Rafa Nadal en Roland Garros: una huella imborrable
El balear recibe un maravilloso homenaje en la Philippe Chatrier a l¨¢grima viva. El agradecimiento a su t¨ªo Toni, la salida del Big Four y los regalos, grandes momentos.
Rafa Nadal recibi¨® este domingo en Roland Garros el homenaje que merec¨ªa, el que ninguna instituci¨®n ni torneo hab¨ªa podido o sabido otorgarle hasta ahora, seis meses despu¨¦s de su retirada en las Finales de la Copa Davis, donde tuvo una despedida descafeinada en M¨¢laga. En Par¨ªs, en la Philippe Chatrier, la catedral del evento m¨¢s importante de su carrera, el rey de la tierra, que fue capaz de ganar 14 veces el Grand Slam franc¨¦s, sinti¨® la admiraci¨®n, el respeto y el amor de miles de personas, ataviadas con camisetas conmemorativas con la leyenda ¡®Merci Rafa¡¯ (Gracias, Rafa) y el color de la arcilla del estadio parisino.
Sin palabras: as¨ª ha sido el hist¨®rico homenaje a Rafa Nadal en Roland Garros
La salida fue la tradicional de todos sus partidos durante los ¨²ltimos a?os. Marc Maury, speaker del major galo, present¨® a Nadal y recit¨®, uno tras otro, los a?os en los que el balear fue ganador, ante el delirio del p¨²blico que abarrot¨® la central. ¡°Rafa, Rafa¡±, reson¨® en la pista, mientras el ¨ªdolo sal¨ªa por el t¨²nel para ver, a continuaci¨®n, un v¨ªdeo maravilloso que repasaba su carrera en Roland Garros. Solo sobre el polvo de ladrillo que tantas veces pis¨® y en el que fue pr¨¢cticamente invencible, inici¨® despu¨¦s un discurso en franc¨¦s, ingl¨¦s y espa?ol, durante el que no pudo contener las l¨¢grimas cuando dio las gracias a su t¨ªo Toni, quien fuera su entrenador desde su primera participaci¨®n, en 2005, hasta 2017, cuando junto ganaron por d¨¦cima vez el trofeo. ¡°Eres la raz¨®n por la que estoy aqu¨ª. Gracias por haber dedicado una gran parte de tu vida a querer estar conmigo. Entrenando, haci¨¦ndome sufrir, re¨ªr, llev¨¢ndome al l¨ªmite. Lo que hemos vivido no siempre ha sido f¨¢cil, pero ha valido la pena. Por nuestra forma de ser, ni t¨² ni yo somos de expresar los sentimientos, pero mi gratitud es infinita. Has sido, sin ninguna duda, el mejor entrenador que jam¨¢s hubiera podido tener".
No se olvid¨® tampoco del resto de su familia, en especial de su esposa, Mery Perell¨®. "Eres mi mejor compa?era de vida. As¨ª es m¨¢s f¨¢cil (durante unos instantes, Nadal perdi¨® el guion y habl¨® sin ¨¦l), porque con las emociones y todo¡ No nos pod¨ªamos imaginar en 2005 que estar¨ªamos aqu¨ª 20 a?os despu¨¦s siendo una familia. Has estado siempre apoy¨¢ndome desde una posici¨®n no siempre f¨¢cil. Espero hacerte igual de feliz que t¨² a m¨ª¡°, le dedic¨®. El espa?ol, en uno de los momentos m¨¢s sentidos, tambi¨¦n se acord¨® de los que ya no est¨¢n. ¡°Gracias mis dos abuelas, que con 94 y 92 a?os tengo la gran suerte de que est¨¦is hoy aqu¨ª, y con quien he pasado gran parte de mi infancia. Y a mis abuelos, que, est¨¦n donde est¨¦n, les agradezco todo lo que hicieron por m¨ª y les echo de menos¡±, expres¨® entre l¨¢grimas.
Emoci¨®n en aumento
Luego continu¨® el reconocimiento, precioso, con los empleados del torneo aplaudiendo a Nadal, mientras los m¨¢s j¨®venes formaban con sus cuerpos alineados la palabra ¡®Merci¡®. Un ejemplo de la famosa solemnidad francesa. Y Rafa, a l¨¢grima viva antes de repartir abrazos, mientras los espectadores se ¡®romp¨ªan¡¯ las palmas de las manos. Justo en los instantes previos de un momento ¨¢lgido, el del reencuentro del Big Four. Cuando parec¨ªa que le felicitar¨ªan solo en un video, Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray aparecieron en la cancha. Tres jugadores como la copa de un pino rindiendo tributo a otro de los m¨¢s grandes. En la grada les observaba Carlos Alcaraz, digno heredero.
¡°Hemos construido una gran rivalidad. Hemos mostrado al mundo que podemos luchar de la forma m¨¢s dura posible, pero respet¨¢ndonos. Me hicisteis pasar momentos duros en la pista, empuj¨¢ndome al l¨ªmite, pero, al final, el tenis es solo un juego, un deporte. Para m¨ª, que est¨¦is aqu¨ª lo es todo. El mensaje es que podemos ser muy buenos amigos despu¨¦s de ser grandes rivales¡±, les dedic¨® Nadal.
Y lleg¨® el momento de los regalos. Gilles Moreton, presidente de la Federaci¨®n Francesa, y Amelie Mauresmo, directora de Roland Garros, le entregaron un bonito trofeo, a la par que sobri¨®, de cristal con la firma del propio Nadal y los a?os en los que fue campe¨®n. Y el no va a m¨¢s se produjo cuando Moreton barri¨® un trozo de la pista y descubri¨® una baldosa a modo de placa con la huella del pie de Rafa, que permanecer¨¢ all¨ª para siempre. En ese momento, el homenajeado, que se hab¨ªa secado las l¨¢grimas varias veces, completamente sorprendido, volvi¨® a llorar. No era para menos. Esa fue la despedida, con una vuelta de honor posterior dejando su huella, su huella imborrable.
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