Un Mundial de Clubes hist車rico＃ ?y del silencio?
Que no se imponga la l車gica del silencio c車modo. Que se escuche la voz del f迆tbol comprometido, del deporte que no se desentiende y del que no se queda en fuera de juego.
Este 14 de junio, los 32 mejores equipos del planeta f迆tbol se dar芍n cita en Estados Unidos para disputar el primer Mundial de Clubes de la FIFA con este nuevo formato. Un torneo con los mejores talentos del f迆tbol internacional y representantes de todas las confederaciones continentales. Entre ellos, dos equipos espa?oles: el Real Madrid y el Atl谷tico de Madrid. Un escaparate global que promete emoci車n, espect芍culo y una audiencia millonaria. Sin embargo, mientras los focos apuntan a lo que ocurre dentro de los estadios, ?qui谷n se atrever芍 a mirar m芍s all芍 del c谷sped?
Estados Unidos no es solo el pa赤s anfitri車n de este hist車rico torneo. Es tambi谷n el epicentro de una preocupante regresi車n en derechos humanos. La vuelta de Donald Trump a la presidencia en enero pasado lleva desde entonces marcando la agenda pol赤tica internacional: deportaciones masivas, ataques sistem芍ticos contra los derechos de las personas migrantes y refugiadas, amenazas a la libertad de prensa y al derecho a la protesta, recortes a los derechos de las ni?as, mujeres y comunidad LGBTI+, eliminaci車n de la ayuda humanitaria dejando a millones de personas en situaci車n de vulnerabilidad abandonadas a su suerte y un discurso autoritario que normaliza y alimenta el odio. Una deriva que no solo afecta a Estados Unidos: por su peso global, el ※efecto Trump§ ha contribuido a legitimar pol赤ticas represivas en muchas otras partes del mundo.
Aprovechar芍 Trump la visibilidad de este evento deportivo para reforzar su imagen imitando a los gobernantes de los Estados Golfos, como Qatar, Arabia Saud赤 y Emiratos ?rabes Unidos, por citar s車lo tres ejemplos recientes y vigentes de ※sportwashing§, donde los derechos humanos se tapan con goles y glamour? ?Ser芍 este un Mundial del silencio? ?O veremos a alguna federaci車n, club, afici車n o jugador alzar la voz frente a las injusticias?
La historia reciente nos ha dejado ejemplos de coraje y conciencia. Desde futbolistas que se han arrodillado mostrando todo su rechazo al racismo a capitanes que han lucido el brazalete arco赤ris en una Eurocopa para apoyar a las personas LGBTI+ o selecciones que se atrevieron a mostrar su rechazo a la terrible situaci車n que padecieron los trabajadores migrantes en el 迆ltimo Mundial celebrado en Qatar. El f迆tbol, como cualquier otra actividad en la vida, tambi谷n tiene una responsabilidad: no dar la espalda al sufrimiento humano.
En este 2025, mientras arranca este Mundial de Clubes, ya son m芍s de 55.000 las personas palestinas que han sido asesinadas desde octubre de 2023 en una crisis donde el castigo colectivo y los cr赤menes de guerra han sido documentados por Amnist赤a Internacional. La comunidad internacional sigue sin imponer un alto el fuego permanente, y Estados Unidos, anfitri車n del torneo, es uno de los principales apoyos y proveedores de armas del gobierno israel赤. ?Podr芍n celebrarse protestas contra el genocidio que est芍 cometiendo Israel en Gaza en los campos de juego de Estados Unidos como ha ocurrido en la 迆ltima temporada en algunos partidos internacionales celebrados en Europa?
La presencia de equipos espa?oles en este Mundial no es menor. El Real Madrid y el Atl谷tico no solo representan a nuestra Liga: son instituciones con millones de seguidores, con voz y con capacidad de influir. Tambi谷n lo son sus representantes: directivos, entrenadores, jugadores... ?Usar芍n esa voz para algo m芍s que hablar del sistema de juego o de los resultados deportivos?
Desde Amnist赤a Internacional, hacemos un llamamiento claro: que este Mundial no sea solo una fiesta del f迆tbol, sino tambi谷n una oportunidad para hablar de derechos humanos, en especial, de todos los que est芍 pisoteando Trump. Que no se imponga la l車gica del silencio c車modo. Que se escuche la voz del f迆tbol comprometido, del deporte que no se desentiende y del que no se queda en fuera de juego, m芍s all芍 de lo que diga el VAR o el trencilla de turno.
?ngel Gonzalo, periodista de Amnist赤a Internacional Espa?a.
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