Un excepcional servicio al Real Madrid

Era f¨¢cil prever el ciclo final de Carlo Ancelotti en el Real Madrid, si no fuera porque la relaci¨®n del t¨¦cnico italiano con el club excede las convenciones del f¨²tbol. Milanista hasta la m¨¦dula ha encontrado en el Madrid mucho m¨¢s que un gran club al que prestar sus servicios, que en su caso han sido excepcionales. Ancelotti nunca ha estado a salvo de las divergentes opiniones que caracterizan al f¨²tbol, no digamos en un club h¨ªper escrutado por los medios de comunicaci¨®n, la hinchada y el presidente. Florentino P¨¦rez rara vez se siente satisfecho con sus entrenadores. Mourinho es la excepci¨®n a la regla. En este contexto, que suele acabar con el sistema nervioso de los t¨¦cnicos, Ancelotti se ha movido con sabidur¨ªa y elegancia. Le ha venido de perlas al club en todos los aspectos.

Los aficionados no ocultan su enfado por el rendimiento del equipo, que comenz¨® la temporada como un¨¢nime favorito para ganar la Liga y candidato principal al t¨ªtulo en la Copa de Europa. Con Ancelotti ha ganado dos en tres a?os. Se a?aden a la que el Real Madrid gan¨® en 2014, en la c¨¦lebre final de Lisboa contra el Atl¨¦tico de Madrid. Quiz¨¢ porque el equipo ha convertido en casi costumbre lo que es tan desacostumbrado en el f¨²tbol, se han dado por hechos objetivos muy dif¨ªciles de alcanzar.

Se despide en una temporada que promet¨ªa grandes ¨¦xitos y se ha saldado sin grandes t¨ªtulos. El fichaje de Mbapp¨¦ se agreg¨® a la eclosi¨®n de Vinicius y Bellingham. Despu¨¦s de ganar la Liga y la Copa de Europa en 2024, ?c¨®mo pod¨ªa salir mal la aventura en la siguiente temporada? La situaci¨®n del Bar?a multiplicaba el optimismo en el Madrid. Sin dinero para fichar, despu¨¦s de un a?o de convulsiones que termin¨® con el ciclo Xavi, el Bar?a ofrec¨ªa todos los s¨ªntomas de equipo abocado a una perpetua transici¨®n. El 0-4 en el Bernab¨¦u y la montonera de ¨®rsais a la que fue sometido Mbapp¨¦ cambiaron radicalmente el panorama.

Al Madrid le toc¨® remar en medio de un temporal de malos resultados, derrotas impactantes ¨CLiverpool, Arsenal y la saga con el Bar?a¨C, cr¨ªticas al rendimiento del equipo y de sus figuras, lesiones en el sector defensivo, desinter¨¦s por incorporar jugadores en el mercado invernal y un desagradable ruido institucional: el caso Bal¨®n de Oro, las invectivas contra los ¨¢rbitros en Real Madrid TV, la carta antisistema y los acontecimientos que precedieron y sucedieron a la final de Copa.

En medio de una agitaci¨®n insostenible, Ancelotti ha tratado de actuar con la habilidad y la mesura que le definen, pero cada vez m¨¢s debilitado, hasta el punto de flaquear frente a la presi¨®n interna. Cambi¨® la flema por la irritaci¨®n. La deriva de la temporada traslad¨® un cambio de discurso ambiental: del elogio a su gesti¨®n de los egos se pas¨® a los reproches t¨¢cticos, el deficiente juego y la falta de compromiso en algunas estrellas. Su destino estaba escrito y no pasaba por completar el a?o de contrato que le quedaba. Brasil era una m¨¢s que apetitosa alternativa para Ancelotti y al rev¨¦s. El t¨¦cnico italiano inspira el respeto que el f¨²tbol brasile?o necesita recuperar con urgencia.

Se va, por tanto, entre el afecto general del madridismo. M¨¢s que afecto. A Ancelotti se le quiere por los grandes ¨¦xitos conseguidos, la inteligencia para operar en el club m¨¢s exigente del mundo y una admirable capacidad representativa. En este intempestivo Real Madrid, que en el ¨¢mbito institucional ha decidido colocarse como permanente agraviado, Ancelotti ha sido el mejor difusor, y el m¨¢s cre¨ªble, de los viejos valores del club.

?Tus opiniones importan! Comenta en los art¨ªculos y suscr¨ªbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ?Buscas licenciar contenido? Haz clic aqu¨ª