Un Cl¨¢sico para consagrar a un gran Bar?a
El Bar?a arrastra desde lej¨ªsimos una leyenda de moral fr¨¢gil, radicalmente opuesta a la del Madrid, al que se supone capaz de salir de cualquier tumba. Por eso este domingo la mayor parte de esperanza de un vuelco en LaLiga se alimentaba de la supuesta decepci¨®n que podr¨ªa sentir el Bar?a tras caer ante el Inter en una Champions que se ve¨ªa, y lo era, capaz de ganar. En ese cardenal golpe¨® dos veces Mbapp¨¦ al poco de iniciado el partido, amparando el pron¨®stico apresurado de un derrumbe cul¨¦ que abrir¨ªa paso franco a los madridistas hacia el t¨ªtulo en disputa. Pero nada de eso. El Bar?a reaccion¨® de tal forma que abrum¨® al Madrid.
Fue, hasta el descanso, una tormenta de buen juego sobre Courtois, a su vez ¨²nica causa de que los cuatro goles llegados antes del descanso no fueran ocho. Durante media hora pudimos confrontar todos los valores del Bar?a con los defectos del Madrid de este a?o, sin conducci¨®n, sin presi¨®n arriba, sin coraje en los duelos, y protegido con cuatro defensas ninguno de los cuales estaba en el plan inicial. La gran obra de Flick frente a la ca¨ªda del castillo de Ancelotti, falto de otro refuerzo que no fuera Mbapp¨¦, cuyos goles no han podido enderezar un equipo amanerado, sin manija y destruido por lesiones sin reemplazantes adecuados.
Con todo, como el Madrid es como es, pareci¨® capaz de sacar la cabeza tras el 4-3, de nuevo de Mbapp¨¦, pero hab¨ªa demasiada distancia entre ambos equipos como para que se diera el vuelco, a pesar de los riesgos que toma el Bar?a. Riesgos que hacen de su f¨²tbol algo bello y ¨²nico, y que junto a la eficacia de Mbapp¨¦ produjeron un partido vibrante, espect¨¢culo que nuestro pa¨ªs envi¨® al mundo para gloria de la Marca Espa?a. Se han jugado cuatro y todos los gan¨® el Bar?a, con un agregado de 16-7. LaLiga siempre es para el mejor.