser la de un joven Forrest Gump, todav¨ªa ni?o y con un trote que el s¨¦ptimo arte jam¨¢s olvidar¨¢, a quien le quedaban a?os ficticios para convertirse en el Tom Hanks que todos recuerdan, con su caja de bombones y su americana beige gris¨¢cea.
?l naci¨® en Mississippi. Su estrellato, en Alabama. Todo empez¨® con un inocente casting que buscaba un ni?o con problemas para caminar y dificultades para articular palabras, pero con disposici¨®n peculiar y ojos claros. Convenci¨®. Y en el rodaje se torn¨® tan enternecedor que su cara pas¨® a ser la de Forrest, aquel ni?o con artilugios ortop¨¦dicos en las piernas cuya ¡°muy mejor amiga¡± era la peque?a Jenny. La escena en la que ella le gritaba y ¨¦l corr¨ªa, y corr¨ªa, sin que los talones pudieran rozar su trasero y con aquellas bicicletas recort¨¢ndole metros en la tierra, le hizo eterno. Su futuro en la industria estaba firmado con tinta imborrable. Y as¨ª fue como de un d¨ªa para otro la mayor promesa de Hollywood desapareci¨® de la ciudad de las estrellas.
El muchacho que se alej¨® de Los ?ngeles por saberse ni?o
Entr¨® al cine por la puerta grande y sali¨® por el mismo marco. No quiso aparecer en otro filme que en aquel que dirigi¨® Robert Zemeckis all¨¢ por 1994. Se alej¨® por voluntad propia, porque aquel mundillo no era el suyo. ¡°No estoy seguro de haber querido ser una estrella infantil; no siempre parece salir tan bien para muchos de ellos. Creo que tengo raz¨®n, viendo a alguno de ellos hoy en d¨ªa¡±, dijo Michael en 2019, en una entrevista para The Sun. Hab¨ªan pasado 25 a?os del estreno de Forrest Gump, aunque para el que otrora se proclamase promesa de la gran pantalla podr¨ªa haber sido f¨¢cilmente una vida entera.
¡°Sinceramente, creo que fue algo bueno, ya que nunca pens¨¦ en Hollywood como algo glamuroso ni en la fama como algo que quisiera perseguir. Era todo lo contrario¡±, matiz¨® en aquellas declaraciones, que se convirtieron de alguna forma en un revelador retorno de Michael a la vida p¨²blica. Pero, ?qu¨¦ era ese ¡®todo lo contrario¡¯? ¡°Me encantaba mi casa y s¨®lo me interesaba divertirme y jugar con mis amigos, sobre todo porque me gustaba la escuela. Llegaron ofertas, pero no me preocupaba mucho intentar conseguir m¨¢s papeles¡±, confes¨®. Porque a veces los ni?os solamente quieren eso. Ser ni?os.
No quer¨ªa estar cerca de Los ?ngeles. No de esa forma. Y en un acto que rebosaba iron¨ªa po¨¦tica complet¨® la paradoja de su personaje. Corr¨ªa el a?o 2004 cuando se alist¨® en el ej¨¦rcito de Estados Unidos. Igual que Forrest. Y en ¨¦l sirvi¨® cuatro a?os, de los cuales pas¨® uno y medio en Irak. De esta etapa cont¨® que no quer¨ªa que le reconocieran por aquel papel que le hizo inmortal. Y aun as¨ª no pudo evitarlo.
Se gradu¨® en Relaciones Internacionales. Y lo hizo, como si la sombra de Forrest le persiguiese, corriendo y no en bicicleta, por la University of North Alabama. En 2011 volvi¨® a llamar a la puerta del cine. Particip¨® en un discreto filme llamado Exploradores, en compa?¨ªa de extra?os. Se aventur¨® al teatro: en esa tarima debut¨® y bajo esos focos se encuentra ahora. Al margen de todo. Su historia es la de un joven muchacho que se alej¨® de Los ?ngeles por saberse ni?o. Que dio espacio y pausa a su vida cuando todo el mundo le gritaba lo mismo. ¡®Corre¡¯.