Manita con reparos
Esto es ser hegem¨®nicos, tanto que no es un disparate afirmar que para el Mundial de 2026 (Estados Unidos, M¨¦xico y Canad¨¢) somos una de las claras favoritas al t¨ªtulo.
Otra final. Empecemos por lo bueno, por lo bello, por lo hist¨®rico, por el desenlace feliz que nos mete en la tercera final consecutiva. Nations League (2023), Eurocopa (2024) y ?Nations League 2025? Si el domingo derrotamos a la gran Portugal del incaducable Cristiano y el magn¨ªfico Roberto Mart¨ªnez nos habremos matriculado en la Universidad del F¨²tbol europeo con tres t¨ªtulos seguidos. Algo que nadie imagin¨® cuando al bueno de De la Fuente le ca¨ªan palos por el simple hecho de venir de las categor¨ªas inferiores de nuestras selecciones. Casi nada. Esto es ser hegem¨®nicos, tanto que no es un disparate afirmar que para el Mundial de 2026 (Estados Unidos, M¨¦xico y Canad¨¢) somos una de las claras favoritas al t¨ªtulo. Nos lo hemos ganado en el campo a base de facturar t¨ªtulos y momentos inolvidables. Como el de esta semifinal hist¨®rica en Stuttgart ante la vigorosa Francia de Mbapp¨¦, Demb¨¦l¨¦, Dou¨¦ y compa?¨ªa. Meterle una manita al Gallo de Deschamps no estaba ni en las previsiones m¨¢s salvajemente optimistas. Pues lo hicimos. Nos pusimos 4-0 y 5-1. Pero ah¨ª empezaron los ol¨¦s de las gradas (prematuros y contraproducentes), el m¨ªster se precipit¨® dando descanso a Pedri dando por cerrado el triunfo y de pronto sali¨® este Cherki que quiere el City de Guardiola para el Mundial de Clubes y mont¨® un cirio de mucho cuidado. Cuando Kolo Muani puso el 5-4 nos corri¨® un sudor fr¨ªo. Pero manejamos bien la recta final y Unai Sim¨®n (el mejor de Espa?a junto a Oyarzabal, Huijsen, Nico y Lamine) acab¨® con los miedos generados por una remontada que no lleg¨®. Por eso fue una manita con reparos.
Mago Oyarzabal. Lo bueno de Luis de la Fuente, que es de Haro (La Rioja), es que ha sabido darle galones y autoestima a ese Frente del Norte comandado por los Mikel (Oyarzabal de Eibar, y Merino de Pamplona), secundados por Nico Williams (tambi¨¦n pamplon¨¦s de nacimiento, aunque criado en Bilbao) y Unai Sim¨®n (de Murgu¨ªa, ?lava). Ellos rompieron el partido tras una fase preocupante de juego con dos asistencias antol¨®gicas de Oyarzabal a Nico y a Merino. Luego llegar¨ªa el momento Lamine y el momento Pedri (el golazo del canario es para enmarcar). Pero la rebeld¨ªa de Mbapp¨¦, siempre un ganador, la genialidad de Cherki y las paradas prodigiosas de Unai evitaron que nos comi¨¦ramos los ol¨¦s.
Un debate aberrante. Ya s¨¦ que los periodistas somos los primeros en preguntar sobra la manoseada, tortuosa, aburrida y repetitiva pol¨¦mica sobre qui¨¦n ser¨¢ el siguiente ganador del Bal¨®n de Oro. En d¨ªas insustanciales y sin caviar informativo que llevarnos a la boca entiendo que da juego este asunto mineralizado por su radiante color amarillo. Pero los amagos de polarizar un partidazo de este calibre para darle una jerarqu¨ªa superior a que el baloncito de marras lo ganase Lamine Yamal, Demb¨¦l¨¦ o, incluso, que pudiese entrar en la pomada Kylian Mbapp¨¦ si hubiese levantado este t¨ªtulo con Francia me resultaba fr¨ªvolo. Hasta Pedri, con todo su derecho, cuando le preguntaron por el posible galard¨®n a Lamine respondi¨® con orgullo de campe¨®n (¡°me alegra que haya gente que me haya metido entre los candidatos¡±). Se?ores, en Stuttgart, Espa?a (campeona de Europa) y Francia (subcampeona del Mundo) se jugaban la posibilidad de optar a ganar un t¨ªtulo oficial de prestigio creciente. Pues eso. Demos valor realmente a las cosas importantes y alejadas del chau chau. Dejemos el juego del Monopoly para las reuniones de Navidad...
Todos a M¨²nich. La Marea Roja de Stuttgart lleg¨® hasta los 8.000. El domingo, en la final ib¨¦rica de M¨²nich necesitamos el doble para disfrutar de otra noche m¨¢gica de Espa?a, esa Selecci¨®n que ha vuelto a engancharnos. Gracias, Don Luis.
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