La f¨¢brica familiar del Palma Futsal
Con un presupuesto de 1,5 millones, el Palma tumb¨® a los 8,4 del Bar?a y a los 5,5 del Benfica en la Final Four de la Champions. El secreto, a voces, es invertir en j¨®venes jugadores.
El Palma Futsal pase¨® sus dos copas de la Champions League por la redacci¨®n de AS, una visita que a ambas partes nos encantar¨ªa convertir en una tradici¨®n. La despedida de este mi¨¦rcoles, igual que la del a?o pasado, fue algo as¨ª como: ¡°Nos volvemos a ver la pr¨®xima temporada¡±. Hay que admitir que entonces fue m¨¢s un cumplido que una esperanza real, pero a la vista de c¨®mo se las gasta ¨²ltimamente el equipo mallorqu¨ªn, habr¨¢ que agendarlo ya como un cl¨¢sico. El Palma s¨®lo tiene tres trofeos en su sala, pero ?qu¨¦ trofeos! Dos Copas de Europa y una Intercontinental. Lo que en primera instancia se entendi¨® como un milagro, y as¨ª se titula el documental de aquella gesta, ¡®El Miracle¡¯, no tiene tanto de casualidad, porque se construye sobre una planificaci¨®n concienzuda que deja pocos detalles a la improvisaci¨®n. Luego hay que jugar, claro, y el bal¨®n entra unas veces y otras no. Despu¨¦s de perder siete tandas de penaltis consecutivas, ha ganado tres que han conducido a sendos t¨ªtulos. El factor suerte influye en el deporte, pero hay que dejar que ese azar solo act¨²e cuando la pelota rueda en la cancha. Antes existe una labor que en su caso se basa en aceptar que debe hacer algo distinto que los poderosos para competir contra ellos. Con un presupuesto de 1,5 millones, el Palma tumb¨® a los 8,4 del Bar?a y a los 5,5 del Benfica en la Final Four.
El secreto, a voces, es invertir en j¨®venes jugadores, en convivencia con varios veteranos que dan el equilibrio preciso al grupo. Estas perlas vienen encantadas a Mallorca, porque saben que es un equipo paciente, donde pueden formarse con menos presi¨®n que en los grandes, y que al mismo tiempo les sirve de trampol¨ªn. El club balear es consciente de ello. Y as¨ª lo asume. El pasado curso perdi¨® a siete jugadores, y para el presente esperan que se vayan entre tres y cinco, pero ya trabajan para cubrir esos huecos, con la imaginaci¨®n que da la necesidad y con el cari?o de una familia.