Un campo propio
Cada una de estas atletas ha tenido que luchar el doble que un hombre para abrirse paso.

Empezamos este verano con unas elecciones generales protagonizadas por la amenaza de la llegada del machismo al Gobierno y lo vamos a acabar con Barack Obama felicitando a Espa?a por el Mundial conseguido por sus mujeres en el deporte nacional. El verano del 23 es un resumen de la Espa?a excesiva que siempre ha tenido en el deporte su mejor versi¨®n. Ganamos un Mundial en 2010 con un equipo que era una verdadera mezcla de las naciones espa?olas. Con un manchego emigrado en Catalu?a metiendo el gol decisivo que comenz¨® con un andaluz en la banda y un barcelon¨¦s dando la asistencia. Aquel equipo era una mofa constante del Espa?a se rompe. De la misma manera este Mundial es otra bofetada en la cara a los que retiran concejal¨ªas y consejer¨ªas de Igualdad para llamarlas de Familia.
El ca?o de Paralluelo, los goles de Carmona, el recital de controles de Bonmat¨ª¡ el fuck off de la insoportable portera inglesa al parar el penalti a Jenni. Todo fue m¨ªtico en un partido que representa la fuerza de las mujeres para hacer cosas grandes. El m¨¦rito es de ellas. De cada una de estas deportistas excepcionales que representan muy bien a las espa?olas. Cada una de estas atletas ha tenido que luchar el doble que un hombre para abrirse paso en un deporte absolutamente masculino en Espa?a. Por eso tiene tanto m¨¦rito este oro. Porque ninguna ni?a lleg¨® a casa en los 90 con cara triste porque no le dejaban jugar al baloncesto, correr en atletismo, esquiar o practicar cualquier otro deporte en los que tanto destacan las espa?olas. Pero el f¨²tbol es otra historia. Ah¨ª no entraban hasta antes de ayer. Ese pastel se les quitaba de la mesa.
El Mundial de ayer es solo el principio. En 2023 se cumplen 90 a?os de la primera vez que las mujeres votaron en Espa?a y todav¨ªa no tenemos una presidenta del Gobierno. Tambi¨¦n tenemos unas campeonas del mundo a la que su entrenador llama campeones. En dos semanas comienza el colegio y el patio volver¨¢ a llenarse de machos alfa mandando a las ni?as a la grada. Pero ayer mis hijas jugaban al f¨²tbol en el pasillo y en septiembre reclamar¨¢n su campo propio.