Una cuesti¨®n sobre Hansi Flick

Inc¨®gnita. Suele decirse que construir un gran equipo lleva mucho tiempo, pero que destruirlo puede ser r¨¢pido. En el Bar?a de Flick, ha sido una verdad a medias. El alem¨¢n ha modelado una m¨¢quina a la que s¨®lo le sobraron dos minutos en Mil¨¢n para estar en puertas de un a?o perfecto. Las 670.000 personas en la r¨²a del viernes son el mejor reflejo de una obra casi expr¨¦s. Pero fue acabar el partido del Madrid y escuchar al alem¨¢n sobre la necesidad de las mejoras la pr¨®xima temporada. ¡°Riguroso y met¨®dico¡±, le define Laporta. He aqu¨ª una de las grandes cuestiones sobre Hansi Flick. A sus 60 a?os, y pese a que empez¨® su carrera en los banquillos hace casi 30, s¨®lo ha sido entrenador jefe un tercio de ese tiempo; cinco a?os con el Hoffenheim, dos con el Bayern y otros dos con la selecci¨®n alemana. No especula, prefiere contratos cortos y en cuanto algo no le convence, corta los lazos (como director deportivo del Hoffenheim dur¨® seis meses). Laporta ha dicho en las ¨²ltimas horas que intuye que Flick vive una de las etapas m¨¢s felices de su vida, pero tambi¨¦n desliz¨® que le disgusta ver cosas se le escapan de las manos. Y en este grupo joven que maneja en el Bar?a, ya le pasa. De momento, renovar¨¢ hasta 2027. Su perfil no anuncia un entrenador de ciclo largo, pero nunca se sabe.

Planificaci¨®n. De momento, Flick coger¨¢ vacaciones y le pasar¨¢ la pelota a Deco, que asumi¨® el cargo entre la desconfianza del entorno, pero se ha ganado respeto gracias a lo que le distingue, que es su buen olfato en el vestuario. Como futbolista, Deco fue, adem¨¢s de un jugador brillante, un tremendo competidor. Sent¨ªa que este Bar?a en el que aterriz¨® adolec¨ªa de ese instinto en la etapa anterior y ha sido capaz de cambiar la mentalidad de un equipo con cierto aire de indestructible. Ahora tiene que mover pieza. Pero, sobre todo, le toca no equivocarse. Ya est¨¢ escrito. Destruir un equipo puede ser cuesti¨®n de minutos. Laporta ya ha dado pistas de la direcci¨®n del Bar?a 2025-26. Un equipo sin demasiadas incorporaciones y construido para hacerle el d¨ªa a d¨ªa c¨®modo a Lamine, jugador indiscutiblemente franquicia. Deco tambi¨¦n se ha abierto. Necesita un extremo que libere de cierta presi¨®n a Lamine y Raphinha. El primero, ha cargado con la responsabilidad de generar juego. El brasile?o, de hacer n¨²meros que acompa?asen a Lewandowski. Se llame Luis D¨ªaz, Leao, Nico o Rashford, la prioridad del director deportivo ser¨¢ proteger el ecosistema del vestuario¡­, y al jefe del mismo. Para poder hablar de una era Flick, al alem¨¢n, como a Lamine, tambi¨¦n habr¨¢ que cuidarlo.

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